Extremadura y La Provincia de Ávalos, tierras
fronterizas conectadas por la historia
Reportaje de Investigación de Rodrigo Sánchez Sosa, Cronista de Sayula
Los primeros europeos en arribar a Sayula en 1522, procedían de distintos puntos de la España del siglo XVI recién salida del renacimiento europeo entonces, y enfrentándose a la modernidad. Una mayoría procedía del sur de la península ibérica. Para nuestra investigación nos centraremos en los extremeños, los cuales definirían la historia de la colonia en la Alcaldía Mayor de los Pueblos de Ávalos hasta muy entrado el siglo XVII; por lo tanto, su legado en identidad cultural, dejará una marca indeleble para los que luego naceríamos en este municipio y región del vaso lacustre de la laguna de Sayula, lo que fuera el antiguo Tzaulán.
La región de Extremadura en España, aportaría una gran cantidad de inmigrantes al nuevo mundo, sobre todo en los primeros años posteriores al descubrimiento. Es de todo sabido que el conquistador de México Hernán Cortés era originario de la extremeña Medellín, que Hernando Saavedra y Ávalos, el primero en arribar a lo que hoy conocemos como el municipio de Sayula, a quien se le da la encomienda de estas tierras en un principio, era primo en primer grado de Cortés, al igual que su hermano que llegaría después y heredaría la encomienda a su muerte, Alonso de Ávalos el viejo, y otros hermanos y sobrinos que llegarían posteriormente, a esta provincia que sería una de las más ricas e importantes de La Nueva España. Los nativos también de Medellin, los hermanos Ávalos Saavedra, harían tal fortuna aquí que, Alonso de Ávalos terminaría casándose con una nieta del rey Fernando de Aragón y acumulado una gran fortuna. Su nieto sería Conde y sus descendientes formarían familias importantes y poderosas en los territorios hoy de Jalisco, Michoacán y Nayarit.
Pero ¿Cómo es el lugar donde crecieron estos extremeños? ¿Cuál es su origen? ¿Qué implicación tiene tal lugar de donde partieron en España, con respecto al coto de poder en el occidente de la Nueva España, que forjaron?
La ciudad de Medellín, antes Badajoz, fue fundada en el año 875 por el líder muladí Ibn Marwan (curiosamente coincide con el año en que surge aquí el señorío tzayulteco, construyéndose el centro ceremonial cívico-religioso "Cerrito de Santa Inés" alrededor del año 900). Fundada por los árabes luego de la conquista del sur de España, Badajoz fue una ciudad fronteriza entre territorio cristiano y musulmán.
"Bajo el dominio musulmán, la economía extremeña se vio perjudicada por las continuas guerras. La agricultura, que era la actividad más relevante en la mayor parte de al-Ándalus, sólo se desarrolló en el valle del Guadiana. Los principales cultivos fueron cereales, productos de huerta, frutales y olivos. En las tierras en torno al río Tajo tuvo más importancia la ganadería, especialmente la cría de caballos, camellos, bueyes y vacas. En el reino taifa de Badajoz se alcanzó un cierto desarrollo económico y se llevaron a cabo actividades artesanales y comerciales; estas últimas se encontraban favorecidas por su situación geográfica (entre el norte cristiano y el sur musulmán). En la Extremadura musulmana el reparto de las tierras fue similar al de otras zonas de al-Ándalus. Así, la minoría árabe cultivó las tierras más fértiles mientras los berebéres y mozárabes se vieron obligados a conformarse con las zonas más áridas; por ese motivo tuvieron que dedicarse, sobre todo, a la ganadería."
En Extremadura las condiciones eran muy similares a las encontradas por los conquistadores en las provincias que recibieron como encomiendas en el Nuevo Mundo. Sobre todo, en esta provincia de Occidente, frontera de la Nueva España con el norte, dominado por tribus bárbaras trashumantes que asediaban los asentamientos españoles. Los Ávalos tuvieron que enfrentar y pacificar a los indígenas en lo que hoy es Colima, Nayarit y Zacatecas, al mismo tiempo que cristianizar y hacer producir sus haciendas. Algo con lo que los extremeños estaban familiarizados. La división social de la tierra era muy similar, los conquistadores poseían las mejores tierras y obligaban a los indígenas a aceptar los terrenos más pobres, con la salvedad que por ley el indígena no podía criar ganado, sin embargo, su condición de súbditos de la corona les otorgaba ciertos privilegios respetando algunas de sus tierras comunales.
"Las tierras extremeñas fueron campo de batalla de cuatro reinos (el leonés, el castellano, el portugués y el almohade) que con frecuencia estaban enfrentándose entre sí. Históricamente, el término Extremadura referido a esta región se puede utilizar únicamente a partir del siglo xv. Dos son las teorías propuestas. La más antigua sostiene que el nombre procedía de la expresión latina extremis Dorii ("los extremos del Duero"). Claro es que el Duero no pasa por Extremadura, por lo que el origen vendría de la época de la Reconquista cuando la frontera cristiana estaba más o menos en el Duero; luego la denominación equivaldría a "frontera". Al avanzar la Reconquista hacia el sur, se continuó llamando así a la zona fronteriza, que ya no era el Duero, sino el Tajo. Cuando Fernando III, a principios del siglo XIII, reconquistó de?nitivamente la actual Extremadura, se consolidó el nombre para la región. Otra teoría sobre el origen de Extremadura considera que el nombre viene de extremos, es decir "fronteras"."
