Contexto sociohistórico en el que nace
en Sayula Juan Rulfo el 16 de mayo de 1917
Reportaje de Investigación de Rodrigo Sánchez Sosa, Cronista de Sayula
La familia Pérez Rulfo era de las más influyentes en Sayula desde principios del siglo XIX, en que llegaron, como otros vecinos, atraídos por la importancia de la ex capital de los Pueblos de Ávalos. Ya para la segunda mitad del segundo decenio de 1900, algunas de estas familias que arribaron a Sayula durante el siglo XIX, aprovecharon la coyuntura política y las guerras para posesionarse social y económicamente, como los Rulfo (1825) y el Licenciado Severiano Pérez Jiménez su abuelo paterno (1877), haciendo suyos los modos de la identidad local y las redes de parentesco. Se identificaron con Sayula, asimilando los roles sociales de organización y el arraigo que les daba la delimitación de un territorio, el Valle de La Cuenca de Sayula, diferenciándolos de otros y recreando la cultura particular de la región, que ahora incluía el Llano Grande, donde vivía la familia Rulfo Vizcaíno, como extensión de esa territorialidad.
Juan Rulfo, luego de su nacimiento en Sayula, viviría con su familia unos meses en Sayula, para luego residir en Guadalajara, volviendo a San Gabriel en 1920 a los tres años de edad. Entre 1917 y 1919, su padre viviría toda una Odisea antes de volver a San Gabriel y Apulco, buscando establecerse en Guadalajara, Querétaro, Coahuila y Texas, donde trabajó para el gobierno, incluso pensando migrar a los Estados Unidos.
"Papacito, mucho me ha entristecido la ida de Chepo, pero Dios le ha de ayudar porque es muy bueno. Me escribió una carta desde Querétaro que me ha hecho llorar toda la mañana. Pobrecito. Esperemos en Dios le ha de ir bien y esté contento y vaya pronto por María y los niños, para que esté más tranquilo. ( 2 de marzo 1920 carta de la hermana del padre de Rulfo la abuelo de este)."
El licenciado Severiano Pérez Jiménez en 1920 intenta ser diputado local, para lo que invita a su hijo Juan Nepomuceno, entonces en Apulco ya, para coordinar su campaña política, este le responde en una carta así, desde la hacienda de su familia política:
"Con mucho gusto trabajaré por la candidatura de usted y Villa para diputados. Dígame cuándo son las elecciones. Al volver a San Gabriel semblantearé la opinión pública. Es bueno que usted (hable) con sus relaciones en San Sebastián, Tonila, con Don Enrique Schondube, las Palomar en su hacienda, en San Andrés, en Apango con Alejandro Alfaro, etc., para que con tiempo se haga la propaganda (…)" (carta del padre del Rulfo a su abuelo Severiano)
Al volver a Apaulco Juan Nepomuceno, padre de Juan Rulfo, es asesinado, en 1923, y su esposa María Vizcaíno, madre del escritor, muere cuatro años después, en 1827. Quedando, con sus hermanos, al cuidado de su abuela materna doña Tibuercia Arias y su tío Vicente Vizcaíno en San Gabriel, donde inicia su educación básica con las monjas josefinas en 1924.
Un año después de la muerte de su padre, muere su abuelo Severiano Pérez Jiménez; su Abuelo Carlos Vizcaíno había muerto antes, en 1921 de tifoidea. Al estallar el conflicto cristero, el colegio josefino en San Gabriel cierra en 1925, y en 1927 es enviado al Internado Luis Silva de Guadalajara, donde pasará toda su adolescencia. Durante las vacaciones visitará a su familia en el Sur de Jalisco, San Gabriel y Sayula….
La familia Rulfo, como una familia de su tiempo, refleja la identidad sayulense y las características de una clase social terrateniente de principios del siglo XX. Severiano Pérez Jiménez, acomodado vecino y dueño de las diligencias Sayula-Guadalajara, abuelo de Juan Rulfo, ofrece una recepción al arribo a Sayula de la primera maquina del ferrocarril que uniría Guadalajara con el puerto de Manzanillo, a autoridades y distinguidos pasajeros que viajaron a Sayula entonces, denotándose la importancia social y política de su figura, así como su compromiso con el ideal de progreso porfirista de la época . Luís Pérez Rulfo, hijo de Severiano, amigo personal del coronel Francisco Valdez, sobrino político del Gobernador del estado, que gobernaba Sayula, organiza el primer carnaval, clubes sociales y deportivos junto con otros hijos de hacendados, ricos comerciantes e influyentes personas de ese tiempo, develando las relaciones de la familia Rulfo con el poder político y económico en el Sayula de 1917. El padre de Juan Rulfo mantenía una estrecha relación, con su familia de Sayula, su segunda hija María de Los Ángeles nació, como Juan Rulfo, en Sayula, durante una de las estancias de la Familia de los Rulfo Vizcaíno. Los Rulfo son descritos por gente de esa época como afines al gobierno de Carranza y por lo tanto antagonistas de Pedro Zamora, en ese sentido . El regreso, luego del nacimiento de Juan Rulfo en Sayula y el exilio de 3 años, de Juan Nepomuceno Pérez Rulfo y su familia a San Gabriel, coincide con la rendición de Pedro Zamora. Haciendo pues claro que las largas temporadas de la Familia Pérez Vizcaíno fuera de su hacienda en San Pedro Toxín, Apulco y San Gabriel, obedecían al recrudecimiento de la violencia política en la región y las posturas de la familia Pérez Rulfo al respecto .
