Semanario Horizontes

 Aumentan los fraudes con el robo de identidad.

Por Arturo Fernández Ramírez

Diariamente y utilizando la tecnología, las y los delincuentes despojan de su dinero a miles de personas. Con el robo de identidad, de enero a septiembre de 2023, hubo 26,175 casos en el sistema bancario, sumando lo afectado 6,169 millones de pesos. Ante la incompetencia de las autoridades para combatir estos delitos, debemos extremar precauciones para nosotros mismos cuidarnos. Tomando las medidas necesarias en los documentos personales, cuentas bancarias, tarjetas y todo lo relacionado con el mundo digital. Solo así podremos evitar ser víctimas de estos ilícitos que siguen creciendo.

      Lo anterior de acuerdo con los datos más recientes del Buró de Entidades Financieras de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef). Según la cual, se trata del mayor monto reclamado por este fraude, que hay en sus registros. Y que, además, equivale a 8 veces más de los 729 millones reportados en todo el año 2022.

    Usando los datos personales y suplantando la identidad, las y los infractores de la ley cometen el fraude a través de créditos o tarjetas que nunca fueron solicitadas por nosotros. Préstamos que tampoco reconocemos, emisión de plásticos que alguien más los tramitó, inconformidad con el cobro de productos que desconocemos, entre otras formas en que actúa la delincuencia. También son alarmantes los temas fiscales, con facturas y otras acciones que afectan directamente a miles de contribuyentes.

      La prevención es la mejor manera de combatir estos delitos a los que todas y todos estamos expuestos. Las autoridades han sido rebasadas como en muchos otros casos y se muestran incompetentes para protegernos. Ante ello, es necesario que seamos nosotros mismos quienes tomemos las precauciones indispensables para cuidarnos.

     Debemos desconfiar de todas y todos los desconocidos y aun de los aparentemente conocidos. Nunca dar información por teléfono, correos u otros medios digitales, porque podemos correr el riesgo de que sea una persona diferente a la que creemos darle nuestros datos. En eso estriba precisamente la usurpación de la identidad, en engañarnos, incluyendo a grandes instituciones que se supone cuentan con personal calificado, tecnología y equipamiento para estar blindadas.

     Cuidemos en extremo los documentos privados, cuentas bancarias, tarjetas y todo lo relacionado con el mundo digital. Solo así podremos evitar ser víctimas de estos ilícitos que día con día siguen creciendo.