martes, 27 de agosto de 2019

Especial para Horizontes...
La Horticultura en Sayula, Jalisco
Reportaje de Investigación de  Rodrigo Sánchez Sosa, Cronista de Sayula 

“En Sayula, la apertura comercial y la disminución de los apoyos del Estado al campo a fines de la década de 1980, llevó a la crisis a los agricultores locales más capitalizados, quienes entonces se dedicaban a cultivar alfalfa. Tal situación los hizo buscar nuevas opciones económicas, encontrándolas ya sea en la renta de sus tierras a las empresas hortícolas que llegaban de otras regiones, o bien, reconvirtiendo sus unidades de producción para sembrar ellos mismos hortalizas. En ese contexto, el desarrollo hortícola en la región, entre 1985 y 2005, básicamente se concentró en dos cultivos: jitomate y brócoli.  El jitomate fue producido en Sayula durante el periodo de 1985 a 2004, alcanzando un máximo de siembra en 1999, cuando se cosecharon 1,127 hectáreas y poco menos de 52 mil toneladas. Sin embargo, los problemas de plagas que se presentaron a partir de 2003, ocasionaron que para 2005 sólo se sembraran 43 hectáreas de jitomate, significando ello una disminución de por lo menos 50 por ciento en los ingresos generados por la agricultura de Sayula. El otro cultivo importante en la región ha sido el brócoli, el cual se siembra desde 1994, bajo contrato con agroindustrias congeladoras. Este cultivo ha ido en crecimiento, alcanzando una superficie máxima de 1,200 hectáreas en 2011, con una producción de 23.3 mil toneladas (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación - SAGARPA, 2012).
Entre 1985 y 2005, hubo en términos generales doce productores de jitomate, aunque seis de ellos fueron las empresas más importantes (Bonanza, Santa Anita Rancho Alegre , Chajoma y Agrícola Pony), que llegaron a sembrar más de 100 hectáreas. En cuanto a los productores de brócoli, pueden identificarse siete como los más importantes (Agrícola Cueto, Grupo Anguiano, Carlos Fernández, Carlos González, Horacio Espinoza, Rogelio Arroyo y Agr. Vizcaíno) aunque existen otros que cultivan en pequeñas cantidades y/o esporádicamente…
 ….la actividad económica depende estrechamente de los territorios para funcionar, desde el momento en que los actores sociales viven y se desempeñan en espacios geográficos socialmente construidos. En el caso de la agricultura, esto es mucho más evidente al requerir del suelo y otros recursos medioambientales para su desarrollo. En este contexto, resulta importante entender cómo se da la relación entre los empresarios hortícolas y los territorios en que producen, los cuales en muchas ocasiones son distintos de aquellos donde viven y casi siempre son diferentes a aquellos donde se llevan a cabo las acciones más lucrativas de la cadena de mercancías, es decir, la comercialización al menudeo. En el caso de los empresarios horticultores, su actividad productiva no se ve afectada exclusivamente por lo que sucede en los territorios donde producen, sino que al moverse dentro de cadenas globales de mercancías, sus acciones se ven condicionadas por dichas cadenas cuyo mando generalmente se encuentra en territorios muy alejados de las zonas productoras. Además, ellos mismos en muchas ocasiones tienen que diversificar su desempeño hacia distintas zonas geográficas, en busca de mantener o incrementar determinados niveles de competitividad y ganar posiciones dentro del respectivo campo empresarial. Por lo tanto, la mayoría de las acciones que llevan a cabo los horticultores se derivan de la necesidad de adaptarse a una serie de reglas propias del modelo de producción en el que compiten, so pena de ver mermadas sus posibilidades de crecimiento. No obstante, de acuerdo a la distinta valoración del territorio por parte de los actores, existen ciertas diferencias por lo menos en cuanto a la intensidad en la ejecución de las acciones.
