jueves, 10 de marzo de 2011


La Carreta y los bueyes...

Por Rodrigo Sánchez Sosa

El Carretero…

Bienvenidos amigos lectores a éste espacio semanal, que trata de lo imposible en este país: La política. Bueno, muchos lectores se quejan de que un servidor, hace caso omiso de las festividades en su momento, y así, ignoro olímpicamente, según esta versión, desde el día de la madre hasta la mismísima navidad; las cuales pasan sin que me merezcan un comentario en esta columna. Es verdad, soy un poco apático al respecto, pues según lo veo, estas festividades, son secuestradas por el vil mercantilismo, quitándoles toda esencia y por ello su verdadero sentido social y de construcción y reforzamiento del importantísimo tejido social, que construye la identidad cultura de cada pueblo (¿qué dijo?...). Pero hoy hare un excepción, El carnaval, del latín carne vale, es decir el día en que la carne, el cuerpo y no el alma, determina la existencia humana, por eso se enseña tanta carne en dichas fiestas. En el pasado podemos encontrar sus orígenes en la cultura griega y cretense, en el culto a Dionisio, dios del vino, y todos los rituales de fertilidad de las culturas agrarias (otra vez, ¿qué dijo?). Luego del carnaval, sigue la cuaresma, antes el miércoles de ceniza, el arrepentimiento y la constricción por el hecho de haberse dejado llevar por la voz de la carne, el deseo y el placer (¡ah!...)…y ¿cómo construye esto el tejido social? Pues, tal como lo enumeré, estas fiestas dicen de nosotros que somos un pueblo pagano convertido al cristianismo; un pueblo mestizo con ricas tradiciones y compleja simbología. Aunque no parezca, en estos ritos paganos y cristianos, se encuentra codificada nuestra más profunda interpretación del sentido de la existencia, y por ello nos da identidad como pueblo (¿qué dijo, de nuevo?). Nuestra particular, en el caso de Sayula, versión del carnaval, tiene que ver con nuestra historia política y social. Estas fiestas fueron organizadas por primera vez por la clase acomodada del municipio y los poderes político y militar de entonces, allá por los años treintas, sino me equivoco, como respuesta, dicen los historiadores, a las fiestas más viejas y populares de "el ramos" al concluir la semana santa, con las que la clase alta ya no se identificaba y veía demasiado populares para sus pretensiones. Luego pues el carnaval, fiesta de los ricos, como se le conociera en un principio, comenzó en casas particulares de la clase acomodada de Sayula, era una fiesta particular, para unos cuantos, la elite; luego salió a los casinos y salones, para, posteriormente hacerse en parte popular, en aquellos años dorados en los que Cantinflas amenizaba el evento invitado por los políticos encumbrados con lazos en el municipio de aquellos tiempos, que seguramente influenciados por el cardenismo, sacaron al carnaval a la calle, para el pueblo. Tal vez con esto entendamos a Adán Cueto con su nostalgia de los bailes exclusivos y las reinitas de carnaval de buenas familias, es decir de familias de alcurnia, su queja por la poca gracia de las actuales candidatas, y por su puesto lo populista de la festividad. Pero los tiempos cambian, y en el México actual, no es el elitismo terrateniente y sus sueños aristócratas de la clase alta los que regentean las fiestas de Baco o Dionisio aquí en Sayula, ni el populismo cardenista o priista de los últimos decenios, sino la corrupción y el mercantilismo barato. No creo que hayamos avanzado hacia unas fiestas que proyecten a nuestro municipio adecuadamente a nivel estatal o federal (¿por qué no?), que difundan más que reinitas de oropel o bailes de música de bajo perfil y borracheras del ausente; sino, el arte y la cultura, que reflejen nuestros valores e historia como identidad e idiosincrasia….ya ven, ¿pa´ qué me hacen hablar?.
Otra balacera de fin de semana en la cantina de Rivas…
De acuerdo a versiones de la prensa del estado, el fin de semana pasado se suscitó otro hecho de violencia en la localidad, en el que salieron a relucir armas de fuego. De nuevo el alcohol fue el catalizador de tales acontecimientos allá por la colonia 27 de septiembre, en el municipio de Sayula ¡claro!, que se está convirtiendo en uno de los municipios más violetos, por lo menos en lo que va del año. Aquí hemos servido de bitácora para la cantina de Rivas, y le llevamos la cuenta de los hechos de sangre que propicia el hecho de que todo el municipio los fines de semana principalmente, se convierta en cantina al cerrar los establecimientos que contempla la ley para vender y consumir bebidas etílicas. Es un hecho que la estrategia no está dando resultados, pero como los regidores son de palo y el presidente municipal tiene orejas de pescado, el consumo de alcohol entre los sayulenses no ha disminuido sino que se ha incrementado, junto con hechos de violencia. De todos es conocido que los puestos de venta de cerveza el día de las comparsas eran negocio del ayuntamiento y al menos por un día se abrogó el reglamento municipal que prohíbe el consumo y venta de bebidas alcohólicas en la vía pública, así que los sufridos negocios (y digo sufridos porque es de alto riesgo abrir un negocio de este tipo en un municipio donde es hostigada este tipo de inversión por la autoridad sin sustento legal), tuvieron competencia desleal, y pese a que algunos quisiera aprovechar el carnaval para promocionar su negocio, se les negó cualquier tipo de evento o extensión de horario durante las pasadas fiestas con el único argumento de que el negocio era del ayuntamiento (aunque siempre salen quebrados; según ellos). Con ello, no solo los giros son restringidos sino perseguidos por la autoridad local. Así, fuera del núcleo de la feria, los visitantes no tenían la oportunidad de disfrutar de los servicios que ofrece la inversión local en este rubro, porque la cantina de Rivas en el carnaval se volvió monopolio (como si hiciera falta otro en México). Pero lo más lamentable es el saldo rojo de volver las calles cantina en Sayula; esto, creo yo, es un grave responsabilidad que comparte Rivas Peña, presidente municipal, con los regidores hasta hoy cómplices de una estrategia tan estúpida que ni Salvador Nava, con toda su erudición puede justificar….
Reconocimiento de las fuentes…
Tengo la oportunidad de tener muchos lectores que simpatizan con este espacio y me bridan su confianza al confiarme información de primera mano con respecto a lo que acontece en el municipio. Por cierto quiero decirle al último amigo de este espacio que comento el mismo en el sitio del semanario horizontes que, no comparto la visión de nuestro editor con respecto a su comentario que amablemente y de forma anónima externo en el sitio web. Pues bien, a pregunta expresa del colega Jorge Ramos de sayulense en su columna, en donde me hace el favor de citar textualmente mi trabajo, y se pregunta sobre mis fuentes, con respecto a la guerra cavernícola del barrio del santuario en días pasados; quiero decirle que efectivamente un grupo de señoras de la colonia de Guadalupe entre las que iba un familiar mío, acudió primero a la presidencia municipal a levantar su queja por los hechos ya conocidos, luego de que quien les atendiera, le expresara la imposibilidad de actuar al respecto por falta de elementos, decidieron ir directamente a la casa particular del señor presidente municipal, quien las atendió el lunes por la noche, dónde pasó lo que narre en el trabajo citado por el compañero Ramos Gonzáles. Lo mismo con respecto a la información de los operativos de la policía municipal y un grupo de apoyo en aquella colonia el domingo siguiente, también tuvieron el mismo origen, los vecinos citados, de los cuales me reservo su identidad, pero que son fuentes confiables. No me queda más que agradecer a esta gente que confía en mi para ser vocero tanto de denuncias como de señalamientos críticos al poder municipal, que junto con la investigación y análisis crítico del entorno político social, es el verdadero papela del periodista, no el de comparsas del poder en turno…para comparsas Felipe…ahí se ven.

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