Sayula, referente de una región vinculada en el tiempo, el espacio, la cultura, el medio ambiente y la Historia
Reportaje de Investigación de Rodrigo Sánchez Sosa
La historia de Sayula es una epopeya que se extiende por más de mil años en el tiempo; como región, la antigüedad de nuestro entorno que incluye municipios como Zacoalco, Amacueca, Techaluta, Teocuitatlán, Tapalpa, Atemajac hasta el lejano Cocula, abarca dos mil trecientos años, algo sorprendente e invaluable como legado. En mi investigación, ahora de dominio público gracias a la polémica de algunas personas que escriben en los medios locales, pretende comprender y recrear esta región desde la identidad y la cultura, para dar origen a una herramienta conceptual que ayude en futuros estudios de la misma, y lo más importante, permita a las personas comprender un poco más sobre origen como habitantes de esta demarcación temporal e histórica. El señor Federico Munguía Cárdenas ha hecho una aportación invaluable a la preservación de nuestro patrimonio histórico, les guste o no a muchos, y mi trabajo, descalificado por los mismos que descalifican a Munguía Cárdenas, humildemente pretende sumar a éste esfuerzo, un grano de arena más, por, como dice Munguía Cárdenas, el amor que uno siente por Sayula.
Mi capacidad puesta en duda ridículamente por motivo de mi apariencia, ácida o estridente para algunos, podrá ser juzgada justamente, luego de que se dé a conocer el trabajo que hoy está en proceso de borrador sobre mi escritorio. Sin embargo, para combatir, la animadversión y la mezquindad de los críticos, quiero compartir con ellos y con ustedes, el fundamento conceptual, desde el que abordé mi investigación sobre Sayula, su identidad y cultura, que terminó el mes pasado.
El siguiente es en texto de la maestra investigadora del Departamento de Historia de la U de G, Olivia V. Oliver Sánchez. Donde aborda la importancia del estudio regional de la historia en este tiempo de globalización, las herramientas necesarias y su justificación, para crear el concepto de región como una construcción teórica, un concepto a comprobar.
Como bien señala la maestra Oliver Sánchez, en este tiempo de globalización, la necesidad de identidad nos vuelve hacia los regionalismos y nacionalismos que nos rescaten de la dilución de un mundo estandarizado en el capitalismo salvaje, que en sus vertientes más extremas e irracionales recurren al racismo y la xenofobia, como vemos en el resurgimiento del nazismo en Europa, y nacionalismo segregacionista en los Estados Unidos, potenciados por las migraciones masivas de oriente medio y América Latina, respectivamente. En nuestro entorno se comienza a manifestar el clasismo y los prejuicios racistas contra lo indígena de algunos retrogradas trogloditas locales.
El texto que con gusto comparto hoy, es una invitación a abordar la historia regional o local desde el método científico y la objetividad, que nos permita rescatar y preservar nuestra identidad frente a un entorno cada vez más complejo de un mundo globalizado por el capitalismo tardío. Esto principalmente para los interesados en adentrarse en estos problemas e investigarlo, que de repente surgieron de la nada en Sayula, y para los lectores en general que quieren informarse y abordar con más seguridad libros, informes o artículos relacionados con nuestra identidad local y regional:
"Si bien es cierto que las ciencias sociales apenas comienzan a desarrollar el instrumental teórico metodológico y el acervo empírico suficiente para enfrentar adecuadamente el análisis de lo espacial y lo regional, a la fecha se advierte un avance importante en ese terreno y la bibliografía sobre el tema es sumamente rica. Podemos decir que existe una correlación entre la importancia que han ido cobrando ciertas regiones en el contexto del proceso de la globalización económica y el incremento de los estudios regionales desde diferentes disciplinas de análisis: económico, antropológico, histórico, etc.
