47 alcaldes en España gobiernan sus respectivas comunidades de forma ininterrumpida desde 1979
Por Federico Gonzàlez Alfaro
España en 1979, hizo su transición a la democracia. Con la muerte de Franco, se celebraron las primeras elecciones libres desde 1931. Desde esas históricas elecciones, 47 alcaldes no han perdido una sola elección desde hace 36 años.
El diario El País publica un interesante artículo de los mismos. A mi estilo, hago una narración tratando a adaptarla a nuestra comunidad. De estos 47 alcaldes, los hay de todo tipo de ideologías, nos encontramos, desde conservadores, socialistas, de izquierda jornalera, hasta un franquista declarado que tiene orgulloso, una fotografía del dictador en su oficina.
La clave de su éxito es la misma en estos 47 alcaldes, su trabajo y su trato con sus conciudadanos. Cuando un alcalde dura tanto tiempo en su puesto, corre el riesgo de sentirse un pequeño dictador o un rey chiquito y no soporta las críticas.
Estos alcaldes provienen de comunidades como la nuestra, pequeñas, donde las buenas decisiones son muy visibles. Sus electores votan por el como persona, poco les interesa el partido político que representa, si funciona, porque dejar de votarles. Los pueblos, de los 47, 46 tienen sus finanzas sanas, no deben un céntimo, sus administraciones son honestas. Solo uno está endeudado, el alcalde de Torremocha. Debe 1.3 millones de Euros.
Pero el Ayuntamiento es dueño del supermercado, de la escuela de música, tiene casas de alquiler, un polígono agroalimentario, servicios para todos, inversiones que enriquecen a los vecinos, trabajo y vivienda para los que vienen de fuera. Admite el alcalde: "prefiero estar endeudado y con 80 niños en el colegio que de brazos cruzados". Su deuda es perfectamente manejable, ridícula. Estos alcaldes son dan soluciones día a día, son cordiales en su forma de gobierno.
Bromean con sus conciudadanos, por ejemplo, al alcalde de Villanueva de la Cañada, le llaman Luis. Un paseo de Luis por su municipio confirma la adoración por su alcalde. Patricia Gosálves, narra que recibe abrazos de sus amigos de izquierda siendo el conservador. Le hablan de tú: "Ya que te veo…" Otro alcalde dice orgulloso: "Hemos pasado de ningún colegio a tener ocho… aquí se vive bien y CON DEUDA CERO"
En Sayula, hemos tenido un buen alcalde, Samuel Rivas, pero sin el carisma ni la humanidad de estos alcaldes españoles. Ninguno de los 47 han caído en el vértigo del poder, siguen siendo los amigos de sus pueblos. Se van como el alcalde de Épila diciendo: "No me voy harto ni cansado… pero ha llegado el momento".
Queriendo emular la hazaña de Samuel Rivas, le han salido unas replicas nada agradables, grotescas, de mal gusto. Se les olvida algo muy elemental, ser coherentes entre su vida pública y privada. Samuel, será un déspota, es por todos conocido que ambos no coincidimos, pero aún así, le reconozco su trabajo. La vida privada de su familia es honesta. Ninguno tiene nada de qué avergonzarse.
Nunca ha tenido algún familiar en sus administraciones, a diferencia de los que ahora quieren emular su hazaña que contratan o desean contratar a familiares, compadres, amigos y bienhechores.
Sus colaboradores, solos son y serán un terrible fracaso, no ganan ni a las canicas por su cuenta, aún se postulen 2,3,4 veces. Los otros, ex alcaldes, ex síndicos, ex regidores, ex lo que sea, no son ni la sombra que quieren emular. Toda copia no es mala, es muy mala. He dicho.
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