 …partiendo del hecho de que el territorio es un recurso escaso, los esfuerzos por apropiarse de él dan lugar a relaciones de poder y conflicto entre grupos sociales con visiones e intereses heterogéneos y hasta encontrados. Al suceder esto, el territorio puede convertirse en un lugar de disputas entre actores, no sólo locales sino de otras latitudes, lo cual genera impactos en el mismo según se impongan parcial o totalmente los intereses de los distintos grupos… entre mayor distancia geográfica, económica, política, cultural, afectiva, etc., guarde un actor respecto a un referente (sea el territorio, la actividad productiva, el campo empresarial, la empresa o los trabajadores), menos compromiso tendrá con él.
Pero no sólo la valoración del territorio influye en las decisiones que toma el agro empresario, sino que en ellas tienen gran peso las fuerzas provenientes del campo empresarial, en este caso el modelo de producción agroindustrial. Dicho campo se encuentra dominado por los grandes intermediarios minoristas, cuyas políticas para ganar segmentos de mercado altamente competidos, los lleva a exigir a sus proveedores productos de alta calidad e inocuidad, en cantidades elevadas y con bajos costos. Tal situación lleva a los agricultores a implementar una serie de acciones que frecuentemente derivan en la sobre explotación de los recursos productivos, sean estos la tierra, el agua, el aire e incluso, la salud de los trabajadores y de la población…
 En términos generales, en la relación del agro empresario con el territorio, existen diversas combinaciones que llevan a diferentes resultados….
Caso 1. El empresario no encuentra en el territorio una valoración identitaria; además, a pesar de ser éste un lugar dónde ejerce parte de sus actividades económicas, no depende de él más que en una pequeña proporción para la obtención de sus privilegios. Esto sucede cuando una empresa expande sus actividades hacia otras zonas geográficas, de manera que cada territorio representa sólo una parte de sus opciones productivas. En ese caso, la distancia con un territorio suele ser muy amplia, de forma que las acciones que realiza el actor buscan más objetivos particulares de corto plazo que el cuidado de los recursos en el largo plazo.
Caso 2. El empresario no tiene una alta valoración simbólica-afectiva del territorio, pero sí se depende mucho de él para el desarrollo de su actividad productiva. En este caso, la distancia con el territorio disminuye, habiendo un mayor cuidado de sus recursos.
Caso 3. El empresario valora el territorio tanto de manera simbólica como funcional, de manera que la distancia respecto al mismo es mínima. Sin embargo, como el campo empresarial demanda ciertas prácticas, entonces el empresario busca realizar esas prácticas, aunque matizándolas para que dañen lo menos posible al territorio e incluso puedan favorecerlo.
Caso 4. El empresario tiene una valoración alta del territorio, además de que no existe gran dependencia respecto del campo empresarial hortícola al tratarse de un productor diversificado. En este caso, como la distancia con el territorio es mínima y la distancia con el campo empresarial se incrementa, existe un mayor interés de cuidar los recursos productivos en el largo plazo.
Las empresas que han producido hortalizas en Sayula representan situaciones heterogéneas que en general pueden ser clasificadas dentro de las cuatro opciones de distancia mencionadas anteriormente:
1.-Empaques Santa Anita y su valoración de Sayula como zona de coyuntura agrícola. En diferentes formas e intensidades, algunas empresas hortícolas foráneas que sembraron jitomate en Sayula, pueden clasificarse como empresas que valoraron a esta territorio como zona de coyuntura agrícola6. De ellas, el caso más representativo lo constituye Santa Anita, empresa originaria del estado de Sinaloa, que llega a Sayula en 1993 cuando era uno de los más importantes grupos de productores y comercializadores de hortalizas en México. Su arribo a este municipio se da para cubrir la ventana de octubre, luego que cayera la productividad que anteriormente tenía en Villa de Arista, San Luis Potosí. En aquella región, Santa Anita y otras empresas agroindustriales llevaron a cabo acciones predatorias durante las décadas de 1970, 1980 y principio de 1990, lo que derivó en el abatimiento de los mantos freáticos y en el incremento sustancial de plagas. Sin embargo, cuando una nueva empresa llega a una región con fuertes inversiones, suelen pasarse por alto sus antecedentes con la esperanza de que el dinamismo económico supere los efectos negativos. Así sucedió cuando Santa Anita inicia actividades en Sayula y de manera que la prensa local hablaba de ella como detonante para la industrialización local.
