lunes, 12 de noviembre de 2018

Especial para Horizontes...
El Ánima de Sayula; ¿Mito, leyenda, Historia o Literatura
Reportaje de Investigación de  Rodrigo Sánchez Sosa, Cronista de Sayula 

Hace dos entregas de este trabajo de crónica, presentamos a ustedes una investigación sobre el autor del poema satírico, del siglo XIX, El Anima de Sayula; Teófilo Pedroza. Hoy retomamos el tema abordando el poema popular que, ya digerido a la luz del siglo XXI, causa menos escozor entre los sayulenses que apenas comienzan a tolerarlo. Algo impensable en aquellos años de mitad del siglo pasado, dado el referente que a muchos ofendía. 
Descartaremos de entrada que el Ánima de Sayula sea un mito local como tal, y por otro lado aceptaremos sin conceder que es una leyenda, en el sentido de que a fuerza de convertirse en un suvenir de consumo para el turismo que visita Sayula, esta se vuelve imprescindible como tal.
¿Pero qué es entonces El Ánima de Sayula? Un poema satírico del siglo XIX, es todo. La leyenda está alrededor de su historia como obra literaria. Es decir, su autor y las condiciones y lugar en el cual se escribió e inspiró tal obra.  Del autor ya hablamos, lo haremos pues de las condiciones y el lugar que refiere: Es un poema satírico con influencias románticas, indudablemente escrito en el siglo XIX a más tardar en los primeros años del siglo XX; es de aceptable calidad y el ingenio del autor es admirable.
¿Se escribió en Sayula, se inspiró realmente en una anécdota ocurrida en este municipio del sur de Jalisco, existieron los personajes? Analicemos, según, como ya vimos; el propio hijo del autor dice que las primeras cuartetas se escribieron en Sayula y el resto en Zamora Michoacán. Vayamos al texto, ya que no existen, ¿Verdad señor Villalobos?, las máquinas del tiempo.
Los versos comienzan diciendo. "En un caserón ruinoso de Sayula el lugar…". Efectivamente, a finales del siglo XIX, eran comunes los caserones ruinosos en Sayula, pero también en otros lugares como Zamora Michoacán o cualquier otro lugar de importancia durante la colonia que entonces se reconstruyera a la moda de urbanismo neoclásico que se tomó como base de una arquitectura nacional, luego de la independencia del país. Podría ser cualquier otro lugar con caserones parecidos.
 "Apolonia Aguilar": el escritor trata de encontrar un nombre sonoro para sus personajes, que trasmita; por ejemplo, Pedro Páramo, Susana San Juan, Dolores Diada (Rulfo). El nombre "Apolonio" era común en el siglo antepasado y "Aguilar" había varios en Sayula. Personas con nombre y apellido como estos, se han encontrado en ese tiempo en Sayula, dos, según Federico Munguía Cárdenas (QPD). Podría ser, pero, suena bien el nombre para un personaje ficticio. Un poco más adelante dice: "Trapero de profesión…" no existe referencia documental en Sayula de ese oficio, algunos dicen que era "Tripero", otros dicen que fue una burla al verdadero oficio de este personaje, que realmente era ropavejero; pero se antoja más que Pedroza se refiriera a un oficio que si hubo en la Ciudad de México por la época, lo que no tienen nada que ver con Sayula ni la región, es decir ficticio también. Aunque bien pudo deberse a la necesidad de la rima; pero, la lógica apunta algo más bien ficticio.
De Blas Mejía, a quien se le atribuye la broma que dio origen a este poema, ya dijimos que es muy difícil demostrar que efectivamente el boticario y sus dos amigos, a los que salvo el compadre José no mencionan los versos, fueran el origen de esta composición.
Pero vayamos al pueblo ¿Cómo describe a Sayula el poema satírico del ánima?
Comenzamos con el panteón a las afueras del pueblo, a donde se dirige Apolonio Aguilar en busca del ánima, como lo sugiere el poema. Este debió de ser hipotéticamente, el Panteón La Soledad al lado del convento de franciscano y frente al Templo de San Roque en el Santuario de Sayula que desde mediados del siglo XIX y hasta 1900 estuvo en funciones. Aunque para ese entonces, los limites de Sayula al poniente eran un poco más allá del arroyo denominado Agua Zarca, el santuario estaba lejos de ser un lugar solitario y lejano al vecindario del pueblo, como describe el poema. De hecho, en ese tiempo hacia poco que el gobierno del estado había prohibido la inhumación de personas en los atrios de las iglesias y capillas por ser insalubre tal práctica, el pueblo esto no lo asimilaba del todo, el que el panteón La Soledad se encontrará cerca del templo y atrio del Santuario, ayudaba a asimilar la nueva ley. Así que el panteón del poema del Ánima de Sayula, suena también, históricamente, ficticio.
El Pueblo: dice el poema; "Envuelto en tinieblas yace, de Sayula el caserío…" Si Apolonio vivía en un caserón ruinoso del siglo XIX en Sayula, debió vivir muy cerca del primer cuadro de la ciudad, las casa en este primer cuadro no se podrían nombrar caserío, como el de un pueblo cualquiera, eran fincas coloniales reconstruidas en el afán urbanista del tiempo de la Reforma en Sayula; por lo que ese "caserío", también resulta ficticio.
Sigue describiendo el andar de Apolonio a la media noche por Sayula rumbo al panteón, el poema: "…Canta el tecolote adusto en el ruinoso torreón…" no hay torres ruinosas en Sayula en ese tiempo que se sepa, ciertamente hay campanarios, y sólo pudo referirse a dos el poema, al de la Parroquia de la Inmaculada o a los del santuario, en ambos casos, ninguno estaba en ruinas; el de la parroquia lucía un elegante reloj y ladrillo vidriado en su cúpula para ese tiempo. Otra referencia ficticia, que se asemeja más aun pueblo imaginario que a Sayula.
