sábado, 13 de mayo de 2017

Especial para Horizontes...
¿Negó Juan Rulfo a Sayula...?
Reportaje de Investigación de  Rodrigo Sánchez Sosa, Cronista de Sayula

Durante años, más de cuarenta, desde que se supiera que el famoso escritor mexicano, figura icónica de México en el mundo, relacionado con las letras y las artes, naciera en Sayula, de acuerdo a una acta de del registro civil y una fe de bautismo, las personas en Sayula reaccionaron con molestia a las declaraciones públicas de Juan Rulfo sobre su lugar de nacimiento, dado que, dependiendo de la entrevista decía Juan haber nacido en Apulco o San Gabriel; lejos de los reflectores que favorecían a Juan, los sayulenses, juzgaron mal al escritor. Juan Rulfo, cuyo nombre verdadero era Juan Nepomuceno Pérez Rulfo Vizcaíno, no era cualquier hijo de vecino, era la figura nacional de las letras en el mundo, tenía una imagen creada que se relacionaba con su obra, para ello era más rentable, romántico, épico y misterioso, como su obra, que el escritor naciese en los parajes del  bajío que describen la mayoría de sus narraciones: el Llano Grande, entre haciendas y pueblos campesinos perdidos en lo profundo del Sur de Jalisco, en medio de una agreste llanura que se extendiera  hasta donde la vista alcanzase. Ciertamente ese es el lugar de los recuerdos de la infancia de Juan Rulfo; pero la realidad era que Juan nació en Sayula, "de este lado del Llano", como él mismo lo dice en su novela Pedro Páramo. Pero no sólo eso, también era verdad que, aunque nació en Sayula, sólo lo visitó esporádicamente en su niñez, lo que no quiere decir que no lo vivenció como a los pueblos del Llano, pues describe perfectamente a Sayula en su novela citada. Es verdad, como él decía, que fuera de su familia conocía pocas personas en Sayula, eso quizás lo hiciese sentir como extraño por su tierra, y se entiende. Rulfo nació en Sayula, durante una estancia de su familia que huía de la violencia de la revolución; dos años antes, su hermana María de Los Ángeles, en 1915, nació también en Sayula, muriendo poco después. Esto nos da idea que la familia de Juan pasaba largas temporadas en Sayula, no sólo por ser un pueblo con más garantías que Apulco o San Gabriel, sino porque aquí vivía su familia paterna desde cien años antes (1817 o 1821), aquí nació y creció su padre. Rulfo nació en casa de su abuelo paterno en Sayula (calle Ávila Camacho poniente, antes I. Madero número 32). A pesar de esto, Rulfo se sentía emocionalmente muy cercano a su madre, a la tierra de ella, Apulco, San Gabriel, el Llano, es obvio en su obra; pero, su identidad estaba marcada por su familia paterna en Sayula, esto también es obvio en la misma.
¿Negó Rulfo a Sayula? diferenciemos al Rulfo público del privado, antes que nada. Juan no podía decir en las entrevistas otra cosa que no fuera acorde a la imagen que se le asignó en relación con su obra, como ya se dijo arriba; pero, no escogió su apellido materno para firmar su obra, bien podría haber sido Juan Vizcaíno y no Juan Rulfo (pseudónimo que le sugirió su tío David Pérez Rulfo sayulense), pero no fue así ¿Por qué?
No se puede relacionar a los Pérez Rulfo con el bajío, con San Gabriel o Apulco fuera del padre de Rulfo o de sus hermanos, sobrinos y descendientes de estos. Los Rulfo eran de Sayula, en ese tiempo se les reconocía como sayulenses. El hecho de que Rulfo escogiera el apellido paterno que tanto le costó a su familia de Sayula preservar, no era casualidad o producto de la mercadotecnia editorial del tiempo en que se publicó su obra; sino el reconocimiento de una identidad, de una raíz familiar, de algo que lo determinó como persona y lo influyó como creador: la familia Pérez Rulfo de Sayula, su familia. Esto de ninguna manera es negar un origen, de ninguna manera es sólo haber nacido casualmente en algún lugar o haber sido registrado por azares del destino en el pueblo que no se nació, No de ninguna manera, Rulfo no sólo nació en Sayula, era miembro de una antigua familia de Sayula. Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaino, puso a Sayula, este municipio del sur de Jalisco, y a la misma región, en el mapa del mundo con letras de oro. A la ignorancia en Sayula, que ha vuelto el resentimiento mal entendido odio o insulto, habría que preguntársele: ¿Es poca cosa lo que hizo Rulfo por Sayula? ¿No demostró ese amor por la tierra natal con esto? Las entrevistas públicas donde Rulfo dijo haber nacido en otro lugar eran parte de lo que podríamos llamar publicidad, compromisos con su imagen pública. El amor por la tierra de su familia paterna y lugar donde nació es claro.