Los hermanos Ávalos Saavedra eran hijos de un hidalgo extremeño de Medellín y su esposa, pariente directa de Hernán Cortés, Pedro López de Saavedra y Doña Isabel Álvarez Rangel. En el orden social extremeño eran soldados que se ocupaban de las labores del campo y la cría de cerdos, que era lo común, en un territorio que, luego de que los reyes católicos de Castilla y Aragón expulsaron a los árabes de la península a fines del silgo XV, nos le podía ofrecer otra ocupación cuando el negocio de la guerra en esa provincia desapareció. Eran gente de armas y por ello con estatus social, pero empobrecidos, que vinieron a América en busca de fortuna, más que como un ejército de conquista como grupo militar de aventureros acostumbrados al botín de guerra como único pago, armados de su ambición y huyendo de la pobreza.
"En la sociedad medieval extremeña se distinguían dos grandes grupos sociales: los caballeros-villanos y los campesinos. Los caballeros-villanos poseían un caballo y armamento para la guerra. No estaban obligados a pagar impuestos. Al principio, sus ingresos provenían de los botines de guerra; posteriormente ejercieron el poder político y económico en las ciudades."
"Literariamente los hidalgos han sido caracterizados fundamentalmente como nobles con escasos o nulos bienes, pero exentos del pago de determinadas obligaciones tributarias, debido a la prestación militar que les confería el derecho de portar armas, de las cargas y tributos que pagaban."
"La emigración extremeña a las Indias se inició en los primeros años del siglo XVI. Se estima que en la segunda mitad del siglo XVI unos 15000 extremeños se establecieron en tierras americanas, especialmente en los virreinatos de Nueva España y Perú…Los extremeños que partieron hacia el Nuevo Mundo en la Edad Moderna pertenecían a diferentes grupos sociales. Los que eran de origen humilde buscaban prosperidad material, ya que pronto se difundió la idea de que en América existían riquezas abundantes. También fueron al Nuevo Mundo nobles que querían obtener cargos y fama y numerosos religiosos que acudieron a las tierras recién descubiertas para evangelizar a los indígenas."
Entre eso 15 mil extremeños los Ávalos Saavedra llegaron a lo que hoy es Sayula, en busca de fortuna, y la obtuvieron. Pese a que el corregidor de rey y el alcalde de la provincia después, imponían la ley específica para la colonia y luego del virreinato, las formas no escritas del orden social, bien pudieron ser las traídas por los conquistadores extremeños: las formas de las tierras fronterizas del sur de España, donde la guerra era un factor determinante. La sociedad extremeña de la Edad Moderna era un reflejo de la sociedad castellana de la época. En ella se mantenía casi inalterable una estructura estamental compuesta por los grupos privilegiados y los no privilegiados.
"Los privilegiados: La nobleza. Apenas representaba un 3,5% de la población, pero poseía la mayor parte de las tierras y ocupaba los altos cargos municipales, del ejército y de las instituciones del reino. El clero: Estaba formado por obispos, sacerdotes y miembros de órdenes religiosas. Extremadura estaba dividida en tres diócesis: Plasencia, Coria-Cáceres y Badajoz. Cada una de ellas obtenía cuantiosas rentas, procedentes de los diezmos y de los arrendamientos de tierras. Los no privilegiados: constituían el estamento social más numeroso y estaba formado sobre todo por campesinos (ya que la mayor parte de la población extremeña vivía de la tierra), generalmente trabajando como jornaleros. Muy pocos campesinos eran propietarios. Los artesanos desempeñaban diferentes oficios (herreros, tejedores, curtidores, zapateros, sastres, carpinteros…), principalmente en las ciudades y villas. También formaban parte del grupo de los no privilegiados los funcionarios y soldados. Estos últimos eran abundantes debido al carácter fronterizo de la región."
Esta forma de división social y sus valores implícitos, prevaleció en Sayula hasta hace muy poco, aún en los estamentos sociales de la antigua elite, se esbozan esto valores. La nobleza aquí representada por las clases altas que aspiraban a este estatus, poseyeron las mayor parte de las tierras y ocuparon los altos cargos municipales, del ejército y del gobierno central. El clero, represento en Sayula un poder alterno al político hasta muy entrado el siglo XX y aún hoy es contra peso a la autoridad civil. Los campesinos indígenas y mestizos, fueron siempre desposeídos y aún cuando durante la revolución de 1910, se les otorgaron tierras, su situación no cambió mucho. Los valores derivados de la posesión de la tierra y el orden social son reconocibles en una tradición derivada de la Extremadura del siglo XVI. Contrario a lo que se especula, los conquistadores no llegaron a Sayula como un ejército al frente del cual venían nobles acaudalados en busca de fama y gloria, sino hidalgos extremeños en busca de fortuna sin más paga que la que pudieran conquistar en la guerra y el trabajo duro de sus haciendas. Esto forjó el valor del trabajo entre los terratenientes de la región, teniéndose en gran estima el trabajo duro por sobre cualquier otra cosa; el espíritu del colonizador español que se sabe sólo con derecho a la tierra en base al trabajo duro y la defensa de este, en un orden social inamovible y necesario en tierras fronterizas.
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