
La Carreta y los Bueyes...
Por Rodrigo Sánchez Sosa
EL Carretero…
El agua, nuestra mina de oro en el municipio…
Es a estas alturas es lugar común adjudicarle el agua en un futuro inmediato el valor que hoy y el pasado siglo tuviese el petróleo. El agua dulce y no contaminada en el planeta escasea y con ella las tierras fértiles. De ahí pues su indiscutible valor. Nuestra posición privilegiada como municipio, nos dota de un recurso envidiable: el agua. Así como ciudades enteras en el país florecieran gracias al auge petrolero, la importancia de este recurso, el agua, en un futuro, podría ser el detonante económico para el municipio. Si las circunstancias políticas, económicas y la violencia, lo permiten. Aún así, el recurso ahí está, y será explotado por quien se lo adjudique justa o injustamente. La infraestructura que alrededor de esto se montará, afectará nuestra vida como municipio definitivamente, para bien o para mal. Si no es que ya lo hace de unos años a la fecha, sin que lo notemos. El pasado fin de semana, el semanario tzaulán, cabeceaba en su primera plana: "Cien millones de pesos se invertirán en el municipio", dicha cantidad, nada despreciable, es apenas el inicio. La nota aclara a su interior, que dicha inversión es del sector privado, con participación importante de capital local. No es una inversión federal ni estatal, es el sector privado invirtiendo en la empresa más rentable de la región, la agricultura, lo que implica las reservas de agua del subsuelo. Por su puesto que la participación del gobierno se contempla en los apoyos de programas de estimulo a este tipo de producción, perola inversión importante es privada. Esto no quedará ahí, las técnicas de producción actuales comparadas con las de finales de los ochentas cuando llegaron las jitomateras al municipio, han evolucionado, lo que predice una explotación de los recursos por las agroindustrias, superior al que se hizo en el pasado; por supuesto un mayor monto en la ganancia. La capacidad para explotar eficientemente el recurso natural han cambiado desde que llegó la agroindustria a Sayula, pero, las relaciones de producción, la distribución de la riqueza generada y las leyes que protejan tanto estos recursos como a los trabajadores, no han sido actualizadas, por lo que de nuevo los mismos de siempre, una minoría, se quedarán con la riqueza que se pudiese producir, mientras la mayoría de los habitantes del municipio se tendrán que conformar con migajas. ¿Habría que recordar que, según nuestras leyes, los recursos naturales de la nación son de propiedad común? Ciertamente el capital invertido podrá ser privado pero, los recurso naturales no lo son. El florecimiento de ciudades como esta que poseen un tesoro natural tan codiciado, depende de clarificar lo anterior; la comparación con ciudades que se beneficiaron del auge petrolero en los setenta, fue posible gracias a que el carácter de la producción y explotación de dicho recurso estaba normado por leyes claras, dado que el petróleo era plenamente reconocido como un recurso del la nación; para tal caso el agua y la tenencia de la tierra, como recursos naturales, no se contemplan hoy así, no hay leyes definitivas y rigurosas al respecto desde la modificación de la constitución por el salinismo neoliberal. Por lo cual el detonante económico para la región podría quedar en un saqueo impune de los recursos de la misma en beneficio de trasnacionales y capitalistas locales. Uno se pregunta: ¿en el cabildo se reflexiona al respecto o como en una junta de administración de una compañía privada se discuten solamente los intereses particulares y los negocios que se pueden hacer en torno a esto? O ¿simplemente se ignora por incapacidad de unos y disimulo de otros que así protegen sus intereses ilegítimos? Lo que sea que pase allí, pocas veces tiene que ver con el interés real de las mayorías a las que representan. Sigamos pues sentados en nuestra minita de oro, hasta que venga alguien y nos demande por estar sentados en propiedad privada…
Sayula Bar & Grill, la paradoja de Rivas…
Esto pasa cuando nuestra preparación nos limita y no aceptamos ayuda, ni opiniones ajenas mucho menos contrarias. En Sayula la restricción en el horario de giros que venden alcohol (Bares y discotecas), paradójicamente, ha convertido a Sayula en una gran cantina después de las once de la noche, particularmente los fines de semana. Todo el municipio es cantina. La gente se orina en las esquinas, frente al las casas; los automóviles con sonidos estridentes pasan haciendo vibrar los cristales de las ventanas de gente que a esa hora duerme; los escándalos en la esquina o la casa de lado en cuya banqueta se puso a tomar el vecino, aparecen y desaparecen como acto de magia cuando la policía se presenta o retira del lugar; patrullas y elementos son insuficientes para resguardar la mega cantina de Rivas, con todo lo que ello implica, sobre todo en riesgos para los parranderos; finalmente se convierte en una oportunidad para que la policía, siempre tan atenta en estos casos, practique el abuso de autoridad y su pobre criterio para aplicar el reglamento municipal. Mejor ahí se ven, si termino en el bote el sábado, ya saben por qué…
PD "Ningún hombre ha pecado tanto que merezca morir dos veces…" Magdalena a Jesús cuando éste pretende resucitar a Lázaro,"El evangelio según Jesucristo"; Saramago.
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