Por Arturo Fernàndez Ramìrez
Podríamos decir que prácticamente se ha convertido en una tradición que septiembre sea esperado como el mes en el que la población puede realizar su testamento.
Ciertamente, el testamento puede llevarse a cabo en cualquier momento, no es necesario que tengamos que esperar un año para realizar dicho acto jurídico.
Sin embargo, la motivación estriba en el costo que durante este mes se promociona, ya que se procura abaratarlo para que sea accesible a la mayoría.
Normalmente se procura establecer el 50% de lo que cuesta fuera de este mes, pero cada entidad federativa establece sus propios precios.
Consultando la página de la Secretaría de Gobernación del Gobierno Federal, el costo del testamento en este mes de septiembre oscila en algunos Estados de la siguiente manera: Aguascalientes $1,500; Baja California $600; Baja California Sur $1,276; Chihuahua $2,320; Colima $1,160; Ciudad de México $1,925; Jalisco $1,450; Michoacán $1,350; Morelos $812; Nayarit $1,330; Nuevo León $2,011; Puebla $1,102; Sinaloa $1,500; Sonora $2,262; Zacatecas $1,150.
De lo anterior se desprende que Baja California es donde están más baratos los testamentos, ya que se cobra únicamente $600, seguida de Morelos $812.
Y en cambio, la entidad federativa más costosa es Chihuahua con $2,320, seguida de Sonora con $2,262.
Jalisco está en un punto intermedio, ya el costo es de $1,450.
Obviamente estos precios pueden variar de una Notaría Pública a otra, porque puede haber quiénes cobren menos pero también habrá los que soliciten honorarios superiores a dicha suma.
Pero con independencia de lo anterior, se supone que el costo siempre será más barato en estas fechas que en el resto del año, por lo que si vale la pena aprovechar para realizar nuestro testamento.
Y es que aun cuando en la ley existen diferentes formas de testar, la realidad de las cosas es que por seguridad jurídica, el testamento que se otorga ante Notario Público es el que mayores garantías ofrece porque se realiza ante un especialista en derecho que además está dotado de fe pública.
En cambio, los demás tipos de testamentos corren el riesgo de ser anulados con posterioridad si se omiten ciertas formalidades que la misma ley establece.
Por supuesto que ha habido casos en los que también mediante juicio se anulan testamentos públicos abiertos (los que se otorgan ante Notario), pero es menor el riesgo en comparación con los otros tipos de testamentos.
En fin, esperemos que cada año se incremente más la cultura de testar para evitar problemas familiares después del fallecimiento del autor de la sucesión. Así que a aprovechar septiembre como mes del testamento. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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