lunes, 8 de agosto de 2022

 Cronistas de Sayula Don

Pedro Villalvazo López

Por Rodrigo Sánchez Sosa/ Cronista de Sayula

Tenemos noticia de cronistas nativos de Sayula casi desde la conquista (siglo XVI), sin duda el más destacado en estos últimos tiempos fue don Federico Munguía Cárdenas (QPD), pero existieron otros muchos en estos 500 años, como  don Ignacio Vázquez Bravo, el alcalde Carrillo y Bértiz, el doctor Figueroa Torres (aunque originario de Colima vivió en Sayula muchos años), entre otros y don Pedro Villalvazo López, que nos ocupa en este texto. Aunque la perspectiva de la crónica tradicional en Sayula orbita en la óptica de don Federico Munguía, alumno de Del Paso y Troncoso, Verdía y José López Portillo y Weber; cronistas contemporáneos de don Federico, don Pedro y el doctor Figueroa, tenían su propia visión de la historia de Sayula y sus métodos de abordarla muchas veces se alejaba de la visión positiva  de don Federico, e incluso, en caso del doctor Figueroa, llegó a ser antagónica. Hoy les presentamos el trabajo minucioso de don Pedro Villalvazo en archivos y su visión de la historia de Sayula. Sin el trabajo del cronista, pasa lo que está pasando hoy en Sayula, la pérdida irreversible del patrimonio cultura. Vale la pena señalar que, este ayuntamiento de Sayula, no solo ha sido omiso con la crónica y su reglamento, sino abiertamente enemigo de la misma, Allí están los resultados… volvamos pues a aquellos que verdaderamente hicieron historia, y no se hicieron, como estos del ayuntamiento actual, pipi sobre ella. 


La ex casa cural del templo parroquial de Sayula y otras crónicas:


"Este inmueble originalmente denominado Convento de San Francisco de Asís de Sayula, era de amplios corredores con fuertes arcadas y pilares de cantera, constaba de dos patios, dos corrales, garaje, 27 locales entre salones y piezas destinadas a oficinas, 3 pasillos, corredores, 32 caballerizas, pisos de baldozas de barro cocido, en esta situación se encontraba el inmueble cuando fue devuelto por La Secretaría de la Defensa Nacional en 1961, agregando que el 8/o Regimiento de Caballería desmanteló el edificio dejándolo inservible. Complementando el artículo anterior, se agrega que en 1773 se hace mención de las fatigas, afanes y trabajos que expendió el reverendo Fray Ignacio de la Rivera, para la conducción del agua procedente de la Barranca del nacimiento en terrenos del Colomillo hacia el poniente de la ciudad que tenía su fin en el patio del Convento y de allí teniendo en cuenta la gran obra social para el pueblo se condujo a una fuente de cantera en el centro del Mercado que después fue llevada frente a la capilla de San Sebastián y hoy la vemos en el Atrio de la Capilla de San Roque o San José. Como antes queda dicho, la Secretaría de la Defensa Nacional tomó mas terreno del concedido posesionándose de 3,808.68 metros cuadrados, cuando se le habían donado 1,831.51 habiendo una excedencia de 1,977.17 que una vez desocupado el inmueble el Sr. Cura Amado Flores González gestionó su devolución y le fue concedida, iniciando una obra de reconstrucción costosa que continuó el Sr. Cura Salvador Trujillo Martin.

En los datos de estos inmuebles se menciona como medida de longitud la VARA siendo la equivalencia de la Vara Castellana la mas usual de 83.59 cms. 

Sayula esta a 1350 metros sobre el nivel del mar, a 107 km. Al Sur de Guadalajara, en sus orígenes fue Capital del Señorío independiente Miembro de la Confederación Chimalhuacana, al venir la Conquista Española fue capital de la Provincia de Avalos y poco mas tarde Delegación de la Audiencia de Guadalajara, siendo sede del Cuarto Cantón de Jalisco. En la actualidad es cabecera de municipio y ostenta el título de ciudad. En 1597 se lee que Sayula tenía una población de 2794 españoles, 1385 indios casados, 1676 mulatos y 716 de otras castas. Con motivo de la Guerra de Independencia, las personas de origen español y otras nacionalidades se ausentaron del lugar llevándose sus bienes en lo posible, viniendo una decadencia, pues ellos dominaban la industria, comercio y servicios.


