martes, 11 de septiembre de 2018

Especial para Horizontes...
Organización política 
del Sayula Virreinal
Reportaje de Investigación de  Rodrigo Sánchez Sosa, Cronista de Sayula 

“En 1533, luego de que una cédula real impidiese que Nuño de Guzmán interviniera en los pueblos de Ávalos , podría decirse, comenzó, para Sayula; su etapa colonial. Concepto que debe aclararse tanto, como la complejidad de lo que será la organización política y económica del Virreinato en la Nueva España, hasta 1821.  ,
"A diferencia de lo que pasaría con el gobierno inglés, la corona española no concibió sus posesiones en América como colonias. El concepto "colonia" o "factoria"  no aparecen en la legislación española de los siglos XVI y XVII, porque la casa reinante consideraba a sus inmensas posesiones americanas como nuevos reinos o repúblicas tributarias que venían a agregarse a la constelación de las ya existentes en España y fuera de ella y no como objetos de explotación colonial para la nación española. En empresas coloniales ligadas a un capitalismo más desarrollado (como el inglés), el estado actúa como defensor  y policía de los intereses de los comerciantes, banqueros o manufactureros; la corona española, en cambio, conquisto para sí misma. En una empresa colonial en la cual intervenían diversos intereses privados, el rey participó como un interés más…durante la mayor parte del siglo XVI, su influencia es esencialmente diferente a la de los particulares. Mientras que estos últimos promueven la creación de una sociedad basada en la propiedad privada, la corona, basándose en la existencia coincidente de una fuerza burocrática rigurosamente jerarquizada en ambas culturas (la española y la azteca), aspira a la formación de una estructura despótico-tributaria." 
La instauración del Virreinato en la Nueva España, en particular en Sayula, Tzaulan; tenía como finalidad asegurar el control y defensa de la colinia. La coyuntura política previa que enfrentó a los conquistadores con la Corona, lamentablemente no paró la barbarie de la conquista, cuya última etapa la representó la sangrienta campaña de Nuño Beltrán de Guzmán en el noroccidente del hoy territorio mexicano.   La defensa de la comunidad indígena por parte del imperio español tenía como trasfondo la política centralista que frenaba las ambiciones y expansión feudal de los conquistadores  para imponer un despotismo tributario. El interés de la corona al promulgar leyes que favorecían a la comuna indígena, era evitar que se dieran feudos independientes que reclamaran la propiedad privada de las tierras en la Nueva España;   por lo que se favoreció el dominio de una burocracia española peninsular; cuyo poder se derivaría de la merced real y no de la acumulación de riquezas de un particular. El despotismo tributario español sólo substituyó al estado azteca, aprovechando la infraestructura de cobro de tributos y control político preexistentes.
"La corona prosiguió tenazmente una política tendiente a perpetuar la división de la sociedad colonial en dos sectores separados: la República de Indios y la República de Españoles. Para lograrlo tomó numerosas medidas que tendían a diferenciar el estatus del indígena, encerrarlo en sus comunidades y someter a éstas directamente al poder real. En 1536 y 1563 se prohibió la residencia de "vagos" entre los indios; en 1540 la de administradores negros y, más tarde, la de administradores en general. También los encomenderos se les prohibió vivir entre sus encomendados (1563) y 15 años después se les prohibió a los mestizos, negros y mulatos en general; luego en 1600 a todos los españoles. En las zonas urbanas se aislaba a los indios en barrios especiales. Después de algunas vacilaciones, el indio fue declarado hombre libre, subordinando directamente al rey, pero se le prohibió el uso de vestimenta europea, armas de fuego y caballos. El indio fue eximido del pago de la alcabala…muchas leyes penales no tenían jurisdicción sobre él, pero se le limitó su derecho a la propiedad individual…Los indios no podían ingresar a los gremios de la ciudad y su libertad de movimiento tenía limitaciones"
Los naturales de la Nueva España pasaron a ser vasallos del rey , y por lo tanto, protegidos por la legislación española; sin embargo, las rebeliones y motines durante la colonia, así como la ambición de los conquistadores y sus excesos, hicieron que los indígenas perdieran este derecho, al rebelarse o ser falsamente acusados de hacerlo, con el fin de despojarles de sus tierras, posesiones  y libertad.    El advenimiento del  Virreinato y de la burocracia imperial, en 1535, trajo como consecuencia que el poder del colonizador y el encomendero se regularan, dando herramientas hasta jurídicas al indígena para reclamar algunos derechos y palear su vulnerable situación.
La corona intentó forjar en las colonias una sociedad "mejor" que la que existía en España: una sociedad en la que todos sus miembros dependieran política y económicamente en forma directa del estado y no de algún intermediario.  Fracasó en su intento, pero sus esfuerzos frenaron la disolución de la estructura despótico-tributaria. A esta política se opusieron los intereses de los colonizadores. Algunos de ellos tenían aspiraciones señoriales y querían convertirse en una clase dominante paralela a la que existía en España….todos querían enriquecerse rápidamente y exigían que se les diera carta blanca para apropiarse de la mano de obra indígena y la tierra. Para conseguir ambas, estaban dispuestos a debilitar o destruir el sistema de producción agraria. Así, la comunidad indígena encontró en el sistema colonial español, protectores interesados y enemigos voraces. 

