![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisSRs3Wl65hMyThE2o9Gy4Ecev0j38WURxiDHUsjeImGs8GEjddZKjlLEGvLOy877_x6YplXtPqp1s0n3OpH6OwblV5JbwLRG1i6RwPqRlNmrFXUhwRMmFkKyx_dHRW7GmcCD5qgcu-JY/s200/Rodrigo+S.jpg)
La Carreta y los Bueyes......
Por Rodrigo Sánchez Sosa
El carretero…
Sayula, en el limbo en el infierno…
En un mapa, si lo hubiera, de la trasformación democrática del país, que ya de por sí es jodida, Sayula (Jalisco, otra demarcación política retrasada de esos menesteres) estaría en el limbo. Con un historial, a menos que Federico Munguía apele a la relatividad filosófica de los hechos, también; de sometimiento a los intereses de una, vamos a decirlos sin pelos en la lengua, clase social que ha acaparado el poder político y económico en el municipio desde, no exagero, la colonia, con breves excepciones bajo el contexto político que permitió remontar tal tradición, pero nunca para bien del pueblo, como en los casos recientes de Jorge Ventura y Gerardo Villalobos en los tiempos de la aplanadora priista, hasta el hibrido José María García Arteaga, junior que emparentaba al poder de clase con el político en el municipio. Olvidamos por ahí el nombre de otro presidente municipal, con el cual se sitió incomoda la clase poderosa local, por ser originario de Usmajac (ah claro, porque también son racistas…) Cómo, se pregunta uno, podemos hablar de real democracia en Sayula, sin una historia de emancipación del poder de esta clase heredera de los terratenientes porfiristas y luego de los grandes caciques militares de la post revolución, Lázaro Cárdenas o Ávila Camacho. Y nos es que la pelusa como el que escribe, sea mal agradecida de los grandes benefactores de su pueblo, no, pasa que la camaleónica clase alta del municipio supo cómo transmutarse en el contexto histórico para sobrevivir como el poder de facto en el municipio, regateándole al pueblo los beneficios de la buena voluntad de estos generales que llegarían a la grande. Y se fueron los generales, y vinieron los dictadores genocidas Díaz O, Echeverría y López Portillo; y se fueron estos y llegaron los tecnócratas, De la Madrid, Salinas, Zedillo; y llegó el PAN Fox y Calderón, y los señores del poder en Sayula seguían y siguen ahí. Por ejemplo, mientras el PRI Sayula es un cascarón, la clase alta del municipio goza de cabal salud política enquistada en un partido de izquierda que les presta su registro y sus regidores sin compromiso, por parte de los primeros, por tres años alternados. La oposición frente a éste poder, es ridícula, simplemente porque el poder de facto en Sayula controla todo, y las implicaciones en la conciencia de los sayulenses es indiscutible: los peones y mayordomos, que el señor hacendado pone como su contra parte en cabildos, no podrían cumplir mejor su degradante función. Tenemos actualmente un municipio donde las agroempresas han sentado sus reales, con todas las facilidades, porque ofrecen trabajo de 800 pesos la semana en un lugar donde las rentas están por arriba de los mil pesos, las tiendas departamentales ilegalmente (según normas internacionales) asentadas pero muy "generosas" (una pintó las escuelas y otra regaló al municipio 900 mil pesos), vende tortillas y pan muy barato, pero estafan en otros artículos a los pobres trabajadores que, entran a las mismas pensando gastar una cantidad razonable y salen sin dinero de ellas. En nada se parece al Sayula de los ochentas y setentas, cuando el PRI era el indiscutible amo de la situación, dónde los señores de la clase alta aún no perdían gran parte de su fortuna en las tranzas financieras de los noventas, para luego unirse al barzón; cuando gozaban en contubernio con el partido único de su poder sin tapujos, eran los patrones, como si la revolución su hubiese abolido. Hoy hacen negocio rentando sus tierras a agroempresas y tiendas departamentales, desasiéndose de paso de la emergente clase media que siempre es una amenaza a sus intereses, mediante el desequilibrio económico que crean las tiendotas departamentales, y pactando descaradamente con los nuevos patrones los salarios a pagar en el municipio. Hábiles malabaristas políticos se adaptaron al juego neoliberal; pero este limbo está seriamente amenazado, paradójicamente, no por las fuerzas democráticas o la organización de la sociedad explotada de ese municipio; los amenaza un poder que no podrán superar, aunque alguna vez y en otras circunstancia pactaron con él, pero que hoy con nuevas reglas del juego están, como en tiempos de la cristiada, en medio del fuego cruzado. El narco ya le hecho el ojo al limbo, y en ese caso todos pierden…la bomba de tiempo sigue marcando los segundos en conteo regresivo para la vida de los jóvenes de Sayula… y la cantina de Rivas sigue abierta y haciendo de las suyas, ¡¡ya ciérrenla chingado!!…ahí se ven.
No hay comentarios:
Publicar un comentario