domingo, 4 de diciembre de 2016

EL "OUTSOURCING" O SUBCONTRATACION LABORAL PERJUDICA A LOS TRABAJADORES

Por Arturo Fernàndez Ramìrez

El derecho laboral con el paso de los años ha tenido una evolución significativa y es en cierta medida una rama del derecho que surge como tal y con un enfoque social, a principios del siglo XX, ya que anteriormente la relación laboral era considerada o tratada desde una perspectiva mercantilista.
Teóricamente, el sentido social del derecho social trajo como consecuencia el reconocimiento de muchos derechos a favor de la clase trabajadora, pretendiendo evitar los abusos y la explotación voraz de la mano de obra de los empleados.
Y así, podríamos decir que el siglo XX fue de grandes conquistas para los trabajadores, iniciando con la creación del artículo 123 de la Constitución de 1917, donde se elevaron precisamente a rango constitucional muchos derechos de los trabajadores.
Sin embargo, el surgimiento en la década de los 80's del neoliberalismo y su posterior avance y consolidación, así como de la globalización, al ponderar un enfoque económico por encima de todo, trajeron como consecuencia el detrimento de la clase trabajadora, materializándose tal detrimento con la llamada Reforma Laboral iniciada con Carlos Salinas de Gortari pero finalizada en este sexenio de Peña Nieto.
Y al margen del retroceso legal en el reconocimiento de los derechos laborales de la clase trabajadora, también desde las décadas de los 80's y 90's se iniciaron toda una serie de prácticas copiadas de otros países, principalmente de origen anglosajón, mediante las cuales la clase patronal eludía sus compromisos y responsabilidades frente a los trabajadores.
Una de esas prácticas es lo que hoy conocemos como el outsourcing, que no es otra cosa que la subcontratación laboral a través de terceros, quienes muchas de las veces resultan ser empresas fantasmas que desaparecen dejando en el completo desamparo a los trabajadores.
Outsourcing es un término del inglés que puede traducirse como 'subcontratación', 'externalización' o 'tercerización'. Es un anglicismo que se compone con las voces out, que significa 'fuera', y source, que traduce 'fuente' u 'origen', es decir, fuente externa. En el mundo empresarial es el proceso en el cual una organización contrata a otras empresas externas para que se hagan cargo de parte de su actividad o producción.
Por tanto, el outsourcing está estrechamente relacionado con la subcontratación de servicios, pues supone la búsqueda de una fuente externa a la empresa que pueda prestar de manera eficiente determinados servicios, para que esta pueda disponer de más tiempo para centrarse en los aspectos claves de su negocio. En este sentido, a través del outsourcing, un empleado puede estar físicamente prestando sus servicios para una empresa pero en realidad legalmente su patrón es otra empresa. Por ejemplo, en el caso del aseo de una empresa, esta puede contratar a otra empresa para que le realice el aseso, entonces esta segunda empresa es la que lleva a cabo la contratación directa de los empleados y es con quien legalmente se tiene la relación laboral. La primera empresa le pagará a la segunda a través de un contrato de prestación de servicios y la segunda empresa será la responsable de pagarle a los trabajadores su respectivo salario y demás prestaciones laborales. Como podemos ver, la segunda empresa se convierte en realidad en un intermediario que realiza una fase administrativa de contratar empleados para a su vez enviarlos a otras empresas que requieren determinados servicios.
El problema que se presenta es que mientras la primera empresa normalmente son confiables, bien establecidas y con cierto prestigio, resulta que la segunda, la que subcontrata, son empresas desconocidas que con mucha facilidad pueden desaparecer, quedando así en el desamparo los trabajadores, porque la primera empresa se defenderá diciendo que no conoce al trabajador, que nunca celebró un contrato laboral con él y que por lo tanto, al no existir una relación laboral, no puede responder frente a dicho empleado.
Y así es como a través del outsourcing , miles de trabajadores han sido afectados y en cambio muchas empresas, se han visto favorecidas.
Por eso es necesario que se regule y legisle en pro de la clase trabajadora para que el outsourcing no sea el escudo de la clase patronal para eludir sus responsabilidades frente a la clase trabajadora. Y si el siglo XX fue de auge legislativo a favor de los derechos laborales con un enfoque social, que el siglo XXI no sea la debacle de todas las conquistas laborales. Todo es cuestión de justicia social y nunca olvidar que todos, patrones y trabajadores, somos humanos y no debemos perder nuestra calidad humana independientemente de la posición en la que nos encontremos en una relación laboral. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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