 En la conquista espiritual y construcción de Capillas de nuestra región, los Encomenderos Alonso de Ávalos y Hernando de Saavedra en los primeros años de su gobierno trajeron con ellos un Capellán que estuvo en estas regiones antes de la entrada de los frailes, o sea entre 1522 y 1527, que arribó el primero de los franciscanos descalzos Fray Juan de Padilla. El antes citado Capellán Clérigo les administraba los sacramentos y trabajaba en la conversión y doctrina de los naturales, desconociéndose su nombre. Fray Juan de Padilla, originario de Andalucía llegó a la Nueva España en 1525 arribando a regiones cercanas a fines de 1527 en compañía de Fray Martín de Jesús, erróneamente se ha señalado a Padilla como integrante de la expedición de Nuño de Guzmán a Sinaloa, ya que el propio Nuño en carta del 12 de junio de 1532, manifiesta al Rey no haber considerado necesario llevar religiosos en su expedición en la que incluyó solamente clérigos.

Fray Juan de Padilla después de misionar por Huytalpa, Guatillán hoy Estado de Puebla y México, Tehuantepec y guadianía del Convento de Tulancingo, salió para regiones hoy jaliscienses visitando Tuxán, Chapala, Tonalá, Tenamaxcatillán, Tamazula, Sayula, Amacueca, Atoyac, y Zacoalco, hasta que fundó un pequeño convento en Tzapotlán, del cual empezaron a salir religiosos a predicar a los pueblos vecinos. La fecha de fundación de este Convento fue entre 1533 y 1535.

En 1539 consta que Padilla todavía se encontraba en Tzapotlán. En Tzaulan se originó una doctrina para indios que comprendía una Iglesia principal y una residencia para morada de religiosos ayudando a Fray Padilla, Fray Francisco de Pastrana. Padilla abandonó estas regiones incluyéndose a la expedición de Francisco Vázquez de Coronado a Cíbola en 1540, siendo un fracaso esta expedición regresando a Nueva Galicia, no así el fraile que continuó adelante y entre 1542 a 1544 fue muerto flechado por los indios de aquella apartada región. Existe un monumento a este evangelizador en Tuxpan, Jal. Y otro en Harrington donde fue su martirio.


 El cacique de Sayula llamado Cuautoma fue bautizado con el nombre de Don Hernando Cuautoma y su conversión influyó para la pacificación de los indígenas. La "Doctrina para Indios"  de Sayula perteneció al Convento de Tzapotlán hasta 1547 en que se fundó el de Amacueca al que por su mayor cercanía fue adscrita y su primer Guardián lo fue Simón de Bruselas. Fue hasta 1573 que la doctrina de Sayula se elevó a Convento, asignándole propia jurisdicción la visita de los pueblos de Apango, Atacco, Chiquilistlán, Amatitlán y Usmajac y como advocación la de San Francisco de Ásis. 

Fue la Provincia franciscana del Santo Evangelio con sede en la Capital de Nueva España, la que envió los primeros frailes a Michoacán y Jalisco, pasando por lo tanto todos sus establecimientos religiosos a depender de ella y poco después de la recién formada "Custodia" de la doble región Michoacana-Jaliscience hasta 1565 en que fue erigida la Provincia de San Pedro y San Pablo de Michoacán unificándose en ella estas regiones. En 1606 el Capitulo General de Toledo dividió la Provincia Michoacana naciendo la de Santiago de Jalisco a la cual fue adscrita la Guardianía de Sayula.

En lo referente a Obispados, Sayula fue jurisdicción de Michoacán hasta 1548 en que se erigió el de la Nueva Galicia no sin mediar largo pleito de límites entre ambos obispados en que una de las regiones en disputa era la parte primitiva de la Provincia de Ávalos.

Ya convertidos los indios a la nueva religión, comenzaron a construir capillas por diversos rumbos tomando casi siempre el barrio el nombre de la capilla en el ubicada, así se dividió la población en 7 barrios indígenas, cada uno con su Alcalde de naturales como sigue: Barrio del Espíritu Santo, cuya capilla estaba en la calle Venustiano Carranza frontera al Parque Infantil de San Miguel. Barrio del Sacramento quedaba la capilla en la tercera cuadra de la calle Juárez, hoy Jardín de Niños Manuel Ávila Camacho. Barrio de San Lucas con su capilla donde hoy se encuentra aunque humilde de pequeñas proporciones. Barrio de San Mateo, Capilla situada en la segunda cuadra de la calle Venustiano Carranza donde hoy se encuentra el taller mecánico del Sr. Marcelino Torres Carrillo. Barrio de San Marcos, capilla en la esquina suroeste de las calles Santos Degollado y González Ortega donde hoy se encuentra la escuela primaria "Justo Sierra". Barrio de Adviento. Capilla rumbo al hoy conocido como de la Ascensión o de Belén. No existen indicios de esta capilla, la única de que se tiene noticia es la de Nuestra Señora de Belén en el Ex salón del mismo nombre que hasta hace años eran unos baños  y hoy terrenos de siembre. Barrio de la Pasión, Capilla ubicada antes de la Cruz Blanca por la Calzada Manuel Ávila Camacho  Oriente, desapareció e hicieron otra pequeña cercana al frontón viejo para finalmente cambiar de advocación donde esta actualmente San Sebastián, se desconoce su exacta ubicación. Todas estas capillas datan del siglo XVI.

Los frailes iniciaron a los indios en el aprendizaje de la religión cristiana, lectura y escritura del idioma castellano, sin embargo por experiencia que fueron obteniendo en el sentido de que al enseñarse a leer y escribir, los hijos de los indios plebeyos al hacerse hombres se constituían en extorsionadores de los de su propia raza o en elementos rebeldes a los frailes y Encomenderos, dejaron de generalizar la instrucción haciéndola exclusiva de los pequeños criollos, hijos de indios principales y algunos mestizos para que en el futuro pudieran ejercer la dirección de su pueblo condenando a los indios plebeyos a la ignorancia, preocupándose únicamente de que aprendieran a rezar conocer la religión católica, la lengua de castilla y trabajar en oficios propios de ellos. Las primeras escuelas fueron atendidas por frailes a un costado del templo. Como la educación era obra de la Iglesia y no del gobierno civil, continuo una vez secularizado el Convento en 1754, por cuenta del clero secular.

Los panteones conocidos como Campo Santos, eran administrados por la Iglesia y los Atrios eran destinados para tal uso, específicamente el de la Parroquia así como el del Hospital de Indios, ambos en el centro de la población. A partir de 1817, empiezan a constar entierros en las Capillas de San Sebastián, La Candelaria y San Lucas. 

Cuando los muertos eran eclesiásticos, personas relevantes se les sepultaba en el Presbiterio. 

La historia del Sur de Jalisco y Colima está íntimamente ligada a los terremotos que en diversas épocas han asolado la región esparciendo muerte y terror, también se cernían sobre la región terribles pestes de fiebre, sarampión y viruela, etc. Que dejaban estela de luto en los hogares en especial de los naturales. En 1785 esta región fue víctima de una enfermedad llamada popularmente "La Bola" y por sus síntomas se identifica como fiebre tifo muriendo más de 50 mil personas en la Nueva Galicia. La viruela que también causaba enormes estragos encontró un benéfico preventivo cuando en 1776 el médico inglés Eduard Jenner descubrió la vacuna antivariolosa, la cual llegó en 1804 a la Nueva España y en Guadalajara fue aplicada a partir del 17 de agosto de ese mismo año. En Sayula se administró por primera vez en agosto de 1808. El hambre era otra de las calamidades que afligía a los pobres siendo campo propicio para contraer enfermedades, ocasionada por años de sequía como en 1610. En el año 1784 se agravó por una inusitada helada que acabó con el poco pasto llamándose "año del hambre".

"Hasta que llovió en Sayula" esta frase tuvo su origen en el último tercio del siglo XVIII a raíz de una sequía dejando de llover siete años consecutivos o sea de 1784 a 1791 y cuando en este último llovió la expresión de la gente llena de alegría fue esa frase."  - Pedro Villalvazo López.


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