lunes, 1 de agosto de 2022

 La maldición del Páramo, un terreno 

en conflicto desde 1522

Por Rodrigo Sánchez Sosa/ Cronista de Sayula

El Páramo, donde se fundó Sayula tras una mítica lucha entre indígenas y españoles se vio simbólicamente determinado, alrededor de 1542, por el contexto histórico de la Guerra de Mixtón en el occidente de Nueva España, en la que perdió la vida  El capitán Pedro de Alvarado, quien venía junto con el capitán de navío don Andrés de Urdaneta de España en comisión Real.   

    El capitán Alvarado  encontraría la muerte en la mencionada guerra, cerca de Zacatecas. En el pensamiento de la época,  en esa confrontación militaren la que casi se pierde, según algunos historiadores la colonia, se apareció el Apóstol Santiago en su caballo blanco para ayudar en el conflicto de armas a los españoles, los relatos de época cuentan de aparición análoga en Sayula, influenciado por  la citada guerra del Mixtón en la cual muriera el capitán citado de Alvarado, dejando varado a don Andrés de Urdaneta que venía con él desde España en un viaje de misión con este, que les acomendará la Corona española para encontrar la ruta de ida y vuelta a Asía por el pacifico desde el puerto de Navidad, hoy Barra de Navidad, Jalisco. 


Por ello el gran capitán de Navío Urdaneta famoso en todo España por haber sido aprendiz del prestigiado navegante Sebastián el Cano  (primero en dar la  vuelta al mundo, con el que viajo a las islas Molucas en Asía y volviese circunnavegando el planeta), tras la muerte del capitán  Alvarado se le ofrecería la Alcaldía mayor de los Pueblos de Ávalos, Sayula, para gobernarla, además casa y una mina de oro en Huachinango (cerca de Nayarit) en tanto se reorganizaba la expedición marítima; quedándose en este pueblo y fundando para 1546 la segunda Sayula en el sito actual que hoy se encuentra,  siendo centro del trazo de la ciudad de Sayula, el predio hoy conocido como el Páramo, llamándose el pueblo creado por Célula Real: San Santiago de Sayula  y doctrina de indios de san Francisco, en honor a la aparición del santo y Guerrero Apóstol en la guerra de conquista, y a la del seráfico padre fundador de la orden franciscana que evangelizara esta región. Rumorase que en aquel lugar, según crónicas apócrifas, a la llegada de los españoles en 1522-1523 se dio una resistencia militar indígena contra los españoles, en ese predio hoy conocido como El Páramo, donde el santo patrono del pueblo de Sayula que después sería Santiago Apóstol, apareció milagrosamente para apoyar la conquista con rotundo éxito, impidiendo un levantamiento generalizado de la región, promoviendo una ocupación pacífica. Este lugar,  entonces, a su vez era recordado por las crónicas indígenas como lugar de la primera cabeza de señorío, la más antigua, tal vez anterior al 900 Ac, llamado Altepetlxomolsoyotl, y por ello sagrado. 

Para el año de 1650, cien años después, el lugar era parte de la huerta del convento de san Francisco de Asís de Sayula, antes Doctrina de indios, en cuyo centro se encontraba una fuete de agua alimentada por un acueducto que veía del sur, el problema social por el vital liquido durante las sequías, que no fueron pocas entonces, llevó a ese espacio a ser centro de conflicto entre la gente de Sayula.

 Para el decenio de 1757 (otros 100 años después) los franciscanos por orden de la Corona española salen de Sayula y en su lugar llega el clero secular, hoy diocesano, tomando posesión estos últimos de la actual parroquia, el convento de san francisco que estaba al lado de esta y el  templo de san Roque (1737). A finales de ese siglo 1787, tras la petición de los habitantes de Sayula, vuelven los franciscanos, sin embargo entran en conflicto por los espacios ocupados por la orden seglar, aunque estos les ofrecen el templo de san Roque y el convento para que se reinstalen, con el atrio de este que hoy es el Páramo, los frailes lo rechazan y deciden irse a levantar otro convento y un nuevo templo de san Roque a lado de una capillita de los indios a la virgen de Guadalupe a la que le harán también su templo de dos naves en lo que hoy es el santuario de la virgen de Guadalupe al lado del cerrito del Calvario en 1799, que terminan  en el siglo XIX. Poco antes de la guerra de independencia de México. 

Este mismo espacio, el atrio citado de san Roque o san José, hoy el páramo; sirvió hasta el siglo XIX como cementerio, pero en el decenio de los sesenta  del siglo XIX (cien años después) fue "donado" al municipio por la iglesia luego de la guerra de reforma y la intervención francesa. El terreno entró en conflicto por la leyes liberales que primero reubicaron los panteones, modificando el atrio y usando la Parroquia y el templo de san Roque como cuartel y caballeriza (1859) profanándolos decapitando figuras de santos, cancelando el aceceso público a la fuente del atrio de san Roque o san José y más tarde arrebatando predios a la iglesia, este fue el caso del hoy Páramo. El atrio, hoy el Páramo, en 1859 será convertido en un jardín botánico, Celso Vizcaíno, un espacio público arbolado que complementaba el complejo principal de plazas públicas  del Sayula decimonónico-moderno, su entrada era un arco neoclásico y tenía  bardada perimetral de piedra, dentro fuente y bancas. 

