En el Sayula del siglo pasado. Entonces, por ahí a mediados del siglo pasado, funcionaba como la Escuela de Niños, lo que es hoy en día el Portale Galeana, luciendo aún su imponente observatorio en su parte frontal superior que luego un grupo de autoridades ignorantes y estúpidas decidieron echarlo abajo en lugar de repararlo porque al parecer esa fue la excusa para destruirlo su aparente deterioro. Qué barbaridad, demoler una arquitectura de tal dimensión, importancia y belleza en pleno centro histórico de Sayula, representa un verdadero estigma para los sayulenses en general porque son igualmente culpables las autoridades que lo hicieron tanto como los ciudadanos de entonces que lo permitieron. Al menos estigma para los que podrían haber detenido este atraco y no lo hicieron porque sí hubo un descontento general pero de ciudadanos que no pudieron o no tuvieron los recursos políticos para impedir tal depredación. Nomas imagine amigo lector de Horizontes la belleza que sería hoy en día disfrutar con nuestros propios ojos esta belleza de arquitectura arquitectura. Y sumar a este cuadro la belleza del antiguo Jardín Celso Vizcaíno, también erróneamente destruido para construir el kinder, que si bien hacía falta en la población y su labor fue muy importante para esos años, bien podría haberse construido en muchas partes, pero decidir hacerlo destruyendo para ello un hermoso jardín en pleno centro de la ciudad, qué ignorancia de autoridades y parece ser que fueron las mismas que echaron abajo el observatorio de la hoy Casa de la Cultura. Iguales depredaciones se permitieron con el Teatro Alfaro ubicado por la hoy calle Escobedo, edificio que hoy en día sería un atractivo sin igual para propios y extraños. Y así podemos seguirle con numerosas fincas coloniales que por ignorancia, ineptitud o corrupción (o las tres cosas juntas) han pasado a la historia. Perdón si algunas personas se molestan al realizar estos señalamientos, pero como lo señala sabio refrán, si no conocemos la historia, tenemos el riesgo de repetirla. P.D. Continuaremos con las depredaciones actuales de patrimonios arquitectónicos que por desgracia se han seguido permitiendo en Sayula y que se enoje el que le venga el saco, porque aunque sean propiedades privadas, dichos patrimonios pertenecen a todos como sayulenses que somos y que hay leyes que los regulan. ( Fotos: Archivo de Horizontes).
No hay comentarios:
Publicar un comentario