Se ha planteado, por algunos estudiosos del tema, la desaparición de la región como una consecuencia de las tendencias de la internacionalización creciente de la economía en los últimos años; sin embargo, nada más alejado de ese planteamiento. En la etapa actual del desarrollo de la acumulación capitalista, lo regional o local no desaparece, sino que, al contrario, se fortalece y cobra nueva importancia, del mismo modo que han cobrado importancia los estudios regionales. Lo que se ha dado como resultado de esa internacionalización del capital es una "recomposición de la esfera regional", pero no una desaparición de lo local. Esta recomposición de las regiones está marcada en algunos casos por una exacerbación de los nacionalismos y el racismo. Para poder explicar lo que es la región o lo regional creo que, además de otros conceptos auxiliares, hay dos conceptos claves sin los cuales no se puede entender lo regional: el tiempo y el espacio. Respecto de este último, J. J. Palacios (Palacios, Juan José, "El concepto de región: la dimensión espacial de los procesos sociales", Revista Interamericana de planificación, Vol. XXII, Núm. 66, junio de 1983) ha planteado la importancia de la dimensión espacial para la comprensión del concepto de región. Puesto que el concepto de región no se puede entender sin la dimensión temporal además de la espacial, aquélla nos conduce necesariamente a la relación entre región e historia. La región es antes que nada una abstracción, es una construcción teórica, una "hipótesis por comprobar", "un instrumento conceptual" que permite comprender la complejidad de la realidad histórica.
Andrés Fábregas (Fábregas Puig, Andrés. El concepto de región en la literatura antropológica. Chiapas: Gobierno del Estado de Chiapas, 1992, p. 9. ) ha planteado que los estudios en Historia y antropología regional en nuestro país han puesto de manifiesto que la Historia de México no se puede explicar desde una perspectiva global sin tomar en cuenta las historias regionales y las tradiciones culturales en el ámbito concreto donde acontecen. La región es -como sostiene B. Roberts- "un concepto heurístico (método para aumentar el conocimiento)". Por su parte, A. Fábregas reconoce que no existe una concepción unívoca (general y única) de región, sino que su conceptualización está sujeta al planteamiento teórico general del investigador, al problema específico que trata de resolver y, por lo consiguiente, a la actitud metodológica que adopta. En suma, se trata, como dice Van Young, de un concepto complejo con el que se opera en muchos trabajos de investigación sin definirlo previamente, lo que constituye un error. Precisamente por la necesidad de definir ese concepto, propone como la forma más útil entenderlo como la "especialización de una relación económica", y continúa diciendo que una definición funcional muy simple sería la de un espacio geográfico con una frontera que lo delimita; dicha frontera estaría determinada por el alcance efectivo de algún sistema cuyas partes interactúan más entre sí que con los sistemas externos. Las fronteras de una región no necesitan ser impermeables y, por otro lado, no es necesariamente congruente con las divisiones políticas o administrativas y fácilmente identificable. La región se puede definir como realidades (políticas, culturales, económicas, sociales, etc.) que son el resultado de procesos históricos y, por lo tanto, son construcciones históricas; de tal suerte que la tarea del investigador de lo regional es precisamente de acuerdo a su objeto de estudio (la cultura, las costumbres, la educación, las enfermedades, el poder, la asistencia social y hospitalaria, etc.), construir por "vía del pensamiento conceptual" la región que pretende estudiar. En cada investigación o análisis de lo regional y de lo local está implícita la necesidad de crear, de construir y de mostrar -con un acervo empírico suficiente- la existencia de una región. Por eso es que las regiones son hipótesis por comprobar. La propuesta final del trabajo de Fábregas es que "la región es el resultado de un proceso que vincula en el tiempo y en el espacio a la sociedad, la cultura, el medio ambiente y la Historia".
Sayula, como pretendo demostrar en mi investigación, es un referente icónico de la región del vaso lacustre que, a través del tiempo ha vinculado esta región en lo social, cultural, económico, ecológico e histórico, teniendo injerencia más allá de esta durante la época prehispánica, la conquista, el virreinato en dos audiencias, la independencia, la reforma y la revolución de forma sui géneris. Todo lo cual marcó el carácter local de sus habitantes y lego una identidad a los sayulenses hoy amenazada por, como ya señalé, el complejo proceso de globalización. Identidad plasmada magistralmente en la obra de Rulfo, identidad que heredó, Juan, de su familia sayulense del siglo XIX. Tal sería el colofón del libro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario