LA POLITICA DESDE GAYOLA
Por Rodrigo Sànchez Sosa
El discurso político no es ciencia económica, jamás ha podido prescindir de la analogía con las ciencias de la biología para fundamentarse. Es que la doctrina económica no existe en absoluto y no se fundamentaría en la ciencia sino por esta falsa analogía. Por ejemplo: crecimiento y desarrollo son formas modernas, referidas a la biología, que usa el discurso político para ejemplificar el éxito económico de una nación. La iglesia medieval hacia lo mismo con el cuerpo místico de Cristo, el cuerpo de Cristo era la Iglesia misma. Cuando en el siglo XVIII los fisiócratas destronaron Dios en provecho de la naturaleza, es decir dejo de ser Dios el referente para idealizar la sociedad, se produjo simplemente un desplazamiento de la analogía: la sociedad es un cuerpo natural que la intervención humana corre el riego de desordenar sino está de acuerdo con las "leyes sociales".
La analogía (procedimiento flexible cuyos límites están bajo control externo) podrán justificar las más variadas posiciones, que van desde el dejar hacer, en nombre de un supuesto equilibrio natural y espontáneo (toleremos a explotación, la corrupción, impunidad, la explotación, incluso la violencia y el asesinato, al final todo se equilibra naturalmente), a la jerarquía, ya sea bajo la forma de una desigualdad natural, ya como necesidad de una organización ( es natural la pobreza y la riqueza; es necesario que no seamos iguales para que haya quien mande y quien obedezca) o incluso a la planificación, necesidad de situar mecanismos reguladores análogos a aquellos de los cuales está dotado el organismo (la disidencia social, los rebeldes, son un cáncer social que hay que extirpar, para ello se debe utilizar toda la fuerza del estado, contras quienes atentan contra la paz social y el equilibrio). Desde Darwin, la lucha en sí misma se integra al esquema, tanto como medio de equilibrio como condición de "progreso" (es necesaria la competencia, la calidad, el emprendimiento para el progreso en un mundo globalizado).
¿Es la analogía un simple reflejo, sin consecuencias propias? Sería un abuso considerar una distinción entre la "forma" y el "fondo", las consecuencias de un discurso así elaborado, solo nos dicen que está bien construido, pero de ahí no se sigue que refleje la realidad social objetivamente. El discurso social así, organizará en detalle la practica social, su forma estará comprometida con el designio ideológico, el fondo será siempre un interés arbitrario dado desde la forma.
¿Para que sirve la analogía que hace de la sociedad un cuerpo biológico? ¿Cuál es su finalidad general, cuáles su avatares modernos y qué consecuencias particulares resultan de esta forma contemporánea de discurso?
Si seguimos a Tito Livio, en la historia de Roma, quinientos años antes de Cristo, el poder patricio, la democracia de los ricos en Roma, envía a un tal Manenius Agripa, un liberal, a la plebe que se había rebelado y amenazaba con la secesión. Éste les habló así:
"En otra época, contrario a lo que ocurre en la actualidad, el organismo del hombre no era un todo armonioso sino que cada miembro hacia su voluntad. Las otras partes se indignaban por tener que preocuparse en trabajar por el solo beneficio del estómago, que presumía y se pavoneaba consumiendo tranquilamente todo aquello que le aportaban. Entonces, decidieron rebelarse. Las manos no llevaron más alimento a la boca, la cual, por otra parte, ya no lo aceptaba; los dientes se negaban a masticar. De ese modo pensaban conducir al estomago al arrepentimiento, sometiéndolo por hambre; pero así todo el cuerpo se debilitaba. El estómago demostró entonces que era útil y nada perezoso: sin que se le alimentara alimentaba a los miembros repartiendo el alimento que recibía, para que todos vivieran y crecieran" (Libro III, capítulo XXXII).
El vender políticamente como una necesidad la desigualdad, la pobreza, la explotación y el despojo no es nuevo. El discurso habla siempre de un "hombre natural" que se mueve por "necesidades". Pero nunca lo hace de un hombre inmerso en un contexto de las relaciones de producción históricamente determinadas. El argumento del "Progreso" es usado para exorcizar el problema de las desigualdades sociales, la pobreza. Se dice: "la cosa no es repartir mejor el queso, sino seguir repartiéndose un queso cada vez más grande". Con éste viejo argumento (1960), los empresarios mexicanos y el poder político en México nos engañan a todos. La analogía es correctamente construida en el discurso, pero en la realidad, es una farsa que se impone como verdad última y necesaria ¿Cómo se construye algo más grande, mejor para todos, cuando las reglas las ponen los que lo tiene todo y su interés es que nada cambie? Argumentan que cualquier otro sistema es incapaz de funcionar; es decir que, el capitalismo, el despojo y la explotación de los pobres es algo natural: el capitalismo es una economía natural, ir en contra de él es ir en contra de la naturaleza. Parten de que sólo los ricos pueden invertir (las inversiones o empresas publicas siempre fracasan). Por lo tanto, la desigualdad es un don necesario para la buena marcha de los procesos económicos. La economía del equilibrio pretende demostrar que los mecanismos del mercado aseguran a la vez la producción optima y el mejor reparto posible de los bines producidos…suponen como dado, el reparto inicial de la riqueza entre todos producida. La justificación es doble, natural y científica. (Pierre Achard)
Fura de toda proporción este discurso va a lo político a prevenir de los errores de la democracia: existe la posibilidad de escoger lo no conveniente, lo no natural, lo no científico, lo que es por todo lo anterior un peligro. No se puede hoy en el México moderno del PRI neoliberal resolver un conflicto de intereses donde se impone injustamente a un sector amplio de la sociedad una ley que los perjudica, que representa una entrega de la nación a intereses ajenos y hasta hostiles; trastocando el orden "natural" y las "leyes de la economía", es inadmisible atentar contra la iniciativa privada, contra los que explotan, roban y saquean el país, porque es necesaria esta explotación robo y saqueo, según el orden natural del capitalismo. Esa es la lógica tras los asesinatos de maestros y estudiantes en México, del actual gobierno priista. Esa es la lógica de la pobreza extrema en este país; de la corrupción; de la impunidad; de la violencia; del asesinato. Es necesario preservar ese "orden" donde la desigualdad y la injusticia son valores preciados y la protesta, la disidencia, y el rebelarse un crimen. Dejar hacer, dejar pasar, las leyes del mercado, finalmente, de forma natural, equilibrarán todo. Pero jamás devolverán uno solos de los desaparecidos, ni resucitaran a un solo muerto de esta guerra absurda de imposición, ni alimentaran a niños pobres en comunidades marginadas hasta saciar su hambre por completo; porque todo ello es necesario que exista, en el corpus ordenado de la lógica que utiliza la analogía del progreso y su discurso biológico-social, que resuena como dogma en los labios de los actuales funcionarios federales incluidos Peña Nieto. Amén.
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