lunes, 2 de enero de 2023

 Política y concepto de "cultura"…

Por Rodrigo Sánchez Sosa

Recientemente en el municipio la mayoría de la ciudadanía se ha dado cuenta que en los últimos cuatro años Sayula ha tenido un retroceso en materia cultural debido a la ineptitud de la gente encargada de la cultura en el ayuntamiento, esto ha tenido como consecuencia el abandono del patrimonio cultural y lamentablemente su perdida. Todos entendemos de qué se habla cuando alguien usa la palabra "cultura"; sin embargo, si queremos valorar en su real dimención la pérdida patrimonial de nuestro municipio, es necesario entender  primero el concepto de "cultura". El Filósofo español, Gustavo Bueno, uno de los filósofos más recientes de habla española, nos advierte de la necesidad de reflexionar sobre esto: 


El ascenso del prestigio de la idea de cultura parece que no está desvinculado de la indefinición de la idea o, dicho de un modo más positivo, de su confusión. Por ejemplo, la cultura universal ¿Hay que entenderla como una cultura ya instituida tal que, siendo de derecho de todos, esté de facto monopolizada, administrada o secuestrada por ciertas clases privilegiadas, aristócratas o burguesas? En este supuesto la connotación despectiva que arrastra en bocas proletarias la expresión "cultura burguesa" debería ser puesta entre paréntesis, al menos cuando con tal expresión designásemos, no tanto el monopolio, cuanto los contenidos de la cultura monopolizada por la burguesía, si es que esos contenidos se entienden como virtualmente universales : ópera italiana, pintura de museo, viajes, arte, modales distinguidos, buen gusto, literatura suigeneris, música de cámara, dominio de idiomas...; pues de lo que se trataría entonces sería de repartir o distribuir estos contenidos de la cultura entre todos los hombres. Sin embargo, no es evidente, ni mucho menos, que los contenidos de la cultura burguesa sean virtualmente universales (ni siquiera en relación con la sociedad occidental, es decir, que su valor se mantenga al salir fuera de la clase privilegiada que los detenta). ¿Acaso la cultura de patrimonio universal no debe ser entendida, desde el principio, como una cultura cuyos contenidos han de ser necesariamente nuevos, como una cultura de vanguardia, expresada incluso en una lengua nueva , pues sólo en esta hipótesis la universalización de una cultura, particular siempre en su génesis, podría llegar a ser una cultura de universal patrimonio, no sólo de hecho, como cultura cosmopolita, que incluye la "cultura del fumar" o la "cultura de la Coca-Cola", en las mitades del siglo XX, sino también de derecho?

Por otro lado, desde el momento en que se reconoce la pluralidad de las culturas particulares -la cultura maya, la cultura azteca, la cultura judeo- cristiana.. .- ¿Qué puede significar "cultura de patrimonio universal? ¿El conjunto de rasgos culturales que, como el tabaco o la coca, han desbordado los límites de una cultura particular precolombina y han pretendido incorporarse, a través de la cultura occidental, a todas las culturas? ¿O acaso una cultura " universal patrimonial" puede ser otra cosa que la representación científica de todas las culturas (lo que equivaldría a una universalización de la Antropología), o más bien el ejercicio de todas ellas? Cualquiera de estas alternativas parece absurda (utópica). El conocimiento científico, por cada individuo perteneciente a una cultura dada, de todas las demás no convierte a todas las culturas particulares en culturas de universal patrimonio, salvo suponer que todas ellas fueran compatibles y que el antropólogo universal pudiese concebirse como un sujeto no adscrito a ninguna cultura concreta; en cualquier caso, el conocimiento científico de las culturas no implica, desde luego, el ejercicio de las mismas. Una cosa es conocer las modulaciones de las estructuras del parentesco y otra cosa es practicar a la vez, inspirados por el espíritu del "humanismo integral", el matrimonio árabe, la poliandria y la monogamia. Por otro lado, ¿cómo se puede ejercitar a la vez el sistema de castas y el sistema democrático? ¿Cómo se puede ser a la vez antropófago y vegetariano, aunque sea invocando la máxima de Terencio: "Hombre soy y nada de lo humano me es ajeno? El "hombre total" tendría que ser simultáneamente o, por lo menos a diferentes horas del mismo día, budista y animista, jainista, cristiano, musulmán, agnóstico y ateo. La idea de una "cultura de universal  sólo parece significar algo cuando se mantiene en estado de extrema confusión y oscuridad. 

 Sin embargo, el término cultura, cuando se utiliza en contextos político- administrativos, por ejemplo en el contexto de las secretarias, ministerios o casas de la Cultura", todavía cobra un significado distinto y, por cierto, más reducido del que es propio de los contextos científico-antropológicos.  Ahora bien, los criterios connotativos institucionales son inciertos y sus límites -los límites de su denotación extraordinariamente imprecisos y borrosos. Desde luego, partes tan sustantivas del todo complejo como puedan serlo las tecnologías, las ciencias, los ejércitos, las escuelas, quedan fuera de la circunscripción desde el momento en que entran a formar parte de la jurisdicción de las secretarias de Industria, de Educación o de la defensa nacional. Pero no es nada fácil englobar en un concepto mínimamente consistente el total de contenidos cubiertos por la secretaria de Cultura. ¿Qué tienen en común el teatro, la música, los deportes, la pintura, la literatura, las fiestas populares, aun cuando formen parte de una misma esfera, de una misma cultura mexicana o estadounidense? ¿Por qué estos contenidos se segregan de otros contenidos de su esfera cultural, tales como las ceremonias religiosas, el derecho, la agricultura, la silvicultura o la piscicultura? Tampoco faltan definiciones metafísicas: "La cultura es la expresión del espíritu" o precisando más, del espíritu del pueblo, o de los pueblos que están representados en un Estado a cuyo servicio trabaja la Secretaria de Cultura. Así opinan quienes creen que la "cultura de un pueblo" equivale a la "identidad cultural" de ese pueblo…Entonces ¿De qué hablamos cuando hablamos de "cultura" señores del ayuntamiento de Sayula?

Fuente: Gustavo Bueno, "El mito de la cultura".


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