Por Arturo Fernández Ramírez
Haciendo uso de la tecnología, las autoridades en movilidad desde hace algunos años iniciaron programas de prevención de accidentes, sobre todo que se respeten los semáforos y el regular el exceso de velocidad con que algunos conductores lo hacen, destacando así las fotoinfracciones.
Desde dos enfoques podemos ver este programa de vialidad. Uno el jurídico y otro el social.
En el primero, podemos decir que en términos generales se justifica la legalidad del programa por cuanto tiende a evitar y en su caso sancionar infracciones a las disposiciones normativas en vialidad.
Pero la legalidad del programa no ha sido obstáculo para que las autoridades jurisdiccionales declaren en resoluciones firmes que son ilegales muchas de las sanciones que se imponen con motivo de una foto infracción.
En efecto, cuando un particular que es sancionado con motivo de una foto infracción, acude a los tribunales, en la mayoría de los casos suele ganar el juicio dejando sin efecto la sanción impuesta.
Lo anterior no significa que los programas sean ilegales, pues tal y como lo expresamos con antelación, sí tienen un sustento legal, ¿entonces por qué los tribunales la mayoría de las veces declaran ilegales las infracciones de vialidad?
Uno de los motivos es que el llenado normalmente se hace en contravención a la exigencia del artículo 16 de la Constitución Federal por cuanto a los actos de autoridad se refiere, de manera principal en la fundamentación y motivación que debe observar todo acto de autoridad, ya que fallan en detallar con claridad las circunstancias de tiempo, modo y lugar.
Entonces, el programa como tal cumple con los principios de legalidad, pero en ocasiones la causa de la nulidad de las infracciones es la ilegalidad en la forma en que se llenan o notifican las cédulas que imponen las sanciones.
Por otro lado, desde el enfoque social, creo que la mayoría de la ciudadanía ve con buenos ojos este tipo de programas porque tienden a disminuir los accidentes viales y con ello, el número de lesionados o fallecidos por esta causa.
Y es que lamentablemente las consecuencias de los excesos de velocidad o infracciones a las nomas de vialidad no solo afecta a quienes lo hacen sino a muchos inocentes que tienen la desgracia de estar en el lugar y momento equivocado.
Por eso considero que socialmente programas como el que hoy abordamos, sí cuenta con un amplio respaldo social.
Además, con las foto infracciones también se combate la corrupción, ya que garantizando que la tecnología no falle, el infractor tendrá que pagar lo que corresponda sin opción a corromper a la máquina que lo captó violando la ley, como sí suele pasar con los agentes viales.
En fin, creo que este programa de vialidad sí trae muchos beneficios a la sociedad en general. Así se ha visto en los lugares donde se ha implementado. Nomás cuidar mucho su legalidad para evitar que los tribunales anulen las sanciones impuestas. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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