El Centro Universitario del Sur, el Seminario Mayor de Ciudad Guzmán y la capilla de la Virgen de Guadalupe en Telcampana, municipio de San Gabriel, fueron los escenarios en los que públicamente, el padre Alejandro Solalinde Guerra, presentó su mensaje como defensor de los derechos humanos de los migrantes, a favor de los cuales ha desarrollado un trabajo reconocido a nivel mundial.
Solalinde Guerra cumplió con un recorrido por el Sur de Jalisco que concluye este domingo en Techaluta, llevando su mensaje de auxilio en busca de que la sociedad cambie su forma de ver a los migrantes, “sus experiencias serán una luz que nos ayudará a dimensionar el fenómeno de la migración que vivimos en nuestra región en tres modalidades que presentan muchos rostros y que han generado diversas problemáticas”, expresó el sacerdote Antonio Villalvazo Díaz, al darle la bienvenida en el Seminario Mayor.
Las tres modalidades son, primero, la de los paisanos que desde hace más de 60 años viajan a los Estados Unidos en búsqueda del sueño americano; en segundo lugar, la llegada a la región de jornaleros agrícolas de Oaxaca, Veracruz y Guerrero, y en los últimos años, el arribo de hermanos centroamericanos en su tránsito hacia el país del norte; “cuyo sueño se convierte en una pesadilla y en un calvario de explotación por las bandas del crimen organizado y por autoridades policíacas”.
“Esperamos que su compromiso y su experiencia nos anime a humanizar la experiencia migratoria desde su origen hasta su destino; a luchar por la dignidad de las personas; a erradicar la violencia y a reconstruir el tejido social; y a vivir nuestra misión como hermanos y hermanas en la fe, siendo solidarios”, señaló Villalvazo Díaz, reconocido por el trabajo desempeñado a favor de este sector, incluso es fundador del albergue “El buen samaritano”, en donde se brinda alimento y hospedaje a familiares de pacientes del Hospital Regional y a migrantes en tránsito.
En sus participaciones, el Padre Solalinde reiteró el llamado para que todos sean verdaderos cristianos y ante estos casos busquen la manera de ayudar a quienes obligados por las condiciones económicas en las que viven, dejan su tierra y familia en busca de mejores oportunidades de vida, pero que muchas veces lo que encuentran es la explotación.
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