Entender el Sayula virreinal es entender las estructuras políticas y económicas de la  Nueva España y la España del siglo XVI, su relación con Imperio Ibérico que luchó contra la conquista de su territorio por los moros,  desde el siglo VIII hasta el último tercio del siglo XV, y las implicaciones derivadas de ello en el Virreinato:
Cuando el sur de España fue finalmente arrebatado a los moros por los reyes de castilla Fernando e Isabel en enero de 1492, las tierras reconquistadas fueron repartidas entre los señores feudales que lucharon en la guerra contra el Islam.  El servicio de armas a la corona se pagó con tierras y honores nobiliarios.                       
De acuerdo a la ley, la Corona se reservaba para sí la administración y poder político de los territorios repartidos entre los conquistadores, esto había dado origen, en el siglo XIII, a una burocracia conocida como los letrados: legisladores y administradores reales que desarrollaron importantes técnicas de administración de este tipo de territorios.  Recaía en la nobleza española esta figura. La aristocracia había dejado de ser feudal para convertirse en burocrática y dependiente del favor del rey. La jurisprudencia y el estudio de las leyes tuvieron un auge importante en ese siglo (XIII), reglamentando todos los aspectos de la vida en territorio español. La lucha contra el Islam, unió a la iglesia católica y la corona española. A la unidad religiosa-estatal se sumaba el nacionalismo español, ser español era defender la corona española y la fe católica.
Hidalgos como los hermanos Ávalos Saavedra, naturales de Medellín Extremadura, y el mismo Hernán Cortés su pariente,   veían las expediciones en el Nuevo Mundo como una continuación de la guerra de conquista contra los árabes en el sur de España. La búsqueda de fama y fortuna en el ideal caballeresco de las novelas de caballería medievales, motivaba los ánimos de los expedicionarios y luego conquistadores de la Nueva España. 
Expandir el reino español y propagar la fe cristiana era el deber que justificaba la ambición. Lugares como Medellín, luego de terminar la guerra contra los moros, se comenzó a empobrecer, la dinámica económica de la guerra que sostenía esa provincia de Extremadura cesó, los hidalgos como Cortés y los hermanos Saavedra no tenían futuro sino en las tierras recién descubiertas. La ventaja de embarcarse en tan peligrosa aventura a lo desconocido era que, se alejaban de la metrópoli, sus letrados y las leyes que lo controlaban todo; además, las oportunidades a corto plazo de enriquecerse y volver con honores, eran mayores que en España. 
"…una política de repoblación cambió el rostro de la tierra de nadie que constantemente emergía entre las líneas cristianas y las moras. A mediada que los ejércitos cristianos avanzaron hacia el sur, fundaron y poblaron nuevas ciudades…los hombres y las mujeres fronterizos, parte de la tradición (española) dura y austera que ya habían notado los historiadores romanos, dispuestos a ir a donde nadie quería ir, pero esperando, por ello, una recompensa por sus sacrificios…" 
Hernán Cortés en 1522, luego de la conquista de Tenochtitlán, fue nombrado por el rey Carlos I, Capitán General de la Nueva España y gobernador de los territorios conquistados, con un poder ilimitado, pues controlaba el gobierno, los tributos, el ejército y la administración de justicia. Demasiado poder que terminó despertando sospechas luego que repartió en la figura de encomienda las mejores tierras conquistadas entre sus parientes y allegados, en este caso Hernando Saavedra y Alonso de Ávalos." (Tomado del libro "Sayula: del Antiguo Tzaulan al Sayula de los Pérez Rulfo, Secretaria de Cultura Gobierno del Estado de Jalisco, Guadalajara 2018. Con permiso del autor. )

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