EDITORIAL: Una información que tiene una gran importancia para nuestro estado y nuestros municipios, es la publicada por el Dr. Gabriel Torres Espinosa, en el Diario Informativo El Sur, tomando en cuenta lo vital que significa el agua para todos los habitantes en general y que municipios como el de Sayula no cuentan con ninguna planta de tratamiento para aguas residuales por lo que la contaminación amenaza con agravar los niveles que de seguro ya contamos:
Agua, cada vez más tóxica
Por Dr. Gabriel Torres Espinoza
El gobierno estatal ha anunciado inversiones de 3,300 millones de pesos para modernizar 19 plantas de tratamiento y mejorar la calidad del agua en el Río Santiago. De acuerdo con datos oficiales, de las 231 plantas de tratamiento en el estado, 147 están en operación, lo que significa que 84 ¡siguen sin funcionar! (Secretaría de Gestión Integral del Agua, 2024). Esto es inaceptable en una entidad donde la contaminación del agua se ha convertido en un problema de salud pública.
La falta de operación de estas plantas ocasiona que aguas residuales sin tratar se viertan en cuerpos de agua estratégicos como el Lago de Chapala. Un informe de la Comisión Estatal del Agua (CEA) advirtió que entre 2009 y 2019, se observó una alarmante degradación en la calidad del agua del Río Santiago, con presencia de metales pesados como arsénico, cadmio, plomo y mercurio.
Esto no solo afecta la vida acuática y la biodiversidad, sino que también sitúa en riesgo la salud de las comunidades que dependen de este recurso (CEA, 2022).
Paradójicamente, mientras las proyecciones indican que el Lago de Chapala podría alcanzar hasta un 65% de su capacidad este año, un nivel que no se veía en años recientes (UdeG, 2024), los estudios también alertan sobre un aumento significativo en la presencia de microalgas tóxicas.
Se ha detectado hasta 15 veces más de lo permitido por estándares internacionales, lo que sugiere un deterioro progresivo en la calidad del agua (SIAPA, 2024).
Parte de este problema se debe al incumplimiento de los municipios en la gestión de sus plantas de tratamiento. De las 106 plantas en la Cuenca del Río Santiago, solo cinco son operadas por el SIAPA, y más de 30 están fuera de servicio (Mide Jalisco, 2024). Esto significa que los desechos industriales y urbanos continúan fluyendo sin filtros hacia el lago, convirtiéndolo en un espejo de la negligencia gubernamental.
La CEA reconoce que el abandono de estas plantas se debe a los altos costos operativos y a la falta de inversión en mantenimiento, pero, ¿cómo justificar que Jalisco haya gastado miles de millones de pesos en infraestructura que hoy sigue sin funcionar?
A finales de 2024, se reportó que solo 59 plantas operadas por el gobierno estatal estaban en buenas condiciones, mientras que las 88 restantes dependían de municipios u organismos privados (CEA, 2024).
De estas, un alarmante 24.82% está bajo esquemas de operación dudosos, sin certeza sobre su eficacia o cumplimiento normativo.
La negligencia en la operación de las plantas de tratamiento ha llevado la contaminación del Lago de Chapala a niveles de toxicidad sin precedentes.
Los gobiernos estatales y municipales se han limitado a administrar el problema en lugar de resolverlo, dejando que la infraestructura se deteriore mientras el agua que llega a los hogares de Guadalajara y otras ciudades sigue empeorando.
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