Por Arturo Fernàndez Ramìrez
No estamos en las llamadas temporadas altas, es decir, vacacionales y sin embargo, los medios informativos dan cuenta de muchos accidentes que han venido ocurriendo en las últimas semanas.
Es decir, por lo general en los periodos vacacionales de Semana Santa, de Verano y Navidad, es cuando ocurren muchos accidentes provocados por los automotores, en zonas urbanas pero principalmente en las carreteras.
Y es cuando las autoridades de los diferentes niveles actúan con operativos especiales con el fin de prevenir y evitar o al menos disminuir este tipo de accidentes.
Lamentablemente hemos visto que los percances automovilísticos se han incrementado a pesar de que no estamos en ninguno de esos periodos vacacionales.
Y esto, definitivamente debe ser motivo de una reflexión profunda no solo de las autoridades, sino de nosotros mismos porque la mayoría de estos accidentes son a causa de la negligencia del ser humano.
En efecto, de acuerdo a estadísticas, el 80% de los incidentes de automotores podría evitarse si todos cobráramos conciencia de no manejar cansados, en estado de ebriedad, bajo los efectos de aluna droga, a exceso de velocidad, usando el celular, sin hacer una revisión preventiva de nuestro vehículo o infringiendo cualquier otra disposición normativa en materia vial.
Debemos entender que las normas tienen su razón de ser en salvaguardar la integridad de todas y todos nosotros, no para fomentar la corrupción al violarlas y pretender sobornar a los agentes viales para evitar una sanción.
Entonces, si el 80% de los accidentes son por negligencia de nosotros mismos, esto significa que en este mismo porcentaje es la responsabilidad que tenemos como ciudadanos en la disminución de los siniestros automovilísticos y tan solo el 20% recae en las autoridades.
Son fatales las consecuencias que derivan de los accidentes viales, sobre todo cuando se provocan pérdidas humanas o daños que dejan secuelas para toda la vida. Lo material de algún modo lo podemos reponer, pero la vida o la integridad corporal, definitivamente no.
Ojala que realmente hagamos conciencia de esto, que asumamos nuestra respectiva responsabilidad y que se logren disminuir en forma considerable los accidentes viales. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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