domingo, 17 de septiembre de 2017

   La Polìtica desde gayola

Por Rodrigo Sànchez Sosa

     La frivolidad como política de masas en Sayula.
El Problema de la realidad se nos plantea como un desafío. Hoy en día aquí mismo, en Sayula, en un lugar ya no tan aislado del mundo globalizado, nos enfrentamos a una realidad estructural, sistémica, que nos apura a resolver lo inmediato, llámese abuso de los recursos naturales, contaminación por la actividad agro industrial, ineptitud política, problemática económica, plan de desarrollo; corrupción, violencia, crimen organizado, seguridad, desintegración familiar, adicciones, salud pública, niveles de aprovechamiento y deserción escolar, explotación laboral, explotación indiscriminada de nuestros recursos, etc. Pero sobre todo el impacto individual de todo ello en la personalidad de cada uno de nosotros los sayulenses.
En este fenómeno reciente del activismo social aquí en nuestra ciudad media, municipio semi urbano de Sayula, la problemática desbordada se manifestó en toda su complejidad; más, resolución fue muy pobre: el poder de convocatoria que tuvo la primera etapa de este activismo, el fenómeno nacional llamado "El gasolinazo", impactó en todos sentidos localmente, nadie, ni los mismos gasolineros, autoridades locales o los mismos priistas lo veían con antipatía. Se pudo percibir a muchos políticos que, afilando sus colmillos se unieron a las marchas y protestas, en una actitud que más bien contrastó patéticamente, denotando primero su ineptitud política y luego, al ser rechazados por la ciudadanía que espontáneamente se organizó, su nulo aval moral para encabezar verdaderos movimientos ciudadanos. Movimiento, este, que con la misma volatilidad de lo espontáneo se desinfló, terminando en un circo de intereses personales y de grupo que perdió el apoyo mayoritario aquí en Sayula (pero no el glamur, se vio el viernes pasado durante el informe del presidente municipal). Luego vendría lo de los cañones anti granizo, un intento del mismo protagonismo mesiánico que se subió al vagón del oportunismo para figurar políticamente y buscar un hueso a largo plazo para sus "líderes". La finalidad se llevó a buen término, el diputado federal José Luís Orozco (PRI) se subió, como buen oportunista, a la ola regional anti granizo y llevó el tema a la tribuna federal haciendo eco de algo que advierte curándose en salud, no está comprobado científicamente, pero que políticamente reditúa importantes ganancias. Total, que la iniciativa se dejó para su revisión y aprobación, aunque aquí se cacareó como una ley aprobada (hasta donde hoy sé, no es tal). Y finalmente, encontraron otra bandera en el endeudamiento del municipio; este, tema en boga, pero que no es más de lo mismo. El activismo cívico vuelto política tradicional mexicana, que quiere capitalizar el fracaso del actual titular del poder político en el municipio para fincar sobre él un triunfo electoral de un grupo que no se representa más que así mismo, "democracia" a la mexicana y política de cuarta.
Detrás de toda esta complicada intriga están las personalidades individuales que la hacen posible; el primer filtro de la realidad, los líderes. Independientemente de que estos se reconozcan así mismo o los demás los reconozcan, la interpretación de la realidad emana no de una colectividad (del pueblo como a ellos les gusta decir), sino de un individuo o grupo pequeño de estos; luego, se manifiesta en la masa mediante le morbo, le chisme, vía la desinoformación. Dejemos de lado los líderes nacionales del "Gasolinazo" o los líderes campesinos de la región sur de nuestro estado que iniciaron la cruzada anti cañones desde antes que existiera el FCS,  y concentrémonos en sus líderes locales, los cuales le dieron el viraje a las agendas principales para tomar temas localistas: primero los sueldos de los funcionarios del ayuntamiento de Sayula, luego los cañones antigranizo y ahora el endeudamiento del municipio (material para crear intrigas, no falta). Aunque se pueden detectar tres grupos involucrados, con sus respectivos líderes, en lo personal sólo puedo hablar de quienes traté directamente, sin mencionar nombres claro, por ética profesional. Lo que yo detecté en estos fue un adoctrinamiento fanático en el individualismo estructural contemporáneo; pese a que ellos quisieran que sus actitudes fueran calificadas de críticas al sistema, no son más que razón instrumental del mismo, producto de una interpretación no racional ni critica de la realidad, sino condicionada. Siempre que pedía en lo personal a estos ciudadanos, un análisis crítico y racional de la realidad adversa que decían enfrentar, calificaban mi petición de "rollo" y argumentaban lugares comunes para fundamentar opiniones que rayaban en lo infantil. Querían, y en su defensa me exigían respuestas concretas rechazando mis preguntas críticas, esbozando creencias enlatadas del supermercado de las frivolidades de las teorías de auto superación personal; creencias exóticas contemporáneas semi religiosas y espirituales, teorías de la conspiración y conjeturas paranoides que antropomorfizan la naturaleza al grado de hacernos sentir a los ciudadanos medios para liberarla y emancipar a la humanidad y el planeta. Ya sabe, todo eso que es una mezcla de pseudo ciencia y pseudo religión catalizada por un romanticismo clase mediero revolucionario, eso sí muy individualista, que se sustenta en al sinuoso cimiento del sistema coaching de entrenamiento de vida, tan de moda hoy en día (eso si vil rollo, nada con fundamento). Total, que esta visión snob de la vida de algunos se volvió bandera a imponer a las masas, medio para los viejos intereses y razón instrumental para la ambición personal de algunos en Sayula. En otras palabras, la realidad como frivolidad sirvió a intereses de grupo y personales, que lo mismo le dieron la razón a un loco (González Alfaro) que la esperanza a quien, de otra manera, no tenía oportunidad en el juego de la política local. Todo enmarcado en un bonito individualismo de gente bonita a doc de estos tiempos de capitalismo salvaje. O sea que, para esta óptica, el problema no es estructural: un sistema económico de explotación de la naturaleza y el hombre. Sino que, es de actitud: sufrimos porque queremos, vamos a protestar para que la "gente bien" este en el poder y todo se resolverá, revoquemos nuestro voto y rectifiquemos el camino, nos equivocamos al escoger estos representantes, es todo, fácil "Pueblo únete a mi interés, a mi visión, que no pueden estar equivocadas, ¡despierta!"… a ver, a ver, un momento ¿Y los precios de la gasolina? ¿Y el calentamiento global? ¿Y la corrupción corporativa y política de primer nivel? ¿Y el crimen organizado ¿Y las drogas? ¿Y la pobreza? ... "No, no, eso es puro rollo, dalai, no seas comunista, todo está en tu mente…" ¿En serio? ¿Este es el nivel de su plataforma política? ¡Por Favor! …
A ver, de nuevo, déjenme decirles lo que pienso de su liderazgo social, digo, todos tenemos derecho a opinar ¿no?  a ver… "Las psiques (mentes) de millones de ciudadanos (incluidos ustedes, claro) han sido incitadas a buscar trampolines para el cambio personal y bálsamos para la felicidad. La primacía de políticas neoliberales e ideologías postmodernistas han sido un terreno fértil para la proliferación de un verdadero método el "coachismo", es decir, una tendencia esnobista desbordada, una oferta comercial que explota formas de manipulación narcisista (ojo) y envuelve a sus adeptos bajo la fachada de transformación radical. Quizás la mejor definición del coaching sea aquella que devele su marcado énfasis individualista y su visión pragmatista de lo esencial (…ojo de nuevo; es decir, de lo que nos hace ser como somos). La mente y la felicidad (aún más, la democracia) se han convertido en productos de consumo masivos que se pueden tomar del estante del supermercado del desarrollo humano y a los que cualquier persona puede acceder por simple oferta y demanda. En realidad, constituyen dispositivos tecnocráticos de conformismo, control y reproducción de la noción del hombre como un simple instrumento para buscar fuentes inmediatas de placer sin invertir dedicación o trabajo intenso para ello (o sea que la política no es enchílame otra).
La ciencia es invisible para los analfabetos científicos y por ello, la fuente de los "saberes" en estos movimientos estilo coaching no se rige por normas epistemológicas o científicas, ni siquiera por reglas administrativas, sino por intenciones puramente mercantilistas e ideológicas (ya les había dicho Uriel). Hoy en México, ser líder social, "coach" de vida, es un aderezo, un adorno, una selfie con tintes aspiracionales que no solo se "ve bien" en la hoja de vida del charlatán… que aconseja a personas y grupos, sino que además funciona como la vía para dejar de verse como un vulgar intruso (neófito, profano). Los egos de los líderes y los coaches viven de una imagen quebradiza y no de la construcción de conocimiento sólidamente integrado y dispuesto a réplica, tal y como sí lo hacen los profesionales de la salud mental y los verdaderos líderes. El mensaje político de esto es hacernos creer que los problemas no son estructurales, sino individuales, así, "El problema es tu actitud". A un paciente, por ejemplo, un profesional de la salud mental nunca se atrevería a darle… "porras psicológicas", menos a hablarles de "ser positivos y salir de sus zonas de confort" a trabajadores que apenas llegan a fin de mes con lo que ganan en jornadas extenuantes siendo explotados por empresarios sin escrúpulos. Un verdadero líder social nunca utilizaría la pseudociencia y la charlatanería de estos discursos de superación personal para crear falsas esperanzas en la gente humilde, vendiéndoles quimeras. Los coaches de vida y los lideres charlatanes les dicen a sus clientes que se conviertan en "emprendedores" en sus propios gestores políticos, en sus propios jefes y autoridades, que hagan de su vida un negocio o que con un entrenamiento domesticatorio (y el apoyo electoral a la persona correcta en política, por ellos señalada), "todo cambiará".  Vomitan una y otra vez frases como "si lo crees, lo creas".
 En opinión de Parker y Pavón-Cuéllar , esto expresa el triunfo del pensamiento empresarial y la transformación del hombre en un simple almacenamiento práctico de recursos psíquicos al servicio del imperativo socio-económico capitalista. Parafraseando a Canguilhem:  ¿Cómo los psicólogos ( y para el caso los verdaderos líderes  políticos) pueden dejarse instrumentalizar en un mundo que trata a los hombres como instrumentos? En este sentido, el coaching representa el mecanismo más eficiente de adaptación social que parece confirmarle a los dedicados al "desarrollo humano" que no interesa en absoluto, el cuestionamiento filosófico de sus saberes y prácticas, y por ello le otorgan al hombre, un carácter meramente utilitarista e instrumental, sin preguntarse jamás a quién sirve dicha utilización.
 A pesar de que se pretende posicionar al coaching (este método de cambio y felicidad personal y comunitario) como un sistema de entrenamiento que atiende exclusivamente a personas que no presentan problemas clínicamente significativos de salud mental o malestar psicológico (ni a comunidades radicales o abiertamente rebeldes),  sus argumentos en torno a la mente (la comunidad) y al cambio individual (y social) son profundamente tautológicos (no dicen nada), eclécticos (un chilaquil de ideas y opiniones) al extremo y aderezados con un preocupante tono de fundamentalismo ideológico (fanatismo). Se podría decir que el coaching está convirtiéndose en el escenario "ideal" para el intrusismo profesional (charlatanería) y la abundancia de prácticas que podrían connotarse como abusos terapéuticos (y político), así como a una desmedida industrialización que operan al amparo exclusivo de la ganancia económica.
 (Pero…) ¿Hay "tips" para ser felices (libres y democráticos de forma rápida y segura)? Sí, buscar bálsamos emocionales para la mente vulnerable. Dejarse seducir por la infinidad de modalidades del coaching ¡Te cambiará la vida! Y de verdad lo hará; el adoctrinamiento ideológico, la industrialización de la mente, el fomento del individualismo y la reducción del pensamiento a creencias enlatadas no tiene precedentes. Anhelarás respuestas concretas, ya no te plantearás preguntas críticas y te convertirás en un consumidor infantilizado en el supermercado de las almas (y los votos)." Héctor Cerezo Huerta (adaptación mía)



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