lunes, 19 de junio de 2023

 Africanos en el Barrio de San Miguel,

Sayula, siglos XVI, XVII y XVIII

Por Rodrigo Sánchez Sosa/ Cronista de Sayula

“Luego de una niñez indecisa, el comercio de negros en América, alcanzó su plena madurez en el último tercio del siglo XVI,. En 1580 la corona española se adueñó de Portugal y esa circunstancia propició que el mercado de esclavos en sus posesiones alcanzase niveles altísimos} Este auge se mantuvo hasta 1640, cuando Portugal y España se separaron de nuevo, pero la introducción de negros al continente siguió hasta el fin del periodo colonial. Sin embargo, el mercado novohispano se saturó en el siglo XVIII y por su cuarta década se sustituía ya el trabajo esclavista por el libre, con excepción de Tabasco y Campeche que estaban aún poco poblados y podían todavía absorber cantidades limitadas de negros. 

De acuerdo con Thomas Calvo -a partir de su estudio del Archivo del Sagrario Metropolitano de Guadalajara-. la importación de esclavos a la área culminó entre 1620 y 1624. En ese lapso se bautizaron ahí 76 negros adultos. de los cuales dos terceras partes eran mujeres. Ello acentuó la ilegitimidad en la ciudad y reforzó al grupo afromexicano. Así. a principios del siglo XVII, el 40% de los bautizados en ella eran hijos de padre o padres desconocidos en tanto que hacia la mitad del siglo la incidencia de bautizos en esas condiciones creció hasta alcanzar la altísima cifra de casi el 60%. El abultamiento de la curva demográfica parece tener su origen en el crecimiento de la introducción de esclavos en las décadas previas. 


A principios de siglo XVII, según la reconstrucción de Calvo, seis de cada siete esclavas no habían tenido marido y cuatro quintas partes de los infantes nacidos en ese sector de la población eran ilegítimos, constituyendo la mitad de los hijos naturales de la ciudad. Pero por 1720 las cosas habían cambiado ya que en el lapso transcurrido desde entonces hasta 1724,  un mulato de cada cuatro casaba con española o mestiza. Ante este panorama no es difícil imaginar el volumen de mezcla de sangre negra que tuvo la vieja población "criolla' tapatía, sobre todo en el siglo XVIII, y no me refiero tan sólo a su sector pobre, sino también al grupo dominante. Por ejemplo, tenemos a don Agustín Gamboa el más rico comerciante de entonces en la ciudad. Este enviudó dos veces sin descendencia legítima, pero como fue padre de una esclava, la liberó y dotó adecuadamente para su matrimonio." ("La negritud, la raíz invisible en Jalisco." R.S.S.)

"El esclavo africano Juan Cortes cuyo dueño era un soldado español de nombre Juan Sedeño, fue la primera persona de este origen que llegó  con la conquista al territorio de lo que hoy es México en 1519. Luego llegarían, según cálculos estimados, alrededor de medio millón de africanos en esta misma condición entre el siglo XVI y el siglo XIX. 

´…(en la región occidente de la Nueva España a la que pertenecía Sayula) Los esclavos eran objeto de compra, venta, donación o herencia, considerándoseles como bienes de mucha estima y alto costo, pues algunos llegaban a valer seiscientos pesos oro común…´  (Federico Munguía Cárdenas)

La población de este origen, llamados entonces negros, vivía predominantemente en las haciendas, en menor medida en las rancherías y en poblaciones como Sayula eran personal de servicio doméstico en las casas españolas; por lo tanto, tenían más interacción con criollos y mestizos que con comunidades indígenas perteneciente a los curatos que se agrupaban en la figura de barrios (como se verás más adelante) bajo la legislación de la República de Indios . Sin embargo, para 1748 la población negra comenzó a desaparecer, ya para el siglo XVIII se habla más de mulatos (es decir hijos de africanos y españoles) que de negros (africanos) en la región. Así mismo el mestizaje también se dio entre negros e indios, surgiendo la figura de "castas" extractos sociales divididos por su origen étnico de acuerdo a la mescla entre las etnias predominantes: españoles, negros e indios, en un orden colonial que intentó inútilmente de mantener la división racial, algo que fue imposible. 

Durante la colonia en los barrios de Sayula, muchos africanos o descendientes de  africanos que llegaron a la región, se sumaron a estas organizaciones ya sea al obtener por compra su libertad, haber sido liberados por sus amos o tardíamente, luego de que en 1810 se decretara la abolición de la esclavitud en México. La condición para pertenecer a los barrios establecidos de la República de indios era ser esclavo liberto, pues como veremos eran un derecho otorgado por la colonia el pertenecer a la figura de barrio en la República de indios, se podía obtener este derecho por parentesco, en este caso el mestizaje, o por asignación.

Está perfectamente documentado que en Sayula el número de personas de origen africano durante la colonia era considerable. Dice Federico Munguía Cárdenas: 

´…(en Sayula) En 1746 un padrón menciona la existencia de 1676 mulatos y 716 de otras castas negroides (sic)…los descendientes de esclavos eran registrados como hijos de padre desconocido, tomando normalmente el apellido del propietario.´  

Los rasgos africanos aun hoy se pueden ver entre las personas del municipio de Sayula y por ende del barrio de san Miguel. Los registros de bautismos en el curato de Sayula durante el virreinato apuntan a este origen en no pocas familias, donde se puede leer claramente ´mulato´,  ´mulata´, ´lobo´ o ´loba´ etc. descripción de la casta del recién nacido que implicaba el origen africano de uno los padres. En algunos casos el documento específica si eran libertos o esclavos, dado que la esclavitud se heredaba. Algunos de los padres españoles, si al mismo tiempo eran dueños de la esclava que les daba un hijo, liberaban a este junto con la madre (aunque no siempre, no existía una obligación legal para ello), en otros casos, en los que padre español no era dueños de la esclava, compraban la libertad del hijo o la de ambos. También se daba el caso de españolas que tenían hijos de hombres de origen africano cuya piel era blanca como la de la madre, o la del hijo de india con rasgos fáciles marcadamente africanos; en todos los casos la integración a la sociedad virreinal que dividía a las personas por su origen étnico era difícil para estas personas, pues en ese entonces lo importante era pertenecer a un grupo para generar derechos y estar protegidos, se desconocían los derechos individuales a menos que se fuera un noble español o indio. 

En tal contexto las personas de origen africano que eran reconocidas como parte de un barrio, en este caso san Mateo o del Espíritu Santo, es decir lo que era durante la colonia san Miguel (como se verá), debían integrarse totalmente a una identidad colectiva, que para el caso era indígena. No hubo en esta región, hasta donde se sabe, comunidades con una identidad cultural africana diferenciada visiblemente de la india o española, como podría ser el caso de los estados de Veracruz o Guerrero; en Sayula, el africano que llegó como esclavo durante la colonia y sus descendientes se sumaron a la identidad india cuando formaron parte de una ranchería aislada o un barrio integrado a una ciudad o curia. Por lo que, puede decirse sin temor a equivoco, que entre algunas de las familias más antiguas del barrio de san Miguel, corre sangre africana al día de hoy. Sería motivo de una investigación distinta esta, determinar la influencia de esta otra raíz en la identidad uno de los barrios más antiguos de Sayula."  (”Los Murales del barrio de san Miguel…" R.S.S.)  


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