Ya es momento de que la ciudadanía reflexione y califique que clase de gobierno tenemos los mexicanos, es el colmo escuchar al ejecutivo Peña Nieto. Expresando puras falsedades por demás absurdas, y demagógicas, en primer término a todo mundo nos engaña diciendo que ya existe una Ley en contra de la corrupción, como puede señalar un corrupto tan semejante situación, cuando todos los ciudadanos se han dado cuenta que es el corrupto número uno como ejecutivo de la nación, hasta el menos pensante sabe que mientras existan las multas excesivas y anticonstitucionales, no se curara ni se terminara la corrupción oficial, ya que esto se encuentra bien enraizado en todos los niveles gubernativos. Y mientras no se corrijan las multas tan exageradamente altas y sin tomar en cuenta la calificación económica de a quien se sanciona la corrupción nunca terminara que no hagan al tío lolo.
La aplicación de multas está bien plasmada en el artículo, 21 y 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pero haciendo alusión a tan sonada corrupción nos daremos cuenta que los tres poderes estas en manos únicamente del ejecutivo, en virtud de que hasta compro los partidos políticos ahora todos son como miembros de una misma familia estos reciben millonadas de pesos del pre supuesto federal, ya que el Ejecutivo abusando del poder les adjudico a ellos y en forma generalizada a toda la burguesía oficial, de esa forma aplico la estrategia que se venía cocinando desde el gobierno de Salinas de Gortari, de esta forma a todos los compro con esos tremendos salarios que les asigno, sin dejar de mencionar a la Suprema Corte de Justicia, a las fuerzas armadas de la nación. De esta manera estratégicamente, se logró convertir nuestro gobierno republicano y plural en una perfecta dictadura, mejor que la de Don Porfirio Díaz. Ya que en la actualidad las decisiones son ordenadas por el presidente Peña Nieto, nada más su chicharrón truena, para él no cuenta el pueblo, en donde quedo la participación ciudadana, ahora sí que estamos viviendo cosas para lo increíble.
POR OTRA PARTE: Es del conocimiento popular qué las inconformidades y las peticiones de la ciudadanía, al no ser escuchadas por los gobernantes las personas se manifiestan, se entorpece la vialidad se daña al comercio etc., si nos ponemos a reflexionar nos daremos cuenta que son los propios qué nos gobiernan los responsables de todos los daños y perjuicios que los manifestantes desencadenan ya que todo tiene una motivación, paras terminar en hechos unos buenos y otros malos, pero los que motivan esta serie de descomposición social generalizada.
Nos damos cuenta que ya hay diversas manifestaciones de diferentes organizaciones con inquietudes de violaciones a sus derechos de petición, esto se ha venido generalizando en todo el país, pero nada más como ejemplo veamos la actitud caprichuda del Presidente de la República en virtud de que esta encaprichado a no derogar la ley Educativa que el promulgo. Sin importar los daños y perjuicios que está ocasionando esa Ley, hay que tomar en cuenta que para solucionar estos conflictos no se requiere de utilizar las fuerzas armadas de la nación, únicamente se requieren las armas de la razón, y en caso de que el ejecutivo siga amachado culpando a los maestros por todos los medios de comunicación, la radio, la televisión amarillistas, es a Peña Nieto a quien se debe de demandar por parte del sector empresarial y demás perjudicados, de daños y perjuicios por violación a los derechos constitucionales de la ciudadanía.
Nada más hace falta que nuestro mandatario Federal haga lo mismo con los maestros, como lo que hicieron con los estudiantes en Tlatelolco, el entonces primer mandatario DIAZ ORDAZ, ordenando a su secretario de gobierno Luis Echeverría y al entonces Secretario de la Defensa Nacional el General Barragán, para terminar con el conflicto matando a todos los estudiantes manifestantes., pudo más la soberbia y el abuso de poder, la prepotencia que buscar una solución pacífica. Con el tiempo: nos damos cuenta como se amenaza a los maestros que en varios estados están haciendo resistencia, y presionando al gobierno para que se derogue la nueva Ley disfrazada de Educativa plagada de ordenamientos laborales anticonstitucionales, que perjudican los derechos de los mentores., Esperemos que no se repita también lo que sucedió con los trabajadores de Cananea que después de que fueron martirizados y asesinados les fueron cumplidas sus peticiones.
Se divulga por los diferentes medios de comunicación que se está elaborando una Ley para regular a los manifestantes, para que no dañen a terceros, a que ineptitud, en donde existen manifestaciones que no dañen a terceros si ese es el objetivo, de los inconformes por qué los gobernantes no hacen caso de escuchar al pueblo, si es muy necesario que se promulgue esa ley, para que se regularice tantas manifestaciones innecesarias. Pero que se incluya, CON LETRAS MAYUSCULAS QUE EL GOBERNANTE QUE NO ESCUCHE LAS PETICIONES DE LA CIUDADANIA Y PROVOQUE QUE ESTOS SE MANIFIESTEN EN LAS VIAS PUBLICAS, A ESTE SERVIDOR PUBLICO SE LE DE UN TERMINO DE 72 HORAS PARA SOLUCIONAR EL PROBLEMA Y LAS PETICIONES QUE ESTE NO QUISO ESCUCHAR Y EN CONSECUENCIA CON ESA NEGATIVA ADEMAS ESTA PROVOCANDO QUE LOS CIUDADANOS SE MANIESTEN, Y SI NO LO HICIERAN QUE QUEDEN DESTITUIDOS DE SU MANDATO, POR INRRESPONSABLES E IRRACIONALES. En virtud de que poco le falta al Ejecutivo ordenar, la intervención de las fuerzas armadas de la nación para ejecutar miles y miles de maestros. Ya que es muy notorio que no quieren resolver lo que su pueblo le está exigiendo. A los mandatarios les hace falta hacer a un lado la soberbia y darse cuenta que es una verdad que para resolver el conflicto de los maestros no se requiere de las fuerzas armadas del país, se requiere únicamente de las armas de la razón, se debe de hacer a un lado la soberbia del poder que el pueblo les confiere para bien, derogando esa Ley que tanto está dañando al país en general y conforme a los requisitos Constitucionales promulgar una nueva Ley bien reglamentada que no lastime los derechos individuales consagrados en la carta magna que nos rige.
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