Por Arturo Fernández Ramírez
El pasado 26 de septiembre se cumplieron 2 años de la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero.
Pero el próximo 2 de octubre se cumplirán 48 años de la matanza de Tlatelolco.
En ambos casos las víctimas fueron estudiantes, en ambos casos los verdugos fueron del gobierno, en ambos casos se trató de reprimir una manifestación en contra de lo que se consideraba debía cambiar, en ambos casos el gobierno actuó con represión, en ambos casos ha habido impunidad, en ambos casos ha habido corrupción para proteger a los responsables, en ambos casos el gobierno evade el tema, en ambos casos ha habido muchas repercusiones políticas y sociales, en ambos casos el gobierno ha quedado muy desgastado con sus versiones oficiales.
Como podemos ver, existen muchas similitudes en los dos casos que analizamos.
¿Qué diferencias pueden existir aparte del tiempo, lugar y número de víctimas? Creo que ninguna, porque al final de cuentas las circunstancias sociopolíticas fueron la causa del malestar y de las protestas.
Otra pregunta ¿qué ha cambiado en México de 1968 a 2014 cuando ocurrieron ambos acontecimientos? Creo que en términos generales las cosas siguen igual o peor, porque a diferencia de 1968, ahora la delincuencia organizada se ha infiltrado en el gobierno, teniendo en la actualidad mucho poder.
De nada ha servido la alternancia política que se empezó a dar desde la década de los 90's cuando se terminó la hegemonía del otrora partido oficial que ganaba todas las elecciones en los tres niveles de gobierno y en todos los espacios públicos en disputa.
Sean del PRI, del PAN, del PRD o de los demás partidos, lo cierto es que casos de corrupción y represión se han dado en gobiernos emanados de todos los institutos políticos.
Lo anterior refleja que en realidad la solución no está en los partidos, sino que en el cambio de nuestro sistema político.
La apuesta de la ciudadanía son ahora las candidaturas independientes, la población tiene la esperanza de que los candidatos y gobernantes ajenos a partidos políticos puedan cambiar las cosas para bien.
Pero siendo realistas y quizá pesimistas, no creo que las candidaturas independientes sean la solución integral y ya lo hemos visto con algunos gobernantes que llegaron al poder sin el cobijo de un partido político y no han dado el ancho.
Algo que podría ayudar más serían los instrumentos democráticos que ya se han aprobado como la revocación de mandato, el plebiscito, el referéndum, la consulta ciudadana, la iniciativa popular, entre otros. Pero ¿a quién corresponde hacer valer dichos instrumentos? Exacto: a la sociedad, a la población, a Usted, a mí, a todos.
Entonces, si no queremos que se repita otra masacre como la de Tlatelolco y de Ayotzinapa, mucho menos que sigan quedando impunes, la sociedad debe organizarse para hacer valer todos los mecanismos que poco a poco se han venido reconociendo en nuestros ordenamientos jurídicos para que no sean letra muerta. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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