"La Familia de Doña Julia Navarro de la Torre (bis abuela paterna de Juan Rulfo), originaria de Sayula, Jalisco, de donde procedía María Rulfo Navarro (Abuela de Juan Rulfo) es vista de otra manera (comparándola con la familia materna de Rulfo, los Vizcaíno). Juan Nepomuceno Pérez Rulfo Cheno, si es culto, según lo menciona la señorita Clementina Trujillo Villa (en entrevista con Fabiola Ruíz). Culto para ella tiene la connotación opuesta a los valores campiranos. Cheno si se vestía mejor, Cheno si tenía educación diferente a la de los Vizcaíno, Cheno si provenía de una familia con otras relaciones sociales."
Mientras que en Sayula, desde mediados del siglo XIX, las confrontaciones con la iglesia y los vecinos influyentes eran comunes, en la región del Llano Grande el orden colonial en ese respecto prevalecía, y los abuelos paternos de Rulfo presidían cofradías; don Carlos Vizcaíno construyó una templo luego de volver de Roma, de su propio peculio en su hacienda y la madre de Juan Rulfo, María Vizcaíno, donaría el casco de la hacienda a su muerte a una orden religiosa católica en Apulco, que la posee hasta el día de hoy.
En la periferia de la influencia de dos de los focos económicos y políticos de la región a principios del siglo XX, antagónicos entre si, Zapotlàn y Sayula, El llano Grande prevalecía en su orden colonial, en lo profundo el Sur de Jalisco. Las familias de hacendados y ricos sayulense habían tejido redes de parentesco con los terratenientes del Llano y ampliado su influencia hasta esa región; por su parte, el terrateniente José María Manzano de Zapotlán aterrorizaba la misma región, dueño de la hacienda El Jazmín, imponía con violencia su autoridad y despojaba de tierras a los indígenas, confrontándose con los hacendados de Sayula por motivos de linderos e influencia.
El efecto en Rulfo, como producto de estas redes de parentesco, no sólo se refleja en su personalidad como señala en su investigación Fabiola Ruíz, por un lado, introvertida, parecida a la de su madre y por otro, de gustos refinados y cultos, como los de su padre; sino que, impacta en su obra literaria.
El autoritarismo de la clase terrateniente en Sayula, se practica como una tradición desde la colonia. y aun cuando las luchas ideológicas que trasformaron a México se dieron en Sayula, en la periferia de su área de influencia y territorio, permaneció el orden colonial, lo que hace comprender a Rulfo la realidad del México profundo reflejada en el Sur de Jalisco, un orden casi feudal que convivió con las ideas liberales de la Independencia, la Reforma y la propia Revolución Mexicana. Finalmente, aparece como importante en su obra, la contra revolución cristera de Jalisco, parte de esta misma contradicción social de un país que en ciertas regiones no termina de consolidarse, y que es elemento de construcción en su obra y parte de la identidad regional: La región con una identidad territorial en constante movilidad, donde se contrasta el origen indígena, africano y luego mestizo con la clase terrateniente que pese a la ideología liberal de algunos de sus miembros, del sincretismo criollo de la identidad que da sentido a su vez a una identidad nacional en las políticas sociales de la Independencia, sus formas de organización que implican la ostentación y mantenimiento del poder que se remite al orden elitista del parentesco, se impone irremediablemente entre las masas de desposeídos de principios del silgo XX.
Durante la Revolución Mexicana se da una nueva búsqueda de la identidad nacional ante la paradoja del paradigma político gobernante en México y frente a la amenaza de las implicaciones de las políticas positivistas de Porfirio Díaz que se abría a Europa en un liberalismo enajenante que tenía tiempo negando el rostro del indígena y el mestizo en México. La unidad en muchas partes del país, como en Sayula, no era un proceso terminado, con lo que el viejo régimen colonial sobreviviente, topa con el discurso modernizador. La vuelta a la identidad nacional, a la resistencia contra la amenaza ideológica extrajera, en el caso de las dos realidades divergentes del Llano Grande y Sayula como cabecera de una región diferenciada territorialmente pero siempre en proceso de integración, dejaba evidentes los antagonismos de una clase terrateniente que no se identificaba con los indígena y mestizos, ni aquellos con las poderosos familias de ricos hacendados que vivían en el centro del poder político y económico regional, Sayula. La gente en Sayula y la región, se dividió con la tendencia de la confrontación de 1910, sin perder su identidad, ni unidad territorial. Ésta era la Sayula del tiempo de la Familia Pérez Rulfo durante el nacimiento de Juan Rulfo, su identidad. (Sayulla: del antiguo Tzaulan al Sayula de los Pérez Rulfo)
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