Del río de Sayula, dice el poema "…al soplo del viento frío gimen los sauces del río con quejumbroso rumor."  Es por lo menos extraño que el autor llame río a un arroyo, como el que atraviesa Sayula, y que cite a los sauces, más que a las jacarandas y tabachines o primaveras que abundan a la orilla del arroyo del Puente del Santuario; impresionante puente de cantera que a pesar de existir ya en ese tiempo no lo menciona. Podría ser un recurso poético reconstruir con la imaginación el lugar , pero más bien parece, una vez más, ficticio.
La descripción no concuerda y mi hipótesis es que el autor no conocía Sayula o lo conoció de paso. A esto se suma  la falta de evidencia historiográfica: no se ubica al tal Pedroza en ese tiempo en Sayula. El poema es una historia ficticia de alguien que sólo uso el nombre de Sayula para una historia en verso de su imaginación, porque tampoco ocurrió tal anécdota.
El malestar inicial de la gente de Sayula con el poema tiene fundamento: no lo sentían propio. Tanto que se le hizo una contestación de la que aquí reproduzco un fragmento, inédita; y por otro lado el personaje del mal humor en el carnaval es el tal Apolonio Aguilar, el cual deja su testamento en verso y a opinión de Claudia Cisneros, es una parodia de los versos del ánima, imitación burlesca.
"…es preciso señalar sin embargo que la parodia carnavalesca está muy alejada de la parodia moderna puramente negativa y formal; en efecto, al negar, aquélla resucita y renueva… Aunque se puede hablar de esta encarnación del Mal Humor en Apolonio Aguilar como una constante, ya que aparece en la mayoría de los ´testamentos´ del mal humor en carnaval, no es determinante, ya que en ocasiones el Mal Humor está emparentado con Apolonio Aguilar, o bien es compadre de éste." - Claudia Cisneros.
La parodia de los versos del ánima en los testamentos del mal humor, se burla de la burla; es decir, la burla que fueron los versos del Ánima para Sayula entonces, son "escuela" para una contra burla de estos en los testamentos del carnaval que, nos dice esta investigadora, se comenzaron a escribir en 1937, trece años después de la llegada de los versos del Ánima a Sayula, en 1924 por el 38º regimiento de caballería que venía de Zamora Michoacán. 
Los siguientes versos, fragmento del Ánima de Sayula, atribuidos a Don Guadalupe Villa Villa "El Palillo", proporcionados a esta investigación por su sobrino Faustino, tienen el mismo ánimo. Cabe señalar que don Guadalupe, fue mucho tiempo el autor de los versos del Testamento del mal humor en los carnavales de Sayula.
Habrá que leer los siguientes versos completos para entender el giro que al asunto le da a esto, por lo pronto no es posible publicarlos por causa de derechos, baste con una probada… "¿De algo a nada?" Se confortará el lector:
La contestación al Ánima de Sayula o El Ánima de Sayula segunda parte (Frag.)
"El lector tendrá presente el dialogo singular entre Apolonio Aguilar y aquella infernal visión / que en el panteón de Sayula yendo en busca de dinero / se le apareció al buen trapero causándole pavor.    Era el tal Perico Surres un pícaro desalmado / de corazón bien templado y alegre condición / capaz por si llegara el caso / de ponerle cola al demonio / y para mal de Apolonio / en esas manos fue a dar.  Se mandó hacer una estaca / de madera bien pulida / ni chica ni retorcida / de regular dimensión / y así provisto de su arma / disfrazado de fantasma / partió para el panteón y varias noches esperó / Hasta que llegó el momento en que aquellos dos se encontraron / lo que pasó y lo que hablaron / el lector lo conoce ya.  Apolonio se repuso del miedo aquel tan terrible / y en forma más apacible / el diálogo prosiguió. Señor fantasma yo vengo / a que hablemos formalmente / de un tesoro que la gente / dice está en este lugar / De cómo poder lograrlo / yo quiero saber el medio / para poner el remedio / a mi gran necesidad / Se hizo un silencio profundo y todo enmudeció / Como cosa de otro mundo esto fue lo que se escuchó: En esta tumba que ves / bajo la tapa de hierro / se encuentra el famoso entierro / del que tanto ya se habló / hay entre varias riquezas / en alhajas y doblones / lo menos cinco millones / que ya es buena cantidad / pero es condición precisa / para que el dinero tengas / que primero convengas / que un tiro te haga yo. ¡Eso no! gritó Apolonio / llevándose atrás las manos /que no es de cristianos ni de moros tal maldad / ¿Qué dirá de mi la gente cuando sepan que di el ojal?...Que eso no te inquiete / aquí nadie lo sabrá. Pero basta que yo lo sepa / para morir de bochorno / para boyos no está el horno / ¡vamos señor que no lo está! / no quiero llegar a rico por un medio tan cochino / yo reniego del destino que me trajo a este lugar.  Le respondió el fantasma: Más cochina es la pobreza en que vives como cerdo / ya la paciencia pierdo / por tu obsesión tan tenas / Cinco minutos tienes para decidirte / si no quieres puedes irte / y de otro el dinero será. El hombre medita por el hambre que lo incita / y es preso de gran culpa a punto de enloquecer/ Su hambre y su codicia / queriendo compaginar / después de mucho pensar / De este modo respondió: Cuántos ricos opulentos afamados y pudientes / por medios menos decentes adquirieron su caudal..."

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