Por: Ángel Arturo Cisneros Paniagua
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Después de siglos de evolución se ha llegado el momento de que todos entiendan que <
En ocasiones esta cultura desechable es ridícula y llega a ser muy tonta, pero además tiene consecuencias que son preocupantes. Necesitamos despertar y entender que muchas de las cosas materiales por las que nos matamos en un trabajo casi esclavizado, o por las que sacrificamos nuestra salud y familia con tal de conseguirlas, tienen mucha menor importancia de lo que la televisión nos dice. Compramos y compramos sin pararnos a pensar si nos resulta necesario o cuáles serán los beneficios que tendrá el hacerlo.
Una vez cubiertas las necesidades materiales realmente básicas, <
¿Pero quién y cómo nos han hecho adoptar esa cultura?
Las grandes empresas (privadas) a través de la mercadotecnia y con la ayuda pagada de la mayoría de los medios de comunicación (privados), nos han ido insertando en el cerebro la un poco o muy estúpida idea de que entre más compres sus productos y en sus tiendas, más vales, más importas y hasta más suerte tendrás en el amor. Claro esto es una completa y total mentira. Lo que quieren es vender más y lo más caro posible. Ahora sí, han adoptado la cultura errada de que: mientras yo gane, no importa si los demás se friegan.
Pues es la verdad, y sí, da lástima que existan tantos males en la sociedad y todos creados por la ambición de muchos que al querer comprar, recibir o tener más para sentirse más que los demás, han pisoteado, abusado, corrompido, etc., a su prójimo, y este prójimo a su vez, al sentirse pisoteado, abusado, corrompido, etc., solo se detiene un poco hasta resignarse, y decirse así mismo "que tonto fui, pero para la otra yo me la cobro" pero lo malo que se desquita con la primera persona que se pone en frente.
Y así mis amigos, inicia un círculo vicioso, en el que reina la desconfianza, el egoísmo, el desamor y el deseo de tener Más, para sentirme Más que los demás.
Si la gente dejáramos de creernos la farsa de que todos debemos ser más que los demás y que para ello tenemos que comprar más que los demás, otra cosa sería. Pero en este sistema capitalista maquiavélico el fin justifica los medios, y nos dividen para poder ganar.
Si nos enfocáramos en ayudarnos unos a los otros, si todo ese dinero que gastamos en comprar a cada rato un nuevo artículo de moda, lo utilizáramos para crear espacios culturales, espacios recreativos, espacios deportivos y de salud, o si nos enfocáramos a satisfacer las necesidades básicas de TODOS como buenos vecinos, y entendiéramos que solo hay un mundo, y que ese mundo no nos lo heredaron nuestros padres si no que nuestros hijos nos lo prestaron, otro mundo mejor sería posible y claro un Sayula mejor también.
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