Por Arturo Fernández Ramírez
Cambiando un poco las formas, pero las extorsiones telefónicas siguen cobrando víctimas día con día.
Anteriormente los delincuentes tomaban al azar números telefónicos de los directorios o de otras fuentes, hacían una somera investigación de sus víctimas e iniciaban las llamadas.
Primero se utilizó la imagen de los llamados "zetas", amenazando o simulando secuestros de familiares.
Después, fue aprovechada la situación de los migrantes, donde prácticamente si no todos, sí una gran mayoría tenemos cuando menos un familiar en Estados Unidos.
Aquí se hace creer a las víctimas que dicho familiar viene de regreso a México, es interceptado en el trayecto por la policía por una posible anomalía, requiere dinero urgente, mismo que pagará una vez llegando a su destino, además de una gratificación por el favor.
Muchas familias han sido víctimas con este tipo de extorsión, con cantidades de dinero que incluso hasta piden prestado con la falsa creencia de que el familiar de Estados Unidos no solo se los reembolsará a su llegada sino que además los gratificará por el favor.
Otro tipo de extorsión ha sido aprovechando los inmigrantes centroamericanos que vemos por todas partes, donde supuestamente intermediarios los ayudan pidiendo dinero para ellos, cuando en realidad no es así.
A pesar de la difusión que las autoridades han dado para evitar ser víctimas de este delito, la realidad es que, como lo expresamos desde el inicio, han cambiado las formas pero continúa cometiéndose este ilícito en agravio de muchas familias.
Quienes son elegidos como víctimas son investigados en su entorno personal y familiar para con la información que recaban, iniciar las llamadas con las que pretenden obtener un dinero que muchas veces no tenemos.
Entonces es importante que mantengamos comunicación con toda nuestra familia y amigos cercanos para evitar ser sorprendidos por estos delincuentes.
Las autoridades deben dar una mayor difusión sobre las diversas formas en que se comete este delito para que todos estemos alertas, pero nosotros como ciudadanos debemos poner todo lo que esté de nuestra parte para evitar que se aprovechen de nuestra información personal y familiar. Cuidémonos entre nosotros mismos para poner fin a las extorsiones telefónicas. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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