Por Arturo Fernández Ramírez
Muy a propósito del reciente incendio que sufrió el Bosque de la Primavera, bien vale la pena retomar este Tema de Interés, dada su gran trascendencia e impacto social y ecológico.
Cada año pasa lo mismo, en la época de estiaje los incendios forestales están a la orden del día devastándose miles de hectáreas de vegetación.
De acuerdo a datos de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), tan solo de enero a marzo de este año 2017, en 30 entidades federativas se han registrado 2,940 incendios que han afectado a 56,533.03 hectáreas.
El 96.25% de la superficie afectada correspondió a vegetación en los estratos herbáceo y arbustivo. Y el 3.75% correspondió a estrato arbóreo.
Y en un análisis comparativo, en el mismo periodo de 2016 en total se registraron 3,326 incendios y se quemaron 33940.63 hectáreas.
Es decir, aunque el año pasado hubo más incendios que en lo que va de 2017, resulta que el área afectada ha sido mayor en este año, ya que mientras en 2016 se quemaron 33,940.63 hectáreas, en la presente anualidad se acumulado 56,533.03 hectáreas.
De cualquier manera, la información proporcionada por la CONAFOR debe ponernos a pensar, ya que son miles los incendios que cada año ocurren y que destruyen también miles de hectáreas de nuestras áreas verdes, de nuestro ecosistema.
Ante esto lo primero que pudiéramos pensar sería que el gobierno sigue sin estar preparado para no solo enfrentar con eficacia los incendios forestales sino para acabarlos, disminuirlos y evitarlos.
Sin embargo, lo que nosotros como ciudadanos no podemos soslayar es que la mayoría de los incendios forestales son a causa de la negligencia del ser humano, esto es, que no son provocados por fenómenos propios de la naturaleza sino por la mano del hombre, por descuidos.
Entonces, si bien las autoridades deben contar con buen equipamiento para combatir con eficacia cualquier incendio que se presente, lo más importante es actuar en la fase de la prevención para evitar que surjan dichos siniestros.
Y aquí es en donde entramos todos nosotros para contribuir a evitar los incendios forestales, debemos actuar con responsabilidad, conscientes de que nuestra negligencia está destruyendo nuestro propio hogar, el de nuestros hijos y de la futuras generaciones.
Ojala que realmente podamos tomar conciencia de lo que nos corresponde hacer en el Tema de Interés de los incendios forestales. Si lo hiciéramos, podemos asegurar que disminuirían hasta en un 70% o más, estos siniestros, de tal manera que las autoridades destinarían recursos, económicos y humanos, a combatir los incendios que por cuestiones ajenas a la mano del hombre se llegaren a presentar. O usted qué opina estimado lector. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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