PARA DEJAR DE SER MEXICANO.
Por Moisés Zepeda Gómez
Para ser mexicano y poder echar huacos, manganas, beber tequila en jarro, votar y ser votado, se requiere un marco de requisitos establecidos en la preciosa Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Empieza por la protección del artículo primero que dice: nuestros derechos humanos están protegidos por todos los convenios internacionales contraídos por el Gobierno en nuestro nombre y sin importar los estratos del régimen, por obligación deben respetarlos.
En el artículo 2 reza: LA NACIÓN MEXICANA ES ÚNICA E INDIVISIBLE, que la conforma nuestra pluriculturalidad, las formas de convivir, cómo arreglar los conflictos, acceder a los derechos de poseer, hablar lenguas propias de etnias, la educación, recibir los beneficios de las mejoras de las comunicaciones y muchas más cosas.
Continuando ahora con el once, este nos dá el derecho de ir y venir cuándo y cuánto nos plazca por todo el territorio mexicano sin darle cuentas ni pedir permiso ni al policía de la esquina (a la esposa si, por supuesto).
Mientras el artículo 117 Constitucional y 123 del Código Penal Federal establecen que es traición a la Patria quien realice actos contra la Independencia, soberanía o integridad de la Nación mexicana con la finalidad de someterla a Persona, grupo o gobierno extranjero.
Aceptando que nuestro representante gubernamental dejase claro el punto que sólo sería la separación en lo fiscal violando el 35 Constitucional, me gustaría que se entere el lector cuánto es en dinero y las partidas que recibe Jalisco por año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario