Para quienes todavía creen en el actual gobierno de Peña Nieto y que creyeron lo que se dijo sobre la llamada Reforma Energética de que no afectaría nuestra economía, además de que no solo no aumentaría la gasolina sino que hasta bajaría de costo; ahora que ya iniciamos el año con el famoso gasolinazo, ¿qué explicación pueden darnos?
Peor aun cuando hace un año el mismo Peña Nieto con bombo y platillo anunció las "bondades" de la Reforma Energética y que ya no habría aumentos a la gasolina.
Sin embargo, tal y como se había anticipado, la Reforma Energética al no ser otra cosa que la privatización de PEMEX, era obvio que los derivados del petróleo incrementarían su costo en franco perjuicio para el pueblo en general.
La grave corrupción que prevalece en PEMEX, así como la falta de una adecuada y actualizada infraestructura, trae como consecuencia que no podamos competir y por lo tanto, el costo de producción eleva el precio de la gasolina o mejor dicho, que no podamos trabajar en los derivados del petróleo de tal manera que nos vemos obligados a venderlo crudo al extranjero y comprar después sus derivados obviamente a un sobre precio.
Es indudable que el aumento a la gasolina provoca una inflación muy superior a la que de manera oficial anuncia el Banco de México que supuestamente es del 4%.
Y mientras los salarios suben el 8%, la gasolina sube en un porcentaje muy superior, lo que trae como consecuencia ineludible que todos los productos, incluyendo desde luego los de la canasta básica, se incrementan en el doble o más de este porcentaje, perdiéndose así el poder adquisitivo de la clase trabajadora.
En el fin de año y aún en el inicio del presente, se reportó una gran "compra de pánico" del combustible indispensable para podernos trasladar de un lugar a otro, ya que intencionalmente los distribuidores ocultaron la gasolina con la insana pretensión de venderla con el incremento autorizado.
Lo peor es que, como ya se había anunciado, a partir de este año inicia la liberación del precio de la gasolina. En el caso de Jalisco, de acuerdo a la Comisión Reguladora de Energía, será hasta octubre y noviembre cuando quedará liberado el precio de la gasolina, lo que de alguna manera se anticipan más incrementos a este combustible.
Frente a la alza de precios de la gasolina, el Secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio Meade Kuribreña, dice que no debe asustar a los consumidores mexicanos, porque con el nuevo esquema se divorciará el precio del petróleo de razones tributarias o políticas.
De mi parte puedo decir que el Secretario de Hacienda tiene razón en que no debemos asustarnos por el aumento de la gasolina, porque al final de cuentas nada ganamos con vivir asustados.
Sin embargo, si nos debemos indignar para exigir que baje su valor, para que el pueblo despierte de una vez por todas y frene estos incrementos que al único que afectan es a la clase económicamente más baja.
Y si bien el lunes pasado se realizaron marchas y protestas, creo que debemos ir más allá, debemos organizarnos como sociedad y mantener esta organización de manera activa hasta lograr el objetivo, de lo contrario, todo seguirá igual o peor. En lugar de quejarnos, mejor actuemos. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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