Hasta hace algunos años, los cohetones se utilizaban y por ello se toleraban, porque eran para las fiestas de algún barrio. Pero ahora ya todo el año, en cualquier calle se padece este estallido que no sólo es por lo molesto del estruendo, sino, comprobado está, afecta a los bebes, a los niños que padecen autismo, a las personas de la tercera edad, no se diga a las mascotas que en su totalidad les resulta un martirio. Debemos agregar el riesgo hacia las personas habida cuenta de que se avientan los cohetes a plena calle en medio de la gente, quizá no se escarmiente hasta que no ocurra una desgracia mayor como ya ocurrió hace algunos años en el barrio de San Lucas con saldo de un joven fallecido tras de explotar una buena cantidad de cohetones en lo alto de dicho templo.
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