miércoles, 2 de marzo de 2016

Especial para Horizontes...
La Cosmología medieval en la tradición cultural de Sayula
Reportaje de Investigación de Rodrigo Sánchez Sosa 


La pasada entrega de esta investigación sobre los orígenes históricos del Sayula contemporáneo, especulamos sobre la hipótesis de la invención del Nuevo Mundo, de Edmundo O´Gorman. El ideal que dio origen a muchos de los mitos de la identidad de este continente, fue un ideal renacentista y humanista que era vanguardia intelectual en Europa, la novedad en las cortes y en los movimientos sociales y políticos que nacían del seno de la cada vez más poderosa burguesía, como clase social opuesta a la nobleza en el poder; pero, en la mayoría de las personas en Europa la inercia del pensamiento medieval prevalecía como una forma de entender la realidad.
   De tal suerte que, si bien el ideal utópico del Nuevo Mundo, que fundaría ciudades de estilo europeo como Sayula, se imponía con la burocracia del imperio español en sus colonias, la sombra medieval prevalecía luego de ser diseminada por los conquistadores desde el descubrimiento de estas nuevas tierras. La vida en el continente americano, era regida por un ideal renacentista desde el gobierno imperial y la iglesia católica, en nuestro caso, pero el pensamiento del hombre común, del súbdito indígena, del criollo y del peninsular, durante la colonia, fue medieval.
     Eso explica en parte el hecho de que veamos a la colonia como la Edad Media de América, al menos en el caso de las colonias españolas. En el caso de las colonias Inglesas, el protestantismo jugaría un papel importante en la visión del mundo de los colonos en el norte del continente, y el liberalismo individualista se sumaba a ello; el idioma, la cultura distinta de la ibérica, y sobre todo el fundamentalismo del cristianismo ingles cuya moral implicaba el trabajo duro, el ahorro y la propiedad privada, producto del empoderamiento burgués y la ponderación de sus valores, dividirían en dos ideales utópicos el Nuevo Mundo hasta el día de hoy.
     El poder de la Iglesia, la propiedad comunal de las tierras concesionadas por la corona y la férrea defensa de la fe católica que justificará incluso tribunales de La santa Inquisición en las colonias españolas, convertirían a la Nueva España en el primer bastión de defensa del imperio frente a las ambiciones inglesas, francesas y Holandesas en el norte. El protestantismo liberal del norte era una amenaza constante a la corona y la iglesia católica en el Nuevo Mundo. El ideal humanista de la corte española, permeado por los ideales del Renacimiento, equilibrados ambos por el catolicismo, mantuvieron hasta principios de 1800 a raya la amenaza en un juego geopolítico que desgastaría a España.
     Mientras esto pasaba en las altas esferas del poder colonial, los habitantes de la Nueva España seguían la tardía inercia medieval utilizada como forma de control por la iglesia y los encomenderos, y muchas de las concepciones morales, sociales y naturales del hombre de la colonia, llegarían hasta nosotros como tradiciones morales y culturales. Si queremos entender al Sayula de hoy habrá que buscar en esas raíces las motivaciones del inconsciente colectivo local que se gestó en el ideal utópico renacentista y la moral medieval como su sombra. Para comprenderlo, debemos dejar de pensar a la colonia como una época oscura, poblada de ignorancia y superstición, marcada exclusivamente por el saqueo, el despojo y la explotación criminal del conquistador, la iglesia católica y el imperio. Todo ello es producto de nuestros propios conceptos.
      Sin disculpar con ello el genocidio y el saqueo, hemos de pensar como hombres de ese tiempo para entender la cosmovisión de estos y las repercusiones de esa forma de entender la realidad humana y natural al día de hoy. Pensemos en un primer momento en lo que Marx decía sobre la subestimación de la edad media. "Es demasiado cómodo ser liberal a costa de la edad media".
    Así para nosotros resulta ser demasiado cómodo ser primero revolucionario y luego neoliberales a costa de la colonia. En este último caso, una vez exorcizado el ideal nacional y revolucionario como obsoleto y trasnochado en la América Latina, el pensamiento liberal se justifica en una crítica del periodo pre capitalista de la colonia: lo podemos ver en el acento que pone la educación formal y la informal en los medios influenciados por la doctrina económica liberal contemporánea, al oscurantismo católico de la historia de América Latina, al que tipifica como un lastre que frenó el desarrollo de los pueblos latinoamericanos.        Sin mencionar claro, las formas en que el saqueo de estas tierras financió el éxito del capitalismo europeo, recurriendo al egotismo criminal de los bancos en Europa del norte que descapitalizaron a la España colonial endeudándola y embargando todo el oro que salía de las minas de las colonias españolas en América hasta el robo vil de los piratas ingleses a puertos coloniales y galeones españoles con permiso de la corona británica.
