Por Federico González Alfaro
Frente al reloj astronómico, van a encontrar en el piso del patio central del convento, una losa de cantera perfectamente alineada con el centro del reloj astronómico, no es un adorno, es el sitio exacto que se debe ubicar cualquier persona para leer este reloj. Esta simple referencia es fundamental. No debemos olvidar que con este reloj astronómico, bien calibrado, podemos no solo conocer la hora y la fecha, podemos anticipar un eclipse solar o lunar, cambios de clima, entre otros valiosísimos datos astronómicos, es por ello, que es de suma importancia calibrarlo perfectamente.
Para poder hacer una buena lectura del reloj astronómico, lo primero que necesitamos es calibrarlo. En el artículo anterior ya entendimos que solo tenemos dos fechas al año para hacerlo. Si la calibración fue exitosa, a las 6 de la mañana de los días, 21 de marzo y 21 de septiembre, la sombra de la punta de la varilla, vista desde la loza de cantera, debe apuntar perfectamente al 6 del lado izquierdo del reloj. A las doce, en estos dos días, la varilla no proyectara sombra alguna, es decir, estará perfectamente apuntada a las 12 del reloj. Si lo hicimos correctamente, a las 6 de la tarde, la sombra va a apuntar perfectamente a las 6 del lado derecho del reloj. Esto es posible gracias a que el reloj astronómico, tiene una parábola con una inclinación exacta de 23.5° que compensa a la perfección el movimiento de rotación del planeta. Por lo tanto, de noche, nuestra referencia es la estrella polar, siempre va a permanecer perfectamente alineada a la varilla del reloj astronómico.
Tenemos cuatro puntos de referencia perfectamente calibrados, los frailes nos evitaron ya mucho trabajo.
Si la varilla del reloj, fue calibrada correctamente, en las noches del 21 de marzo y del 21 de septiembre, exactamente en el cenit nocturno, a las doce en punto, nuestra varilla va a estar perfectamente sincronizada con la estrella polar y con la luna. Este reloj solo tiene un margen de error de tan solo 2 segundos, tanto en el día como en la noche, una precisión extraordinaria para un simple reloj de piedra astronómico.
El movimiento aparente de la luna describe un eclipse que se puede calcular fácilmente con nuestro reloj astronómico. Son cuatro puntos que tenemos que considerar. Primero y segundo, los Equinoccios del 21 de marzo y del 21 de septiembre, la luna apunta a las 12 en punto de nuestro reloj. Tercero, cuando la luna está más cerca de la tierra o Perihelio, 14 días después del solsticio de invierno el 4 de enero y cuarto, cuando la luna está más lejana a nosotros, en el afelio, 14 días después del solsticio de verano, el 4 de julio. En el perihelio (perigeo) y en el afelio (apogeo), la aguja apuntara en el cenit nocturno, a la luna exactamente a las 5°08´de nuestro reloj astronómico, pero no del mismo lado, uno es positivo y el otro negativo, en uno la luna va a verse muy grande y en el otro, muy chica. Recuerden que esta graduado como un sextante en grados sexagesimales. Estos datos, nos serán bastante útiles para predecir un eclipse solar o lunar, con este simple, pero exacto reloj astronómico, pero, para eso, faltan aún por entender otros conceptos básicos. Poco a poco, se los voy a ir explicando lo más fácil que pueda.
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