Semanario Horizontes

E d i t o r i a l

Los culpables somos todos, la solución también; digamos NO  al comercio y consumo de drogas y enervantes
Hace unos días fuimos testigos de una tragedia más que deja como secuela dolor y luto en una familia de la localidad. Si pretendemos encontrar culpables, los hay, son los que tienen el control y el trasiego de drogas, pero principalmente quienes las consumen y si queremos ir más allá, somos todos culpables de alguna manera por permitir este flagelo del que sabemos que existe y nada hacemos por evitarlo o al menos combatirlo y sólo tratamos de esconder la cabeza en un hoyo tratando de eludir el problema, pegando el grito sólo cuando nos toca. Agregando sobre el particular encontramos este comentario de nuestro compañero y colaborador Rodrigo Sánchez Sosa quien afirma : “Si tenemos que ser estrictos y objetivos en un asunto tan delicado y serio como el cambio del país, debe quedar claro que el uso de drogas reproduce el narco estado. No es necesario una guerra para cambiar México, es simplemente deshacernos de los valores que hacen apología del crimen: La criminalidad no es parte de nuestra tradición, el pueblo de México es heroico, noble, de muy altos valores, lo que hoy vivimos es terrible y vergonzoso. La ignorancia y la barbarie, no pueden seguir al frente de esta nación. Comencemos por uno mismo, repudiemos la corrupción, la apología del crimen y el uso de sustancias toxicas que nos han mantenido dormidos, sumisos y con miedo; ¡Despertemos, por nuestro país, por los niños que hoy son asesinados en todo el país! No hacen falta balas, solo dí ¡Ya basta! ellos lo saben: una guerra contra el pueblo, es una guerra perdida.” Subrayando lo anotado líneas atrás, en materia de culpables, y responsables de las muertes y tragedias relacionadas con las drogas, lo son quienes hoy en día son CONSUMIDORES, más allá de la responsabilidad que tengan otros, puesto que mientras haya demanda -que la hay y mucha en Sayula- el consumo y trasiego de todo tipo de drogas prohibidas no terminara