Semanario Horizontes

¿Y las pitayas de Sayula....?
Por mucho tiempo, se distinguió Sayula por sus pitayas, como fruto por excelencia de este lugar. De Guadalajara y de muchas partes del país, venían a Sayula a disfrutar las pitayas que entonces se daban aquí en abundancia. Hasta a los lugareños se les llamaba "pitayeros" en el deporte o en otras actividades en franca alusión a sus orígenes de este terruño. Por ello no preguntamos, ¿y dónde están ahora las pitayas de Sayula?. Ciertamente han pasado a mejor vida las entonces numerosas pitayeras que había en el municipio para dar paso a la construcción de nuevos fraccionamientos o en su caso a otros cultivos más rentables. Lo contrario sucede en otros municipios como Amacueca y Techaluta, que han apostado no sólo a preservar este delicioso fruto sino a impulsarlo con nuevos proyectos de cultivo que ahora se ve, empiezan a dar sus frutos al canalizar gran numero de turistas que ahora visitan estos lugares incluso se organiza ya la Feria de la Pitaya, evento que en los los últimos años ha tenido bastante éxito. De "pitayeros" a los de Sayula sólo les ha quedado la fama, ya que este delicioso fruto apenas si se da en el municipio, eso sí, las pocas que se dan son deliciosas, se subraya, incluso menos vistosas, pero sí más dulces. Todavía se recuerda cuando en Sayula florecía la cosecha de las pitayas, y cuando cientos de personas se dedicaban a esta actividad. Muchos vecinos sobre todo del norte de la ciudad, tenían en propiedad varias pitayeras de donde se cosechaba por estas fechas, miles de pitayas que luego, bien empaquetadas envueltas en alfalfa para salvaguardar su frescura, se transportaban al ferrocarril para ser enviadas a Guadalajara, tanto a las nueve esquinas donde aún se comercializa el producto como a otros mercados tapatíos como el Mercado Corona de la misma capital del Estado. Tiempos aquellos que, ahora resulta evidente, nos ha quitado la modernidad o quizá la poca visiòn de nuestros contemporaneos que debieron, como nuestros vecinos de Amacueca y Techaluta, haber apostado a la conservación de la cosecha de tan delicioso fruta.