A FONDO
Por Hugo Rodrìguez Vàzquez
Inician las campañas, inicia el des`pilfarro
Al arrancar las campañas polìticas en todo el paìs, incian a la vez, los despilfarros millonarios de recursos que los partidos y los candidatos a su vez, gastaràn en publicidad, regalos a los electores y despliegue de circo maroma y teatro, por màs que el el INE presuma que vigilaràn los gastos de los partidos. Siempre ha habido, y los habrà en esta ocasiòn sin duda, los subterfugios necesarios para evadir la fiscalizaciòn y evitar asì ser sancionados. Ya se demostrò en la elecciòn anterior presidencial para lo que sirven las autoridades electorales, para diez cosas (de sobra conocidas) cuando se demostrò que El PRI y Peña Nieto se gastaron màs de 5 MIL MILLONES DE PESOS, rebasando en miles por ciento los topes de campaña y NADA le hicieron y ahì està usurpando la presidencia. Igual ocurrirà en esta ocasiòn, los partidos se gastaràn lo que les venga en gana o lo que puedan i el INE nadarà de muertito como en otras ocasiones y los consejeros igual que para eso los pusieron para hacerse pendejos a la hora de la hora principalmente con quienes los pusieron.
Pero, hay que subrayarlo, la ciudadanìa ya despertò en mucho de su letargo y ya actùa por cuenta propia, como bien lo señala el periodista Rubén Martín en su columna del Informador: “Las campañas electorales irrumpirán en la vida de los mexicanos en las próximas semanas con su retahíla de actos monótonos, insulsos e intrascendentes, acompañadas de 24 millones de comerciales que los partidos políticos pasarán por televisión y radio. Como viene siendo usual desde hace décadas, las campañas mediante las cuales los políticos profesionales se reciclan de un puesto a otro, serán magnificadas por la cobertura que los medios informativos hacemos de las mismas. A ojos de muchos, especialmente los autonombrados analistas políticos, ésta es la única forma de hacer política que existe, la única válida. Pero en contra de esta política liberal, en México (y por supuesto en el mundo) se practica otra forma de hacer política que millones de sujetos despliegan en sus pueblos, comunidades, barrios, colectivos, asociaciones, entre otras formas de organización. Aunque con distinto nombre, existen en casi todos los estados del país, frentes en defensa del territorio, el agua y la vida. El mismo nombre da idea de sus prioridades, objetivos y horizontes políticos. Son formas de organización que están emergiendo en cientos de regiones del país para oponerse a los proyectos de despojo, invasión, privatización y violencia que acompañan a acumulación por despojo que ahora predomina en México. Aunque pueden citarse decenas de casos, algunos de los ejemplos más notorios en este momento en el país están ocurriendo en Puebla y Morelos. En Morelos, 60 pueblos se declararon “en resistencia contra las megaobras que los gobiernos de Enrique Peña Nieto y Graco Ramírez” les quieren imponer, especialmente el Proyecto Integral Morelos que contempla la construcción de dos termoeléctricas, un gasoducto y un acueducto. Estos pueblos denuncian que con estas obras, con las que según los gobiernos llegará el desarrollo, implica acabar con el agua del Oriente del Estado, donde la mayoría se mantiene del cultivo de sus tierras. Otro proceso semejante ocurre en Puebla, donde 90 pueblos de la sierra se han unido en contra de las privatizaciones y los megaproyectos. En una asamblea celebrada el 15 de marzo estos pueblos se declararon territorios libres de minería y explotaciones petroleras en el marco de la séptima Asamblea de Pueblos Serranos en Defensa del Territorio y la Naturaleza. Procesos organizativos como estos están ocurriendo a lo largo y ancho de todo el país, y aunque no hay una organización nacional, la gran mayoría tiene un horizonte político común que consiste en organizarse de manera independiente y autónoma de los partidos y del Estado, en contra de los “proyectos de muerte” que implican los negocios como la minería, las presas e hidroelécticas, la apropiación de tierras y aguas. Se trata, como dice la asamblea de los pueblos de Morelos, de parar la “crisis civilizatoria que han dejado en sus territorios el neoliberalismo con sus proyectos criminales”. Esta otra forma de hacer política no cabe en los partidos y no está interesada en las elecciones. Y esta forma de hacer política probablemente ya sea mayoritaria en el país.
Concluyendo, esa forma de hacer polìtica es la que se espera se despierte totalmente en el proceso electoral por venir, que ya los partidos polìticos, el gobierno federal, el INE y demàs autoridades, no nos vuelvan a jugar el dedo en la boca por decirlo de una manera suave y porque ademàs, la credibilidad de la ciudadanìa hacia las autoridades de todo tipo pende de un hilo muy delgado ya y que un descalabro mayùsculo como lo serìa el descubrimiento de OTRO FRAUDE ELECTORAL , vendrìa a ser la gota que derrame el vaso y que pudiera despertar el Mèxico bronco que para que les cuento. Y digo pudiera despertar como un decir, porque para muchos`èste ha despertado desde hace largo rato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario