martes, 20 de febrero de 2024

 El orígen teotihuacano-chichimeca de 

las tradiciones ancestrales de Sayula

Por Rodrigo Sánchez Sosa/ Cronista de Sayula

.Mientras que los estudios sobre Teotihuacan o Tenochtitlan no discuten el hecho de encontrarnos con sociedades estatales consolidadas, con un firme predominio en el territorio circundante y una política de expansión de su modelo, el estudio de los periodos intermedios es mucho más complejo, ya que nos movemos en situaciones con registros arqueológicos menos visibles y con fronteras más difusas. Sin embargo, y dentro de este contexto general, el estudio de las sociedades chichimecas no ha recibido el mismo interés; dicho de otra manera: el acercamiento a su problemática específica es uno de los temas pendientes de la arqueología de la Cuenca de México. (Raúl García Chávez y Natalia Moragas Segura, Revista Española de Antropología Americana, número 47, año 2017, Madrid, España) 


La llegada al territorio del hoy México de las migraciones de tribus asiáticas desde Alaska, documentadas por vestigios arqueológicos a lo largo de la ruta, desde Berignia (un territorio temporal que surgióen el mar de Bering entre Rusia y Alaska luego del congelamiento del planeta que se calcula ocurrió entre 11 o 15 mil años) hasta lo que hoy conocemos omo la región sur de Jalisco, dejan claro el origen de los pueblos aquí acentados antes de la llegada de los españoles en 1522. Sin embargo, estudios recientes (22 de julio de 2020) publicados en la revista Nature, dan cuenta de vestigios que datan la presencia humana en territorio nacional, incluida la región del sur Jalisco, antes de la ultima glaseasión y por lo tanto de las migraciones del final de esta.

Así lo da a conocer una investigación multidisciplinaria e interinstitucional publicada este miércoles en la revista científica Nature, en la cual los científicos, encabezados por el doctor Ciprian Ardelean, arqueólogo de la Universidad Autónoma de Zacatecas, sugieren que América del Norte estaba poco poblada, posiblemente, antes del Último Máximo Glacial (LGM, por sus siglas en inglés), que ocurrió entre hace 18,000 a 27,000 años; es decir que existieron grupos humanos anteriores a los Clovis, por mucho tiempo considerados los primeros pobladores de América, con 13,500 años de antigüedad. 

 Sin embargo, el desarrollo de la primera civilización, madre de la civilización Mesoamérica, la Olmeca, se le calcula en un periodo de 7 mil años de nuestros días, y a la cultura que le siguió en la misma tradición, la teotihuacana, 2 mil años;  al penúltimo periodo de desarrollo de la misma, el tolteca apenas hace 900 o mil años, cuando la Ciudad de Tula su capital en el valle central, es invadida por las tribus Chichimecas del norte, para inaugurar un tercer periodo de la civilización Mesoamericana en el cual el pueblo dominante sería el tenoch-chichimeca o mexicas o aztecas. Es aquí donde se sitúa en el tiempo y la historia de Mesoamérica el señorío chichimeca de Cocula, en el hoy territorio de Jalisco cuyos miembros serían llamados Cocas y habitarían los márgenes e islas del lago de Chapala, como Tuxcueca, Mezcala, Jocotepec y los márgenes de la Laguna seca de Sayula como Teocuitatlan, Zacoalco, Atoyac, Amacuea y Techaluta siendo parte del señorío de Tzaulan o Sayula ya para el 1500 a la llegada de los españoles en el año 22-23 de esa centuria. 

De acuerdo a los investigadores, los chichimicas procedentes del lugar de las siete cuevas o Chicomostoc, migró desde el norte entre el año 400 y 1200 de nuestra era tras un cabio severo de las condiciones ambientales en el norte de lo que hoy es México y el sur de EU donde habitaban siendo los descendientes de los pueblos que cruzaron por el estrecho de Bering y bajaron al sur por las costas del Pacifico. 

Chichimea es una generalización para un grupo de varios pueblos guerreros y nómadas que compartían estas características, la guerra y la trashumancia, como formas de vida; fueron llamados así por los pueblos asentados en el valle central como los toltecas civilizados y sedentarios que eran herederos de la cultura Olmeca-teotihuacana, agricultores, arquitectos, urbanistas, dueños de un calendario, un conocimiento de la astronomía y una escritura jeroglífica compleja. La conquista militar de los Chichimecas de la ciudad de Tula  y luego de otros pueblos del Valle central, dio origen a un mestizaje entre estos dos pueblos y la culturización de los chichimecas, que fueron enseñados a sembrar maíz y educados en la ciencia y arte de la tradición Teotihuacana por sus conquistados los Toltecas 

(Raúl García Chávez, Los Chichimecas de la cuenca de México, entrevista INAH, 20017.)

"La influencia de dos culturas enigmáticas de occidente en la cuenca de Sayula, como lo fueron la cultura Capacha, Occidente Pacífico (300 a.C.), a la que se le atribuye el origen de la tradición de las tumbas de tiro; y la cultura que se desarrolla en Teuchitlán, Centro Occidente (200 d.C.), la cual cobra relevancia por su construcción de edificios circulares; dan una característica particular a la cultura desarrollada en la región de la cuenca de Sayula en sus etapas más tempranas, que confirmarían una unidad en sus manifestaciones más tardías. Para Weigand la cuenca de Sayula es vista como una unidad; de hecho buena parte de los asentamientos prehispánicos se consideran un solo sitio arqueológico. Así describe que la gran ruina que llamamos Techaluta o cerritos colorados es muy visible y accesible; la atraviesa el ferrocarril Guadalajara-Colima y, en otra parte, la corta la nueva autopista Guadalajara-Manzanillo. Ningún punto de la ruina se encuentra a más de 3 kilómetros de una arteria importante de comunicación. Hay una concentración muy elevada de patios, pirámides, terrazas, plataformas enormes y salinas que cubre más de 2000 hectáreas. Unas 650 de estas 2000 consisten en arquitectura masiva, buena parte monumental" (Weigand, 1993b: 113-114).

La división cronológica de la Arqueóloga norteamericana que 1940 exploró la región Isabel Kelly, para las distintas etapas de la cuenca de Sayula, coincide con los tres periodos culturales definidos para el valle central de Mesoamérica: Preclásico, Clásico y Post clásico 

 Clasificación cronológica de Isabel Kelly, por fases: 

 Post clásico: Fase Amacueca. Años: 1500, 1400, 1300, 1200 y 1100 d.c; Fase Sayula. Años: 1000, 900, 800, 700 y 600 d.c Clásico: Fase Verdía. Años: 500, 400, 300… Preclásico: Fase Verdía. Años 200 , 100 d.c y 0 a.c Fase Usmajac. Años 100, 200 y 300 a.c

 La influencia teotihuacana es evidente en el sur de Jalisco en sus diferentes fases, desde la arqueología.

"La cultura teotihuacana recogió la antigua herencia de los mayas y los olmecas y desarrolló una civilización con rasgos distintivos hasta ocupar una posición dominante en el altiplano central. Su origen, crecimiento, apogeo y decadencia abarcó unos 14 siglos, desde 800 a.C. hasta 600 - 700 d.C., aproximadamente. Al parecer, hacia 400 a.C., en la región que después estaría ocupada por la gran ciudad, había un conjunto de pequeñas aldeas dispersas. A partir del 200 a.C. comenzó un proceso de concentración demográfica al amparo de los manantiales y de los yacimientos de obsidiana de la zona. El aprovechamiento de esos recursos para la agricultura y la elaboración de instrumentos favoreció el aumento de la población, la cual, según se estima, llegó a ser de unos 10 000 habitantes. Entre los años 100 a.C. y 100 d.C., Teotihuacan se había consolidado como una ciudad importante, ocupaba entonces alrededor de 20 kilómetros cuadrados y su población se estimaba entre 30 000 y 50 000 habitantes." (Eugenia Ortiz - Hernán Pupareli. Tesis de geografía UNAM)

Vemos pues que al parecer la influencia directa en esta región coincide con el auge de Teotihuacán y luego  Tula, la influencia de los toltecas en la cultura local y luego su fusión con las tribus chichimecas que la habitaban. Los asentamientos más avanzados con un grado de civilización Tolteca en Teuchitlán y las edificaciones monumentales del complejo arqueológico Techaluta o cerritos colorados, dan cuenta de la influencia cultural Teotihuacano-Tolteca.


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