
La Carreta y los Bueyes.....
Por Rodrigo Sánchez Sosa
El carretero…
En el Sayula paradójico, así se celebró la revolución…
Para mal de la gesta heroica del pueblo de México hace 100 años, aquí las cosas no pasaron de algunas escaramuzas controladas por los caciques locales, que tuvieron la desvergüenza de pelar a lado de sus enemigos en un oportunismo, que si bien no fue excepcional, si condicionó los ideales y logros de la revolución en el sur de nuestros estado. La tierra siguió siendo de una elite privilegiada y la gente se contento con terrenos que Rulfo describía como pellejos secos de vaca, por su pobre potencial productor. Los "pequeños propietarios"( en contraste con los hacendados del porfiriato), se hicieron inmensamente ricos, explotando la capacidad de la gente y la tierra por generaciones y aún hoy, sus herederos disfrutan plenamente de aquella desvergonzada explotación a la sombra de una "revolución" hecha a modo localmente. Hablo concretamente de Sayula. Imposible no involucrar a nuestro alcalde con ello. Protegido en su carrera militar por una de las familias más poderosas del país, surgida precisamente de un caudillismo revolucionario, asentada en la región sur de este estado; nuestro alcalde no solo tiene compromisos con esa clase elitista surgida de la revolución, sino que sus valores morales están comprometidos con ella. Por qué lo afirmo tan temerariamente, cuestión de investigar a qué familia se le dio una importante concesión de forma directa en sus anteriores administraciones, para aprovechar un financiamiento de un programa estatal que no parece haberse puesto a competencia como marca la ley en la materia; no estoy acusándole de delito alguno, simple trafico de influencias difícil d demostrar a estas alturas, pero que si el lector sabe a qué me refiero es evidente. Quedo públicamente evidenciado, el alcalde, en el sentido de su elitismo, la semana pasa en que con motivo de la fiesta centenaria del movimiento armado referido, se premio un concurso de cuento y pieza musical alusivos al mismo, en el jardín principal; donde, se dio a conocer el jurado calificador: el señor Adán Cueto Amador, conocido conservador e historiador aficionado, cronista de la clase elitista opuesta a la revolución en la localidad; La superiora de un colegio de monjas local, al cual por supuesto asiste la clase pudiente de Sayula, lo cual nada tendría de malo, salvo que la citada no tuviera criterio profesional para evaluar los trabajos literarios y musicales, si no fuera porque la iglesia resultó damnificadas de la revolución mexicana (en el derivado de sus leyes, principalmente con el presidente Calles) hace 100 años, hasta armó una contra revolución a finales de los años veinte y principios de los treinta, la cristiada, incluso se le involucro en el asesinato de Álvaro Obregón; de ahí que resulte burdo. ¿Qué criterios se utilizaron en tal jurado para calificar los trabajos? Sería importante saber. Más, que el conocido escritor sayulense Benjamín Díaz, estaba entre los premiados, cuando éste públicamente sea manifestado disconforme con el movimiento armado que derrocó al Porfirio Díaz, sobre todo en su vertiente campesina y popular. Cuando Adán Cueto, toma el micrófono al final de la premiación para anunciar que personalmente llevaría el reconocimiento a Benjamín Díaz, aquello se vuelve grotesco. La gente, desinformada políticamente, le importaba poco la exhibición clasista del gobierno municipal del PRD y la clase heredera de los explotadores locales. Una señora tras de mí comente: "Que hueva, hubieran dejado su arguende para el último, ya es re tarde y no empiezan los bailables…" no muy interesada en el bodrio de premiación, desorganizado y autocomplaciente. Fuera quedaron gente más calificada para evaluar los trabajos, como el maestro Pintor o Katy Beas, por ejemplo. Pero en la misma lógica retorcida del bicentenario de la independencia en el municipio, donde se robaron la capsula del tiempo, una administración de mitad de los ochenta, y le hicieron honores a una caja llena de arena los actuales munícipes, todo fue ridículo, comparado con las gestas que se pretendían conmemorar; propio de todo ello de la clase elitista de siempre…
Crónica de una riña en la cantina de Rivas…
Eran exactamente las once de la noche del sábado pasado, se cerró el bar del centro y se abrió la cantina de Rivas. Esperando en la esquina de 5 de mayo e independencia, nos disponíamos a ir al 24 por una seis de modelo, cuando, se armó la gresca en la esquina del portal donde está Banamex. Para no quemar a nadie diré que fue un problema entre particulares, uno ebrio y el otro en su sano juicio, pero no mencionaré nombres, pues no es el escandalo el motivo de la nota. La Riña se llevó a cabo "tranquilamente" quiero decir, que la policía a dos cuadras no se dio por enterada. Aquello se volvió un espectáculo, pues de los lados opuestos a la banqueta donde trascurría la confrontación, había publico, entre ellos un servidor. Se dieron como dios les dio a entender, al final el vencedor, que no convenció del todo al respetable, escapó de la furia de los amigos del vencido en un auto. Acto seguido el vencido con sus amigos salió en un taxi, espetando que aquello aún no terminaba. El público terminó agrediéndose verbalmente con todos ellos, tal vez insatisfecho. Pronto la confluencia de las calles mocionadas quedó sola de nuevo, la gente se fue en busca de "otra" a la barra de la cantina de Rivas. Quienes decidieron quedarse en el antro, quizás fueron testigos de otra pelea en algún otro lugar del amplio local (todo el municipio), yo opté por retirarme abrumado y preocupado; ¿cuándo esto pasará de una zacapela inofensiva a una desgracia que lamentar? Mientras Rivas y los regidores creen que nos protegen con su horario restringido. Que no se diga que no lo advertí. Ahí se ven….
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