"El conocimiento de las diferentes épocas de la historia, incluidas las lejanas, que pueden no estar relacionadas directa y evidentemente con nuestro tiempo, nos permiten ver en la humanidad tanto la unidad como la diversidad. Al constatar que la historia se repite, que las necesidades y las manifestaciones del hombre son las mismas, entendemos más profundamente la estructura y el funcionamiento de la sociedad, las leyes de su movimiento. A su vez, confrontados a las diferencias y diversidad de las formas de vida del hombre en otros periodos de la historia, o en otras civilizaciones o regiones culturales, aprehendemos más correctamente nuestra propia originalidad, viendo mejor el lugar que ocupamos en el proceso histórico de la humanidad."
Para entender el pensamiento de las personas en la colonia, de la gente común, habría que recurrir a estudiar el pensamiento de la edad media, y luego tratar ver cuánto de ello ha sobrevivido hasta hoy en un lugar como Sayula, ya sea como tradición o valores de tipo social o religioso:
"…Consideramos que habría que orientarse a desvelar las principales categorías universales de la cultura, que la impregnan en todas sus manifestaciones y sin las cuales esta última no sería posible. Son, al mismo tiempo, categorías determinantes de la conciencia humana. Nos referimos a conceptos y formas de percibir la realidad como el tiempo, el espacio, el cambio, la causa, el destino, el número, la relación entre lo sensible y lo supra sensible, la relación entre las partes y el todo; todas  ligadas entre sí, forman el modelo de realidad de esa época…Junto a estas formas de experiencia del mundo, existen otras que poseen una mayor coloración social, pero que se encuentran en todas las sociedades, tales como: la noción de individuo, grupo social, trabajo, riqueza, propiedad, libertad, derecho y justicia…Durante la Edad Media hay una creencia ciega en la unidad de la creación….en un acontecimiento individual de la historia terrestre, se ve el ´símbolo de la historia sagrada, o lo que es lo mismo, se percibe lo eterno en lo temporal (algo que coincidía con el pensamiento indígena), así el hombre representaba la unión de todos los elementos que componen el mundo y el fin último de la creación. Sin embargo, la integridad de la visión del mundo de esta época no supone en absoluto que sea armónica y que no haya contradicciones.
    El contraste entre lo eterno y lo temporal, lo sagrado y lo pecaminoso, el alma y el cuerpo, lo celeste y lo terrestre, que estaba en la base misma de esta visión del mundo, encontrando sus raíces en la base social de la época: las oposiciones irreconciliables entre riqueza y pobreza, dominación y sometimiento, libertad y carencia de libertad, privilegio y humillación. La visión medieval del mundo eliminaba estas contradicciones trasladándolas al plano superior del ideal cristiano; y en ese plano era posible la solución de tales contradicciones, al concluirse la historia terrestre como resultado de la redención, con la vuelta del mundo a la eternidad, vuelta que se efectuaba en el tiempo. Por eso la teología aportaba a la sociedad medieval no solo una suprema generalización, sino también la sanción, la justificación y la consagración de esta…Tomemos por ejemplo la pobreza, característica de la época feudal. Pero la pobreza no se veía en aquella época como un problema social y económico de carácter autónomo.
    El problema de la pobreza se veía en el contexto de otros problemas completamente distintos y más importantes para la consciencia medieval. La pobreza se interpretaba como una división legal y social: se consideraba pobres a los no nobles, a los no privilegiados, por lo que no se veía una incongruencia lógica entre pobres y ricos, ya que tales conceptos no se referían a la economía o la propiedad…entre los señores feudales el despilfarro se valoraba mucho más que el ahorro, calidad suprema del burgués…se consideraba a la pobreza un estado más agradable a Dios que la riqueza y mientras unos trataban de enriquecerse otros renunciaban voluntariamente a sus bines…La vida de los santos era la literatura más popular en ese tiempo, y el culto a estos tomaba formas grotescas, como cuando los creyentes, preocupados por asegurar su futuro por medio de las reliquias milagrosas de los santos, decidían matar al santo varón, para repartirse sus restos como reliquias; o como cuando los campesinos medievales veneraban la tumba de un perro considerado santo (o de un ladrón o santificando la  muerte misma)…la cultura medieval se presenta para nosotros como combinación una de oposiciones que pueden parecernos imposibles."
Entender la colonia, y su legado es entender en su propia lógica el mundo medieval que se seguía reproduciendo entre los habitantes de las colonias españolas de la Nueva España y en particular de Sayula. El lector ya encontró seguramente, en las citas anteriores, los elementos aún hoy vigentes en la cultura popular de este municipio.

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