Cae otra víctima por extorsión telefónica
Siguen cayendo incrédulos que se dejan llevar por extorsiones telefónicas por parte de la delincuencia organizada y la más reciente se conoció el hecho de que un joven fue obligado a hospedarse en un hotel en tanto los delincuentes llamaban a su familia exigiendo cuantioso rescate. De acuerdo al parte policiaco se menciona que “En un motel ubicado en el periférico de la ciudad, se localizó a un masculino de 21 años de edad que llegó al lugar víctima de una extorsión telefónica, sin que los delincuentes lograran su objetivo de que les depositaran fuerte cantidad de dinero, todo esto en la vecina Ciudad Guzmán.
El involucrado arribó al establecimiento, luego de que vía telefónica le ordenaron cambiar el chip de su teléfono celular, indicándole que se hospedara en dicho lugar, pero al llegar comentó lo ocurrido con el personal, que se comunicó con la policía y a la vez con los padres del joven, los cuales ya habían recibido una llamada en la que les exigían 50 mil pesos a cambio de proteger la integridad de su hijo, dándose cuenta que se trataba de una extorsión.
Por parte de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Zapotlán El Grande se reitera el llamado a la población para que ante este tipo de llamadas no acaten las indicaciones de encerrarse en un hotel, ya que es el momento que los delincuentes aprovechan para extorsionar a los familiares, la recomendación es primero, no contestar llamadas de números desconocidos y en caso de hacerlo, no dar seguimiento a lo que le ordenan y buscar apoyo en familiares o las corporaciones de seguridad.
Ante este tipo de acciones lo principal es mantener la calma, escuchar los argumentos del extorsionador, pedirle tiempo y tratar de ubicar a algún integrante de la familia, anotar el número del que se recibe la llamada y el acento y tono de la voz, descolgar el teléfono para evitar sigan insistiendo, en su momento decir que es número equivocado y colgar, y lo más importante es nunca proporcionar información personal de los familiares a desconocidos, porque es ahí en donde fraguan sus extorsiones. A la pregunta de “¿con quién hablo?”, hay que responder: “¿Con quién quiere hablar”?
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