Nuestra Señora de Guadalupe
Por Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar
12-Dic-2019.
Solemnidad de Ntra. Sra. de Guadalupe, Patrona de América, Ciclo: "A".
Eclo 24, 23-31; Salm 66, 2-3. 5. 7-8; Gal 4, 4-7; Lc 1, 39-48.
"Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre".
Estamos nuevamente en un 12 de diciembre, fiesta solemne muy importante en México porque festejamos a la Virgen de Guadalupe, sus apariciones en el cerro del Tepeyac. Por eso las lecturas de la eucaristía se centran hoy en María, madre de Dios y nuestra.
La lectura de Eclesiástico, tiene dos partes, en la primera nos habla de esa mujer que será María. Nos habla de ella como la madre del amor y de la esperanza. Fue precisamente eso que nos trajo a México: Amor para que se apaciguara México y regresara la armonía a estás tierras, después de la cruenta conquista donde españoles y naturales lucharon a muerte. Y esperanza para la raza indígena conquistada que perdía toda su cosmovisión de vida y organización social que tenían antes que llegaran los conquistadores. Es pues que María de Guadalupe se aparece en México porque quiere dar a sus hijos mexicanos todo el consuelo, amor, compasión, auxilio y defensa, así se lo dice a Juan Diego.
En la segunda parte de Eclesiástico nos aparece la figura de Jesús, al decirnos: "Los que me coman seguirán teniendo hambre de mí, los que me beban seguirán teniendo sed de mí". son pues exhortaciones que de alguna manera van prefigurando a ese Jesús que vendrá de una madre de una mujer que nos habla que ya no quedará separado Jesús de María o María de Jesús. Uno nos lleva al otro; la madre al hijo o el hijo a la madre.
El salmo 66, nos deja una frase que bien se aplicaría a María en esta fiesta: "Que nos bendiga Dios, y que le rinda honor el mundo entero". Frase esta que nos remite al magníficat, cuando dice. "Desde ahora me felicitarán todas las naciones porque el poderoso ha hecho obras grandes en mí...". nuevamente la figura de María aparece honrada por ser la madre de Jesús (Dios) y haber dado un Sí al Señor.
Por su parte, la lectura de Gálatas empieza con estas palabras: "...Al llegar la plenitud de los tiempos, envío Dios a su Hijo, nacido de una mujer...". María nos lo dice en el Tepeyac: "Yo soy la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive". Las palabras de María nos revelan su identidad y como ella con el poder que le da Dios viene a consolar y dar esperanza a todos sus hijos (indígenas) de México que sufrieron un atroz y cruel conquista, donde ellos habían perdido toda esperanza y aliento por la vida, dado que habían perdido el sentido que tenían cuando contaban con su propia y única cultura que los sustentaba. María de Guadalupe como madre del amor viene al encuentro de sus hijos sufrientes.
El Evangelio de Lucas, nos narra el pasaje de la visita de María a su prima santa Isabel. La solidaridad de María ante Isabel para ayudarle en sus quehaceres, dado que estaba embarazada y era una anciana. En ese encuentro se muestra la sabiduría del Espíritu Santo, porque con el saludo de María, ella quedó llena del Espíritu de Dios y la creatura que traía en su seno (Juan el Bautista) saltó de gozo. Entonces Isabel exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de vientre!...". Después de todas las palabras elogiosas que le dice a María, está exclama por inspiración del mismo Espíritu Santo, las palabras del Magníficat: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de jubilo en Dios...". Este encuentro bendito entre estas dos mujeres: María e Isabel, es como el encuentro que hoy conmemoramos entre María y México, María y los indígenas, María y todos los pueblos de América, porque ella quiere dejarnos aquellas palabras suyas: "¿No estoy aquí, que soy tu Madre?"
Por ello la propuesta de Jesús hoy es:
+En este día valoremos y honremos a nuestras madres, ya que ellas al igual que María con Jesús, fueron las que nos infundieron vida y nos amamantaron nos cuidaron y educaron para que fuéramos hombres plenos de bien.
+Honremos a María en su fiesta de Guadalupe, dado que Jesús en el calvario nos la dio como madre espiritual. Visitemos algún santuario donde se le venere y elevemos una oración por nuestra familia y por las familias, que en este tiempo ha sido violentada por la cultura de muerte que pernea en la sociedad.
+Así como María se solidarizó con su prima Isabel, nosotros en este 12 de diciembre en esta fiesta patronal de México, pidamos a nuestra morenita del Tepeyac, por nuestro país, para que sigamos teniendo un buen gobierno, así como cesen las luchas intestinas entre nuestros hermanos mexicanos que cada días se asesinan en promedio más de 90 personas en todo el país. Que ella interceda ante su hijo por la pacificación de nuestra patria.
De tal manera en este tiempo, podamos encender una luz de esperanza, con las palabras que ella le dirige a Juan Diego, y nos la dice a nosotros: "¿No estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy la fuente de tu alegría?"
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