martes, 30 de junio de 2020



Reducen a un mes las próximas campañas electorales
Por Arturo Fernández Ramírez
La semana pasada el Congreso del Estado de Jalisco aprobó una reforma política en la que, entre otros puntos, avalaron que las campañas electorales para diputados locales y munícipes tendrán una duración máxima de 30 días. Aunque falta la votación de los ayuntamientos, es un hecho que sí pasará ese cambio.
El argumento principal fue que por única ocasión y por una situación extraordinaria, con motivo de la contingencia sanitaria ocasionada por el COVID-19, el siguiente proceso electoral en el que se elegirán diputados locales y munícipes, las campañas electorales sean recortadas a 30 días.
Sin embargo, las voces críticas y opositoras a esta reforma, sostienen que se favorece y otorga ventaja en el próximo proceso electoral a los grupos políticos que ahora tienen la mayoría, a los partidos más fuertes en este momento, a los que están en el gobierno, dejando fuera a las nuevas opciones, a los nuevos partidos, a los que no ocupan cargos públicos para proyectarse.
Jalisco tiene 125 municipios, la mayoría con una población inferior a los 50 mil habitantes, pocos con más de esta cantidad pero menor a 300 mil y son contados los que tienen más de esta última cifra.
De hecho, estadísticamente, alrededor del 70% de la población de Jalisco se concentra en la zona metropolitana de Guadalajara que comprende la misma capital del estado, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, Tlajomulco, El Salto, Juanacatlán e Ixtlahuacán de los Membrillos.
Y del restante 30% de la población, la mayoría se concentra en las cabeceras de las regiones en que está dividido nuestro estado.
Luego entonces, podríamos decir que mientras el 80% de la población jalisciense está concentrada en menos de 20 municipios, el resto, es decir, el 20% se encuentra distribuida en alrededor de 100.
Dicho en otras palabras, mientras que más de 100 municipios albergan en su territorio a tan solo el 20% de los jaliscienses, menos de 20 tienen al 80%. Es una clara desproporción.
En este contexto, la reducción de los tiempos de campaña a un mes, sí afecta en principio a los partidos minoritarios y a los aspirantes que no tengan ningún cargo público, pero se complica más para quienes vayan a competir en un municipio grande.
Y es que los tiempos de campaña son por igual para los 125 municipios de Jalisco, así tengan una población de millones o de miles, así su extensión territorial sea bastante grande o demasiado pequeña.
Por ejemplo, en el sur de Jalisco sabemos que Zapotlán El Grande es el que cuenta con la mayor población, en un siguiente rango le seguirían Sayula, Tamazula, Zapotiltic, Tuxpan (sin que necesariamente vayan en ese orden) para, finalmente, con menor habitantes, encontrar a Amacueca, Atoyac, Techaluta de Montenegro, tan solo por citar los más cercanos.
En este sentido, 30 días tendrán los candidatos de Guadalajara, Zapopan, Amacueca y Atoyac, para convencer, los primeros, a millones de votantes y los segundos, a cientos, algo que de entrada sí se vislumbra desproporcionado, aunque debemos reconocer que existen otros factores en cada caso.
Así, el presupuesto y la infraestructura con que cuentan los candidatos de los diferentes municipios, determinan las condiciones de su proselitismo para cientos o para millones de votantes.  Con todo y ello, se debe reconocer que el tiempo es esencial en el convencimiento de los electores, de tal manera que, recortarlo a un mes como se ha hecho, tendrá repercusiones perjudiciales para muchos.
Los partidos y aspirantes que tienen un buen posicionamiento social, quizás no les afecte la reducción, porque por lo general en la primera parte de las campañas se pretende consolidar la imagen, de ahí la desventaja para los partidos nuevos y quienes no ocupan ningún cargo público que les permita proyección. Desde esta perspectiva, sí es inequitativo reducir a un mes las campañas políticas, porque se corre el riesgo de que la ciudadanía deje de conocer nuevas opciones.
Sobre los gastos de campaña, si bien pudiera pensarse en un ahorro, difícilmente el pueblo se vería beneficiado en forma directa con ese dinero que en apariencia se dejará de invertir en el mes de campaña que se elimina.
Por otro lado, en las diputaciones, la reducción afecta más a los distritos de fuera de la zona metropolitana de Guadalajara, porque tienen que recorrer muchos municipios distantes, muy diferente a colonias de la misma zona urbana.
En fin, como lo hemos dicho, aunque muchas cosas han suspendido y paralizado con la emergencia sanitaria, lo que por ningún motivo se ha detenido ni se detendrá, será la política. La reforma electoral que hoy abordamos, es otro claro ejemplo de ello. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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