El mismo predio denotaría luego estatus social  por haberse convertido en un área exclusiva para las clases altas del porfiriato. De nuevo el predio fue referente ahora de conflicto social envuelto en los antagonismos que originaron ese levantamiento armado de 1910 (sesenta años después). Ya para 1942 (cien años después) con el gobernador del Estado, el General Marcelino Gracia Barragán, en el colofón de la revolución mexicana, tal espacio de conflicto clasista será finiquitado, se edificaría sobre este predio el edificio del  kínder Celso Vizcaíno, el primero de carácter popular fuera del la capital del estado, en un diseño de arquitectura mexicana atribuido al arquitecto Rafael Urzúa de la escuela regionalista de arquitectura, condiscípulo de arquitecto Luis Barragán; así, ese espacio público referente del clasismo local quedaría cancelado. 

 En un intento por recuperar este espacio en la nostalgia por el viejo espacio porfirista, vendría una reacción a lo que algunos en Sayula consideraron una imposición del viejo general  García Barragán cuyo poder de clan (los García Paniagua) en Sayula, comenzó mermar como parte de su coto de influencia: En 2007 ( sesenta años después) el jardín de niños por cuestiones de seguridad, dada la inestabilidad del edificio, se trasladó a otro predio y se intentó configurar un espacio arbolado en ese lugar, removiendo la vieja crujía del kínder citado, a lo cual se negó  la oficina de Patrimonio del Estado de la Secretaria de Cultura (entonces el gobierno del estado en manos del priismo), por estar este dentro de su catalogo de bienes relévenlas protegidos por la ley de patrimonio arquitectónico de Jalisco.

Luego en el año de 2016 se proyectó con motivos del centenario del natalicio de Rulfo una intervención arquitectónica al centro histórico de Sayula que involucraba este espacio y el antiguo parvulario. Después de ser aprobado por el programa Federal PAICE (Programa de Apoyo a la infraestructura Cultural de los Estados) en el marco de la Ruta Cultural que se planeó en este mismos contexto de la celebración de los cien años del escritor, y que recibió el apoyo de la Secretaria de Cultura del Estado y la Federal por la calidad y originalidad del proyecto presentado (ambas de gobiernos priistas). Tal Idea no gustó al sector conservador sayulense heredero de las afrentas de la revolución de 1910 y subsidiarios del conflicto cristeros a los que Rulfo denunció en su obra y entrevistas, culpándolos del atraso de la región sur de Jalisco; pero que se sintieron ofendidos por Rulfo cuando este, como ellos lo veían, negó haber nacido en Sayula, por lo tanto no merecía tal homenaje y menos el espacio que consideraban emblemático de la clase alta y de abolengo del municipio.

    Pese a lo anterior en  2017 comenzaron los trabajos para edificar el Centro Cultural el Páramo en el lugar citado. El proyecto intentaba ser un atractivo turístico para los visitantes de la ruta cultural "El Realismo mágico de Juan"  en homenaje a Juan Rulfo en su centenario, como ya se dijo, que incluía a tres municipios del sur de Jalisco: Sayula, San Gabriel y Tuscacuexco. El edificio proyectado proponía una sala que  sería subterránea, como una metáfora del mundo de los muertos, que aludía a  la obra de Rulfo, el inframundo, a la que se descendería por rampas que simularían el entierro del visitante al acceder a esta sala cinco metros bajo la superficie del centro histórico de Sayula. El edificio del antiguo kínder fue intervenido y sería preservado incluyéndolo en esta metáfora arquitectónica que pretendía más que ser una obra de carácter utilitario, ser un dialogo de la poética del espacio, la luz y el volumen con el entorno del centro histórico de Sayula, un espectáculo visual para el turismo y los propios habitantes de esta región rulfiana en Jalisco.  Este proyecto que contemplaba un jardín arbolado en arquitectura de paisaje, tendría dos Tabachines al frente, de varios metros de altura trasplantados por expertos, además de un mirador en lo alto del edificio del ex kínder, donde se proyectaría una cafetería. Todo en armonía con el concepto de la obra, para dar a este proyecto el nivel requerido, ya que también se pretendía una intervención que buscara contextualizar con el centro histórico. La primera etapa de la obra quedó trunca ante la falta de recursos, pues de los 12 millones proyectados solo se ejerció y entregó un tercio del recurso, recurso que incluían la participación de la federación (PAICE), el estado (SC) y del propio municipio. Luego de las campañas electorales, federales, estatales  y municipales de 2018, la obra perdió interés y ante el triunfo inesperado del actual presidente municipal, Daniel Carrión, el proyectó se politizo. El nuevo presidente municipal vio con recelo esta obra de su antecesor. A principios de octubre de 2019 fue demolido por el  presidente municipal y en 2022 (500 años después del primer conflicto relacionado con el predio) se multó por ello al municipio por más de 5 millones de peso. Al Páramo lo siguió, como maldición, la Biblioteca Municipal y el kiosco de plaza de armas. El viernes pasado el Gobernador Enrique Alfaro tras desafortunadas declaraciones sobre ese lugar y la depredación patrimonial que le siguió, junto con el alcalde local se uniría a lo que parece ser la historia trágica de este lugar: en un vídeo viral que traspasó fronteras junto con el caso y causó pérdidas políticas al partido de ambos cuyos daños a largo plazo parecen hoy no ser cuantificables, al menos en la región, para este grupo político con fama de autoritario.

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