Semanario Horizontes

      DEMOCRACIA  CARA  CON PUEBLO POBRE

Por Arturo Fernàndez Ramìrez

Una de las principales notas que ha circulado en estos días ha sido precisamente el presupuesto autorizado por el INE para el próximo año a favor de los partidos y candidatos independientes.
Ciertamente 2018 es un año electoral en el que, como sabemos, se elegirá al Presidente de la República, Senadores, Diputados Federales, Gobernador, Diputados Locales y Presidentes Municipales.
Por eso el INE autorizó la cantidad de 6 mil 788 millones de pesos de financiamiento público.
Entonces, si estamos hablando de financiamiento público ¿cuánto será del privado?
Y si el dinero público que se destinará es una verdadera ofensa para el pueblo de México ¿qué será entonces la cantidad global que realmente se destina para las campañas políticas en nuestro país una vez que sumemos lo público y lo privado?
Con sobrada razón se afirma una y otra vez que tenemos la democracia más cara del mundo.
Pero aquí cabrían dos preguntas. La primera ¿realmente vivimos en una democracia o simplemente simulamos tenerla?
La segunda pregunta, si realmente vivimos en una democracia ¿vale la pena todo el presupuesto que se destina para su sostenimiento?
Desde luego que cada quien tendrá las respuestas a dichas interrogantes, pero de mi parte puedo decir que ni vivimos en una democracia ni tampoco se justifica todo el dinero que se destina para sostenerla.
En efecto, la manipulación y la compra del voto siguen siendo recurrentes, los fraudes que ahora se hacen utilizando la tecnología, la influencia de los monopolios de los medios de información, entre otras cosas, nos orillan a deducir que no se respeta la verdadera voluntad popular, lo que trae como consecuencia que no exista democracia.
Por otro lado, si manejamos el supuesto de que sí existe la democracia porque se organizan elecciones, entonces no se justifica todo lo que se invierte porque simplemente cada vez hay más pobres.
De acuerdo a las mismas cifras oficiales, son millones de mexicanos los que viven en la pobreza y otros tantos más, en la pobreza extrema.
Luego entonces, ¿quién se beneficia de un sistema democrático? ¿acaso no se supone que es el pueblo? Si es así, ¿por qué solo unos cuantos detentan la riqueza nacional y el resto, que es la inmensa mayoría, viven o sobreviven en condiciones de pobreza y miseria?
Y si consideramos que la democracia se implementó en la década de los 90's con la alternancia en el poder, entonces ¿20 años no es suficiente para que el pueblo ya vea beneficios directos? ¿o cuánto más hay que esperar para que el pueblo "vea" y "entienda" que la democracia se instituyó para su beneficio?

No es posible que vivamos en una democracia cara con un pueblo sumido en la pobreza y en la miseria. Comentarios y sugerencias al correo electrónico artuferam@hotmail.com