domingo, 11 de diciembre de 2016

El Hospital de los Venerables Sacerdotes de Sevilla y el Jardín Celso Vizcaíno de Sayula, un paseo por el tiempo  
 
            Por Federico Gonzàlez Alfaro

Recorrer a Sevilla y  a Sayula, es un verdadero paseo por el tiempo. Sevilla es una ciudad romana, árabe, renacentista, barroca, ecléctica. Una aparente sencilla y modesta portada de una edificación sevillana, la del Hospital de los Venerables Sacerdotes de Sevilla, no se le puede ni debe comparar, con el Reales Alcázares, con la Giralda, con el Palacio de las Dueñas, con la Basílica de la Macarena, entre otros emblemáticos edificios. Seguramente, a más de algún ignorante, le resulte su portada, tosca, obsoleta, nada funcional y dada su inmensa ignorancia, sería capaz, como más de un ignorante "Ilustre" de Sayula,  de pedir su demolición. Sin embargo, tanto esta construcción Sevillana como el Jardín de niños Celso Vizcaíno, tienen su encanto. A pesar de su falta de mantenimiento a ex profeso por parte de incultos funcionarios  municipales desde hace varios periodos.
Sin embargo, ambas construcciones tienen la protección de sus respectivas autoridades responsables de la cultura e historia de sus países.
Sayula no se puede comparar con Sevilla, pero, tiene su belleza indiscutiblemente. Sayula jamás tuvo ni tendrá los recursos de Sevilla, pero tiene lo suyo a medida de sus posibilidades.
El jardín Celso Vizcaíno, es una joya jalisciense de la arquitectura regionalista ecléctica mexicana de mediados del siglo XX.
Jose Antonio Cuevas en la ciudad de México y Luis Barragán en Jalisco, son dos de los máximos exponentes de la arquitectura mexicana del periodo de 1930 a 1970 en México.
El edificio del Jardín de Niños Celso Vizcaíno en Sayula, es un claro ejemplo de una equilibrada mezcla de estilos clásicos con moriscos, del minimalismo y con el naturalismo, características representativas de esta corriente artística jalisciense. A esta expresión artística se le denomina arquitectura regionalista ecléctica mexicana. Afortunadamente, este edificio, está catalogado como una finca de valor artístico relevante y está incluida en el inventario de fincas patrimoniales de la Secretaría de Cultura de Jalisco.

Todos los elementos constructivos de esta finca tienen un equilibrio. Desde la herrería de sus ventanas, sus columnas adosadas de cantera rosada, su entrada principal también de cantera, la tejería de sus ventanas, rompen con la arquitectura contemporánea a esta corriente artística.
Hoy en día, varios "personajes ilustres" de Sayula pedían su demolición por considerarla obsoleta y poco funcional. Sin embargo, sus apreciaciones son altamente subjetivas y claramente erróneas. Si analizamos el perfil de sus detractores, nos damos cuenta que poco o nada saben de arquitectura e ingeniería, mucho menos de arte en general.
Si los expertos de la Secretaria de Cultura y del INAH, la incluyeron en el catálogo de fincas patrimoniales, es por algo.
Claramente se ve que existían intereses económicos muy fuertes para pedir semejante atentado cultural. Su servidor no cuenta con los doctorados de su tío Alfonso Alfaro, Doctor  y maestro emérito de la Universidad de Paris, director del Instituto de Investigaciones de Artes en México, miembro del Centro de Estudios Internacionales del Colegio de México y miembro de la Escuela Superior de Arquitectura,   pero si con los conocimientos suficientes y necesarios para exigir su protección por parte de la Secretaria de Cultura del Estado de Jalisco y del  INAH. El trabajo de mi tío Alfonso: "Histories de la mémoire et de l´oubli" bien se aplicaba a este caso específico
No esperen sus "ilustres" detractores una vía libre si siguen insistiendo en su demolición, se los garantizo.  Varios, entre ellos la propia  Secretaria de Cultura del Estado, el INAH, su servidor, Jorge Ramos y demás personas e instituciones que en verdad aprecian al patrimonio edificado y cultural de Sayula, se los impediremos. Todos, les recordaremos, con mucho gusto que con el patrimonio histórico de Sayula y de México no se juega ni se lucra.  

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