Por Rodrigo Sánchez Sosa
Esto del mundial nos parece revelador en cuanto a la coyuntura no política sino social que vive el México de Hoy. La política no solo fue la forma en la que el pueblo de México expresó el hartazgo generalizado de un sistema corrupto e infiltrado por los criminales, sino que, también destapó las cloacas que comúnmente e hipócritamente, ¡claro!, se han escondido, el clasicismo y el racismo en este país. Luego de que el año pasado el INEGI revelara cómo las oportunidades en México dependían del color de la piel, caso que, en otros países, incluso aquellos donde el asunto racial no está del todo resulto, hubiera causado un escándalo nacional; aquí fue una anécdota apenas si difundida. Esta no fue una investigación "patito", fue una investigación oficial, institucional, del estado mexicano, minimizada.
Luego vendría la candidata del CNI, de los pueblos indígenas, Mari Chuy, indígena nahua que intentó colarse en la boleta electoral a través de una candidatura independiente, sin lograrlo, pero exhibiéndonos como el país racista que somos. El trato que recibió en redes sociales fue humillantemente racista y clasista ¿Cómo es posible que una ciudadana mexicana con todos sus derechos políticos y constitucionales como Mary Chuy, reciba trato de las personas en redes sociales excluyente y humillante? la llamaron de todo para insultarla y burlarse de ella por su aspiración política legitima. No fue precisamente una estrategia política de algún partido político para sacarla del camino por considerarla un peligro para sus intereses, ¡no qué va!, fue puro y vulgar racismo de las clases altas y medias mexicanas subsidiarias de la corrupción y el crimen organizado. En contraste, el hecho de que personajes tan cínicos, clasistas y racistas como Diego Fernández de Ceballos caricatura de encomendero español de la colonia, en la política mexicana, se le rinda un respeto como personaje público, como político y hasta como líder moral, habla del grado de podredumbre de la clase adinerada en México. El mote a los seguidores de AMLO y Morena, que les han impuesto sus adversarios políticos: "Chairos", habla de algo más grave: la peligrosa polarización social entorno al racismo que, encuentra en la política el pretexto perfecto para expresarse sin pudor en un México que no ha superado los prejuicios de castas de la colonia. "Chairo" es un peyorativo político en México análogo a peyorativos clasistas y racistas como naco, indio, prieto, gato etc. Esto implica que, en la sociedad mexicana hay ciudadanos de primera, segunda y hasta de tercera a los que por tradición no les corresponde el poder político ni económico, sin importar lo que diga la ley ni los derechos fundamentales del hombre, ni ninguna institución nacional o internacional:" Los prietos se ven mal como líderes políticos o sociales, son ignorantes, no hablan inglés, son tranzas, de gustos nacos, pobretones, intelectualmente inferiores y feos."
Es claro quién es mayoría y quién tienen el poder en México si se habla de clases sociales. La mayoría somos mestizos pobres, se habla del más de 70% de la población. El otro 30% (esto sin tomar en cuenta los pueblos originarios en la extrema pobreza y marginados) educada en una tradición clasemediera, racista, clasista, xenofílica y alienada; que añora el régimen colonial racista con su orden político y social fundado en el origen étnico. Conservadora, y "cosmopolita", esta clase social se siente en sintonía con el "mundo moderno", con la visión de la sociedad de la información, con la apertura al mercado de la competencia mundial, con las reformas privatizadoras del gobierno y la implementación de la educación por competencias y es feliz en el confort del consumo exagerado de bienes suntuosos e innecesarios.
Resulta por demás interesante ver que las cifras de excusión social, empatan con las de las encuestas de tendencia de voto para presidente de la república este 2018, las mayorías se agrupan la rededor del candidato de MORENA, mientras las minorías que tienen en común su filiación social e intereses clasistas, lo hacen alrededor de esos candidatos que dan la imagen alienada de la clase media mexicana, adinerada, segregacionista, prepotente, pretensiosamente superior intelectualmente y moralmente, y tristemente patética, al abrazar los valores de un pueblo al que desprecian, como cuando vemos a Meade o Anaya vestir los trajes tradicionales de los pueblos indígenas o cuando en campaña intenta parecer gente común y corriente del pueblo pobre mexicano. Pero lo más patético es cuando esa "superioridad" queda en ridículo como cuando Anaya en su presentación en la IBERO no entendió nada de lo que el periodista mexico-estadounidense Jorge Ramos le preguntó en inglés ¿No entendió un candidato que supuestamente habla inglés a la perfección? o como cuando Meade con toda su preparación no tiene ni la mínima idea de qué hacer contra problemas concretos de corrupción gubernamental y corporativa. Y luego la ridícula y vetusta COPARMEX, los evasores más grades de impuestos, los explotadores de la fuerza laborar mexicana, los lavadores de dinero del crimen y la corrupción, dando lecciones de moral a pueblo de México con su paternalismo insultante. La clase media mexicana y su superioridad, evidentemente son un fraude a todas luces.
Pero ¿Qué tiene que ver con el fútbol esto? Bueno, como le decía, deja a la vista en todo el mundo este problema social en México ¿Sabe cuánto cuesta asistir al mundial de Rusia 2018?:
Alrededor de 30 564 y 39 441 pesos, solamente el viaje de avión. La habitación doble por noche 4 300 pesos en Moscú y 4 800 pesos en San Petersburgo. Claro hay alojamiento más barato desde 2 200 pesos la noche; el boleto para los partidos va de los 3 800 pesos a los 9 700 y si es la final se va a los 19 mil pesos por boleto (¿Qué tanto? eso es lo que vale un boleto VIP par aun concierto de Luis Miguel, el ícono de la estética de la clase media mexicana aunque de mexicano no tenga nada pobre tipejo) Como vera el 70% de los mexicanos no podríamos darnos ese lujo suntuario; pero, resulta que alrededor de 50 mil connacionales asistieron a partido de la selección mexicana contra Alemania en esta justa mundial el pasado domingo. No solo eso, llegaron con mariachi y hasta un autobús llevaron. Su comportamiento y actitud en muchos casos evidenció a esa clase adinerada mexicana que tiene el poder político y económico en México: prepotente y acostumbrada a la impunidad y al desprecio por el diferente, pero muy nacionalista. Dos particularidades, luego de regodearse en su mal gusto y falta de educación - de lo mismo que ellos nos acusan a los pobres y nacos en México - los Mireye- hinchas mexicanos , uno: organizaron una porra contra AMLO con la cual, no se desgataron mucho su potente intelecto, decía "Peje chinga a tu madre". Dos: El brillante hijo de Felipe de Jesús Calderón ex presidente de México y Margarita Zabala ex candidata a la presidencia de México, organizó a sus amigos para usar la bandera nacional como pizarra de mansajes y mandonos decir a todos los pobretones-nacos-mexicanos que, si gana AMLO, él se queda allá, y compartió el angelito la ocurrencia en sus redes sociales.
Pesé a que la ley rusa prohibió las máscaras en los estadios, estos "trabajadores" y "honestos" mexicanos, "respetuosos" de la ley, metieron de contrabando las mismas. Pesé a la advertencia, también, de la FIFA, de no usar el homofóbico grito de " heee puto…" en los partidos, a estos hijos de la clase pudiente de México les importó poco y la federación de fútbol mexicana tendrá que pagar medio millón de dólares porque a estos "decentes" ciudadanos mexicanos, las leyes les valen un cacahuate, acostumbrados a la impunidad de su clase social. Y así van por Rusia enseñando cuan homofóbicos, misóginos, racistas, clasistas y corruptos pueden ser. Suponemos que, como dicen, para justificar su superioridad social, ellos si entienden el mundo globalizado, aunque se comporten como patanes y hagan el ridículo mundialmente. Mientras tanto en México, más del 70% de los mexicanos pobres, somos representados en el mundo de una forma indigna por un puñado de rufianes, clasistas, homofóbicos, misóginos e ignorantes que se siente orgulloso de lo que han hecho de México, no de lo es México.
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