martes, 23 de enero de 2018

LA MANO DEL METATE
Por Hugo Rodríguez Vázquez

La historia de un crimen impune hasta hoy: El magnicidio
Aproximándose el aniversario 24 del asesinato de Luis Donaldo Colosio, perpetrado el 23 de marzo de 1994 y a propósito de que un hijo del malogrado candidato asesinado, de nombre Luis Donaldo Colosio Riojas, será candidato, pero del partido Movimiento Ciudadano a un puesto de elección en la ciudad de Monterrey, queremos recordar algunas "cositas" que por elementales, llevaron a sospechar que fue un auténtico complot de los propios priístas con Salinas de Gortari a la cabeza, los que orquestaron y organizaron tal magnicidio. Sobre todo dos elementos que resulta inverosímil hayan pasado por alto los organizadores del mítin de Lomas Taurinas y más cuando se trataba del candidato oficial. Es impensable pues que siendo los encargados de la logística de los mítines unos expertos en la organización no hayan reparado y revisado con lupa el lugar donde se presentaría el candidato oficial, lo que se colige pues, es de que escogieron el lugar con todo el propósito u ordenado por alguien.

 ELEMENTO UNO, el LUGAR, un lugar cerrado con accesos difíciles tanto para entrar como para salir, con un grado de peligrosidad máximo, que resulta increíble no hayan percibido los organizadores salvo que haya sido A PROPOSITO, como se sospecha fue en realidad.
 ELEMENTO DOS: No parece (y no lo es), que haya sido totalmente casual el altísimo volumen de la música del sonido local a grado tal de lastimar los oídos de todos los presentes, (por cierto el grupo Machos interpretando La culebra) este comentario del volumen de la música estuvo presente en todas las declaraciones tomadas a los que atestiguaron el crimen. En otras palabras, alguien ordenó al encargado del sonido, elevar el volumen al máximo para tratar quizá de inhibir o confundir las detonaciones que haría el criminal que asesinaría al candidato.
:ELEMENTO TRES: Poco difundidas también han sido hasta el momento las palabras que a gritos hacía el presunto asesino Mario Aburto de "Yo no fui, fue el ruco, fue el ruco", gritos que profería Mario Aburto cuando lo conducían agarrado del cuello en imágenes ampliamente difundidas pero sin el audio original, señalamiento del presunto que no pocos traducen que él sí vio perfectamente a quien disparó el arma, que a su juicio sería un hombre de edad avanzada para señalarlo como "ruco".
ELEMENTO CUATRO: Otro enigma inexplicable, o totalmente explicable por su naturaleza, es que resulta también inadmisible o sospechoso que un evento de tal magnitud, con la asistencia del candidato oficial, al que siguen cientos de reporteros de todas las fuentes periodísticas del país, televisoras y demás medios de comunicación, sólo exista UN SOLO VIDEO CONOCIDO  del momento en que el supuesto Aburto apuntó y disparó a la sien del malogrado candidato. Es decir, decenas de cámaras debieron haber captado EL MOMENTO porque sin duda seguían al candidato paso a paso, ¿por qué sólo una cámara captó el momento del disparo, sospechosamente viéndose SOLO LA MANO DEL ASESINO?. ¿Y los demás medios y sus correspondientes fotógrafos, habían ido al baño en ese momento o se estarían tomando un refrigerio mientras la multitud ahogaba al candidato….?. Todo pues, apunta a que fueron confiscados todos los videos, fotografías y demás imágenes captadas por los reporteros presentes, con el pretexto de la investigación. Lo que querían era conocer qué cámara indiscreta podría haber ampliado el objetivo de su lente en donde se pudiera ver el rostro de quien verdaderamente apretó el gatillo.  De ahí que, pese a las versiones oficiales de tal homicidio, la gente en lo general culpa al entonces presidente Carlos Salinas. Un homicidio que sólo será esclarecido en su totalidad, cuando de verdad tengamos un presidente, que se atreva a indagar en aras de la verdad y la justicia en este país, si fue un asesino salitario o un complot de la mafia política.
Así pues, este recuerdo, de la muerte de Luis Donaldo Colosio, quien en pocos días, cumplirá aniversario de su asesinato. Usted, amigo lector, saque sus propias conclusiones acerca de si fue producto de un atentado por parte de un loco, (versión oficial para ocultar a los autores intelectuales), o de un complot para asesinarlo, lo cual involucraría a muchas personas incluidas las propias autoridades federales de ese entonces, única capaces de hacer posibles tales anomalías que se dieron para propiciar tal magnicidio.

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