2.- Bonanza, la empresa foránea que se arraiga en el territorio. Aunque Bonanza comienza a sembrar jitomate en 1986, los primeros años fueron marcados por la irregularidad y traspiés en la producción, los cuales estuvieron a punto de acabar con este proyecto, sobre todo si se considera que a partir de 1989, la productividad de la empresa en Autlán había disminuido debido a la infestación de plagas que en aquella región se vivía y en la cual Bonanza había contribuido mucho al ser una de las líderes en la siembra de hortalizas en ciclos dobles. Fue hasta 1995 cuando Bonanza fortalece su capacidad competitiva al establecer una alianza estratégica con el Grupo Bátiz, uno de los grupos hortícolas más fuertes de Sinaloa, para la comercialización de su producción. No obstante, a la par de que la empresa consolidaba esta posición, comienzan a hacerse visibles varios de los rasgos propios del modelo productivista de agricultura: En el uso de agroquímicos, la propia recomendación de la CEDHJ (1998) señalaba la intoxicación por plaguicidas de tres trabajadores de Bonanza, siendo por lo menos dos de ellos menores de edad. Además, un estudio realizado a finales de la década de 1990, encontró que en ese tiempo el riesgo de sufrir intoxicación para un trabajador de esta empresa, era sumamente alto. Igualmente, desde 1994 había quejas por parte de la Escuela Secundaria en el sentido de que también Bonanza aplicaba sus insecticidas en horas hábiles.
3.- Agrícola Cueto y el territorio como área de desarrollo agroempresarial de largo plazo. Agrícola Cueto es una empresa propiedad de habitantes originarios de Sayula, que produce brócoli y otras hortaliza bajo contrato con agroindustrias mexicanas y norteamericanas. Esta empresa familiar ingresa al cultivo de hortalizas en 1994, luego que su fundador había sido un importante productor de alfalfa, pero, el cambio estructural de las políticas públicas hicieron que este producto dejara de ser rentable e incluso, que el señor Cueto estuviera a punto de quebrar. En esas circunstancias, en la primera mitad de la década de 1990 la familia Cueto buscó alternativas para salir de la crisis, encontrando una opción viable en la producción de hortalizas para la agroindustria de congelados…En materia laboral, en algunos aspectos Agrícola Cueto actúa igual que las empresas foráneas: intensificando el uso de la mano de obra en el proceso productivo para ganar ventajas comparativas; la gran flexibilidad con que manejan a los trabajadores, contratando pocos permanentes y muchos eventuales; la creciente incorporación de la mujer tanto en el empaque como en el campo, para aprovechar sus cualidades sin tener que pagar un mayor sueldo por las mismas. Sin embargo, existen otras estrategias laborales donde la empresa sí muestra diferencias. Una de ellas es que Agrícola Cueto sólo contrata trabajadores que viven en Sayula o en los municipios vecinos.
4.- Pequeños productores que siembran hortalizas como actividad complementaria…Si bien la distancia geográfica ya no fue factor para tal actitud oportunista, al tratarse de actores locales, sí lo fue la distancia referida a la dependencia que se tiene respecto a determinada actividad para la obtención de ingresos, pues estos pequeños productores no dependían totalmente de la horticultura y por lo tanto, no les interesó mucho si esta se acababa o no en Sayula…Ha dicho Coleman los vínculos densos originan mayores lazos de compromiso entre los miembros de un grupo, de manera que si las relaciones son menos cerradas, el nivel de compromiso disminuye. Ello fue lo que sucedió en el caso de estos productores, pues no compartían en sentido estricto los mismos objetivos de los demás horticultores respecto de cuidar al valle, entre otras cosas, porque sus relaciones en esta área de producción eran muy poco densas, independientemente de que en otras arenas hubiera o no relaciones sociales estrechas. Por lo tanto, el capital social que potencialmente generaría un organismo como la Junta de Sanidad Vegetal, se ha visto erosionado por esa falta de compromiso entre todos sus miembros, viéndose ello reflejado en los daños ambientales y económicos ya mencionados."
(Macías Macías, Alejandro. Empresarios y territorio en la horticultura de México estudio de caso en Sayula, Jalisco. 2013.)
 
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