EDITORIAL: La hipocrecía del gobierno de E.U.: Ambivalencia: víctima y verdugo
De acuerdo con múltiples especialistas médicos, sociólogos, psiquiatras, psicólogos y ramas dedicadas al estudio y cuidado del humano, todos coinciden en el infierno que se vive dentro del medio de la drogadicción.
En el mito de Sísifo, se relata la vida de un rey de Corinto que con artimañas logró burlar varias veces los designios del dios Zeus. Al final sucedió lo que tenía que pasar, se acabó el engaño y fue castigado obligándolo a llevar cada día una pesada piedra desde la base hasta el pináculo de un cerro. En semejanza se vive la drogadicción, al principio se disfruta y se falsifica la realidad, pero tarde o temprano la vida cobra y cobra caro, después es una pesada losa que aplasta, asfixia y resta la vida, cuesta demasiado y termina con el dinero, la paz, la tranquilidad, las madres y padres; hogar, hijos, hermanos, esposa y familia, la salud, y por último con lo más preciado: la vida. Se apuesta todo y nunca se ha conocido a un ganador.
Actualmente el casi presidente Trump imputa de manera abierta a México ser el primer introductor de esta droga a los Estados Unidos y de importar desde oriente los precursores químicos para la elaboración, cuestión que nuestros gobiernos actual y anterior han negado y demostrado rotundamente que es desde otros lugares.
La pregunta es ¿cómo pueden acusarnos a los mexicanos de ser los enormes productores si éllos son los más grandes promotores del consumo?
En el país anglosajón se vende la cocaína, el fentanilo, cristal y muchas drogas más a precios irrisorios que datan desde el 2010 debido al exceso de mercancía (recordemos: a mayor demanda mayor precio, a mayor mercancía baja de precios); para darnos un idea; Víctor Clark Alfaro, profesor en la Universidad Estatal de San Diego y director del Centro Binacional de Derechos Humanos, en Tijuana nos indica: las pastillas de esa sustancia vale 25 pesos; el cristal (metanfetamina) a 50 pesos y la heroína inyectable entre 25 y 30 pesos la dosis.
Pero lo hipócrita de los vecinos del norte no termina con sólo declaraciones de acusaciones, continúa con las amenazas de invasión o mínimo la introducción de comandos de boinas verdes para atacar a los narcotraficantes locales. Siendo sólo un pretexto para causar conmoción y desequilibrio en el gobierno y una que otra ilusión en algún trasnochado neoliberal vende patrias.
No se olvide, quien promocionó y creó los primeros cárteles en México fue la CIA, cuando buscaba financiamiento para sus guerrillas en Centroamérica y en medio oriente; después siguieron con esa continuidad para el control poblacional de los afrodescendientes y latinodescendientes criminalizándolos por el uso, portación o venta de drogas.
Jamás se han preocupado por su población, en 2023 murieron en la calle por sobredosis cerca de 100 mil personas sólo en ese país; viven bajo hambruna 47 millones a causa de las bandas delincuenciales, no pueden esconder los cerca de 200 mil que viven en alcantarillas sólo en Las Vegas, sin contar los que mueren de frío en New York porque no hay albergues suficientes, muchos sin dedos y otros sin pabellones de orejas a causa de la congelación.
Eso no les preocupa, lo que les tiene ensimismados y meditabundos son los que vienen del sur y los supuestos cárteles que les invaden con drogas, como si fuese cosa simple pasar toneladas de sustancias como si fueran cacahuates y los aduaneros gente inútil que sólo cobra su salario. La verdad están mezclados éllos con los cárteles, también algunos de sus policías, jueces y fiscales son parte del beneficio sin contar los planes del gobierno para desestabilizar a otros gobiernos.
Moises Zepeda Gómez. / Para Horizontes