La Cuesta de....Sayula
Terminó la temporada de pitayas
Ni antes ni después, tal y como estaba previsto, llega a su fin a mediados de junio, la temporada anual de la cosecha de pitayas, que este año, al menos se mantuvo el nivel de producción normal respecto del año pasado. Como ya lo hemos comentado, al menos en Sayula, cada año al disminuir el número de órganos pitayeros, por causas habitacionales o cambio de uso del suelo, disminuyen en igual proporción las pitayas que en un tiempo hasta el final del siglo pasado, por citar un cálculo discreto, a Sayula le dieron fama las pitayas tanto por su cantidad como por su calidad. Atrás quedaron esas épocas de enormes pitayeras sayulenses que producían gran cantidad de pitayas que iban a parar en su gran mayoría a Guadalajara, a los distintos mercados populares, como el Mercado Corona, entre otros, entonces los productores locales hacían uso del tren, para transportar hacia la capital del Estado, las muchas pitayas que en Sayula se producían y de las cuales muchas familias se mantenían. Empero el crecimiento de Sayula obligó a que muchas pitayeras dieran paso a conjuntos habitacionales o las propias familias destinaron sus tierras a otros cultivos que consideraron más rentables, aunque habrá que subrayarlo, la derrama económica que deja la producción de este deliciosa fruta no es nada despreciable. Y si no, ahí están las poblaciones como Techaluta, Amacueca y otras comunidades aledañas que por el contrario han incrementado el cultivo de pitayas hasta hoy con excelentes resultados.
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