Semanario Horizontes

 La próxima sucesión del rector de la U. de G.

Por Arturo Fernández Ramírez

Aunque será el próximo año, en 2025, la elección del nuevo rector de la máxima casa de estudios de Jalisco. Una vez que pasaron las elecciones del 2 de junio y ante el reacomodo de las fuerzas políticas, iniciaron los movimientos al interior y exterior de la Universidad de Guadalajara con tales fines. La ausencia física de quien fuera el líder indiscutible desde 1989 hasta su muerte, Raúl Padilla López, ha hecho que más de una o uno, busque ser la o el nuevo dirigente moral. Estaremos atentos en los próximos meses, pero sobre todo, en el resultado final, para saber quién será.

     Dentro del grupo universidad, en el primer nivel de la toma de decisiones, estaba el llamado líder moral Raúl Padilla López, su hermano José Trinidad, así como Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla y José Alfredo Peña Ramos. Después de ellos se derivaban los demás liderazgos que de alguna u otra forma rendían cuentas a alguno de los anteriores. Con la muerte del primero, quedó acéfala esta fuerza política y en automático el actual rector Ricardo Villanueva Lomelí, por la importancia de su cargo, se convirtió en el líder formal.

   Pero eso de ninguna manera garantiza que después de concluido su rectorado, en 2025, continúe siendo el líder máximo del grupo universidad. Siendo este, precisamente, el gran reto al que se enfrentará esta organización política en los próximos meses. El nombre del siguiente rector, la forma en que se elija y el reparto de las demás posiciones que son claves en la Universidad de Guadalajara, nos darán la pauta para saber quién tendrá el nuevo liderazgo moral.

     Históricamente siempre ha existido un líder moral en este grupo, antes de Raúl Padilla López, era Álvaro Ramírez Ladewig, con anterioridad a él, fue su hermano Carlos. Y así nos podemos retroceder en el tiempo recordando los hombres fuertes que han estado al frente de esta estructura política. Siempre con una gran influencia en la vida pública de nuestra entidad federativa, en ocasiones con alcance nacional.

     Y es que la Universidad de Guadalajara, como el lugar donde se materializa el derecho humano a la educación pública, es la institución educativa más grande en Jalisco. Y la segunda a nivel nacional, tan solo superada por la Universidad Autónoma de México (UNAM). Más del 70% de las y los profesionistas jaliscienses egresan de nuestra alma mater, es aquí donde las clases sociales económicamente bajas tienen la oportunidad de poder estudiar.

      En pocas palabras, el presupuesto que recibe, la estructura que tiene en todos los rincones de Jalisco, los cientos de miles de estudiantes, las decenas de millares del personal docente, investigadores, entre otras cosas. Hacen que la Universidad de Guadalajara se convierta en un gran coto de poder. Al que la clase política quiere controlar y dirigir, bien de manera interna, externa o a través de alianzas y coaliciones.

     De ahí los muchos momentos históricos de enfrentamiento y confrontación con actores y grupos de poder. Por eso, es importante estar atentos al nombramiento del próximo rector general, para saber quién logrará ser el nuevo líder moral. Y con ello visualizaremos el futuro mediato e inmediato de la U. de G.