Por si fuera poco, tenemos aquí una investigación sobre sus ancestros, los Rulfo, para demostrar lo anterior, desde que llegaron a la región procedentes de Queretaro en 1797 hasta la actualidad (en Sayula vive aún hoy su sobrina Eva de la Fuente, hija de Eva Pérez Rulfo Vizcaíno, más conocida en Sayula como Eva de la Fuente, con lo que la familia Rulfo cumpliría 200 años de permanencia en Sayula):
Su tátara abuelo:  Don Juan Manuel del Rulfo criollo de Querétaro llegó a la región en 1780 o 1790, casó con María Ana Peres Díaz (sic) en Zapotlán el Grande  el cuatro de febrero de 1797. En este lugar nacieron todos sus hijos, de acuerdo a datos y registro de nacimiento y bautismo, los cuales fueron: José María Gumersindo Rulfo Pérez (bisabuelo de Juan Rulfo), nacido el 25 de enero de 1815; José María Antonio Rulfo Pérez, nacido el 27 de noviembre de 1808; María Josefa Justa Rulfo Pérez, nacida el 20 de julio de 1818. María  Josefa Pantaleona Rulfo Pérez, nacida el 28 de julio de 1798; María Josefa Gregoria Rulfo Pérez, nació el 13 de marzo 1811; José Francisco Teodoro Rulfo Pérez, nacido el 2 de abril de 1799; José Ygnacio (sic) María Rulfo Pérez, nacido el 2 de julio de 1802 y María Dolores Rulfo Pérez, nacida el 31 de marzo de 1806.  Antes de 1820, Don Juan Manuel de Rulfo recibe la encomienda de una escribanía en Sayula, donde va a radicar con su familia, quedando esta, a su muerte, en manos de su hijo José María Gumercindo.
 Su bisabuelo: Don José María de Rulfo, bis abuelo de Juan Rulfo, casó con Doña María Navarro, alteña, en Tepatitlán Jalisco, el 30 de mayo de 1861. Los Rulfo Navarro se establecen en Sayula en 1862, donde José María había heredado su escribanía, aquí nacen casi todos sus hijos. Por las actas comparadas se deduce que, José María (1815) tenía ya 46 años y María Navarro, consta en la misma acta de matrimonio , 25 años cuando se casaron. Sus hijos Nacidos en Sayula fueron María Josefina Martina Rulfo Navarro (abuela de Rulfo), nacida el 14 de noviembre de 1865; José María Gregorio de Jesús Rulfo Navarro, nacido el 14 de marzo de 1863; María Josefa Micaela Rulfo Navarro, nacida el 25 de mayo de 1868; María Emilia Rulfo Navarro, nacida en Tepatitlán el 8 de abril de 1871 y María del Carmen Aleja de Jesús Rulfo Navarro, nacida el 7 de agosto de 1873 . El único hijo, José María Gregorio, murió en Guadalajara muy joven y sin hijos, de ahí que los hijos de su hermana María Rulfo Navarro, que se casaría en Sayula con el licenciado Severiano Pérez Jiménez, decidieran cambiar su apellido a Pérez-Rulfo como uno solo, para conservar el apellido de su madre, Rulfo.
Su abuelo: el licenciado Severiano Pérez Jiménez, llegó a Sayula de Lagos de Moreno Jalisco donde nació el 19 de julio de 1856, Casándose en la parroquia de Sayula con María Rulfo Navarro el 8 de octubre de 1883 . Fue dueño de la empresa Diligencias Guadalajara-Sayula, algunos ranchos y la hacienda de san Pedro Toxín en El Llano Grande. Severiano Pérez Jiménez, procreó con María Rulfo Navarro diez hijos, todos nacidos en Sayula Jalisco: Severiano Ruli ,nacido el 10 de diciembre de 1908; Luís, nacido el 21 de julio de 1884; Juan Nepomuceno (padre de Juan Rulfo), nacido 1 de agosto de 1889; María Esperanza Victoria, nacida el 17 de diciembre de 1892; Jesús, nacido el 20 de junio de 1894; María Rosa, nacida 17 de septiembre 1906; José Raúl, nacido el 16 de enero de 1905; David, nacido 30 de julio de 1903; Luis Benito, nacido el 26 de abril de 1896 y Julia de la que no obtuvimos datos exactos.
Su padre: Juan Nepomuceno Pérez Rulfo, se casó por lo civil con María Vizcaíno Arias e Apulco (1897), el 31 de enero de 1914 en Tuxcacuesco. Sus hijos fueron, Severiano, nacido en Apulco en 1914; María de los Ángeles que nació en Sayula, y murió pequeña en 1915; Francisco, quien nació en Guadalajara en 1921; Eva, quien nació en San Gabriel en 1923 y Juan Nepomuceno Carlos Pérez Vizcaíno, Juan Rulfo, nacido un 16 de mayo de 1917 en Sayula Jalisco.
 Su padre administraba la hacienda de su abuelo Severiano en San Pedro Toxin, y la interacción con la familia paterna de Sayula, en Sayula,  era normal. Su padre murió asesinado el 1 de junio de 1923 cuando él tenía seis años. Ingresó a la escuela primaria en 1924, el colegio de las monjas josefinas en San Gabriel; seis años después moriría su madre, mientras estaba internado en el colegio Luis Silva de Guadalajara con sus hermanos. Fue testigo de los violentos episodios de la rebelión cristera entre 1926 y 1929. Todo lo cual lo marcó.
En 1933 quiso ingresar a la Universidad de Guadalajara, pero al estar en huelga, decidió trasladarse a la Ciudad de México, en 1934. Ese mismo año asistió como oyente al Colegio de San Idelfonso, al mismo tiempo que comenzó a escribir y a colaborar en la revista América.  Desde 1938 viajó por regiones del país en comisión de servicio de la Secretaría de Gobernación cultivando su pasión por la cultura y la antropología. Entre 1938 y 1942 aparecieron publicados dos cuentos suyos en la revista Pan que dirigía Juan José Arreola, los textos formarían parte de El llano en llamas (1953), junto con otros que fueron apareciendo en distintas revistas.
En 1946 comenzó a trabajar para la Goodrich Euzkadi como agente viajero y allí inició su notable labor fotográfica. Se casó en Guadalajara Jalisco con Clara Aparicio en 1947, con la que tuvo cuatro hijos: Claudia Berenice, Juan Francisco, Juan Pablo y Juan Carlos. De 1954 a 1957 colaboró en la Comisión del Papaloapan y fue editor en el Instituto Nacional Indigenista.
 En la primera mitad de los años cincuenta del siglo pasado, se publicaron sus dos obras cumbres que lo convertirían en un ícono de la literatura Universal; El llano en Llamas, 1953 y Pedro Páramo.
 Fue autor de guiones cinematográficos, como El despojo; El gallo de oro (1964) Dir. Gavaldón con López Tarzo y Lucha Villa, coescrito con Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez y La fórmula secreta (1965), de Rubén Gámez.
En 1970 se le otorgó el Premio Nacional de Literatura en México y en 1983 el Premio Príncipe de Asturias en España. Además, la Beca Guggenheim en Artes América Latina y el Caribe 1968. Luego de su muerte, si hizo acreedor al Premio Ariel al Mejor Argumento Original en 1987 por el guion de la película El Imperio de la Fortuna. Juan Rulfo falleció en la Ciudad de México el 7 de enero de 1986.




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